Tercera parte de la adaptación de la historia «El nuevo secretario» que encontrarás en mi perfil, al igual que la primera y la segunda parte. Te recomiendo que las leas antes de iniciar esta.
First seme
Khaotung uke
M-preg
Al llegar el día siguiente, tan pronto el reloj marcó las nueve, Khaotung ojeroso y atacado de los nervios pues apenas había descansado, se fue al aeropuerto de nuevo junto con Mark.
No podía esperar a volver a tener a su esposo con él, por lo cual se había propuesto que jamás volverían a separarse y si tenían que morir, lo harían juntos.
El empresario y los demás pasajeros viajaron en un avión de Filipinas que los regresó a casa, aterrados pues acababan de sufrir un accidente en otro pero tenían que cruzar todo el Mar si querían volver a sus casas.
First estuvo todo el tiempo pensando en su esposo nuevamente, en su vida juntos, en todo lo pasado y vivido, también en lo secundario que era el dinero y el trabajo cuando tienes a las personas que quieres y te quieren junto a uno, esa era la verdadera riqueza.
No sabía si este estaría esperándolo en el aeropuerto, la verdad esperaba que si, se moría por verlo y tenerlo entre sus brazos pero también sabía de su estado mental y lo nervioso e intranquilo que había sonado por teléfono.
Al fin el avión aterrizó sin ningún percance y todos respiraron aliviados e incluso aplaudieron por estar felices y de su regreso en su país, unos estaban ilesos como el joven empresario, aunque otros llevaban escayolas en alguno de sus brazos o piernas.
Según fueron saliendo por la puerta de desembarque, los familiares y pasajeros se abrazaron llorando y gritando entre aplausos, pronto Khaotung. vio a su esposo y este también corrió desesperado hacía él para besarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...-Oh mi vida, cuanto te extrañé... Te amo...te amo tanto
-Y yo a ti, no vuelvas a darme un susto así
El empresario abrazó a su esposo y aspiró su dulce aroma, se sintió también volver a casa y volver a sentirlo, estaba realmente agradecido a la vida por tenerlo.
El ayudante por su parte no podía dejar de llorar, sus ojos eran dos cascadas, estaba expresando sus emociones como su psiquiatra le había dicho, por lo que la felicidad de volver a ver a su esposo salía en forma de lágrimas.
-Ya no llores más, mi bebé. Ya estoy aquí contigo-Le dijo el empresario luego de un buen rato abrazandolo y besándolo.
-No vue-vuelvas a separarte de mí, ja-jamás, ¿e-entendiste?, No vu-vuelvas a de-dejarme so-solo
-Tranquilo amor...no lo haré, anda cálmate-dijo éste separándose y secándole las lágrimas con las manos.
Este asintió y sonrió pues era verdad ya estaba allí, ya lo tenía de nuevo a su lado pero había pasado mucho miedo y eso le había hecho darse cuenta de lo importante era su esposo en su vida y de lo mucho que lo amaba.
