Capítulo siete: Noche de póker

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Narra: Danilo.

Poder relajarme un poco luego de un día largo y estresante. Era realmente necesario, es decir, por poco mi vida se destruye a raíz de ese accidente. Ya no soporto más tener que hablar de mi hermana. Sin duda alguna es estresante tener que lídear con el tema de Graciela, sobre todo. Cuando ella es un proyecto y si desea algo, no importa lo que tiene que destruir o quitar de su camino para obtenerlo. Ella solo lo destruirá todo si así debe hacerlo.

O por lo menos. Desde aquel momento en la casa de nuestros padres, me lastimó ver como me lastimó, y vio que me lastimaran. Y no hizo nada para evitarlo. Haces solo me gustaría poder borrar eso de mi memoria, pero es tan complicado. Ya que en mi interior, ella aún sigue siendo mi hermana y siempre había sido mi responsabilidad cuidarla.

-Has de corazones-y también admito. Por quizás estuviera un poco mejor si solo estuviera ganando. El pelinegro victorioso y con alegría, tomo el dinero apostado como todo un triunfador. Es muy talentoso, es como si hubiera nacido para esto, como con la medicina para ser sincero.

-Maldición. Extrañaba esto-declara Marco extremadamente feliz.

-Si. Yo igual-declara sonriente. Y si, quizás ya no estamos todos, es decir, falta Ricky. Pero poder estar con ellos y comparti estos momentos como lo hacíamos en el pasado, es lo mejor que puede pasarme.

-Por poco arruinas tu vida. Y la de todos por su negligencia-sin duda alguna. El tema del accidente es algo que Oliver me recordara aproximadamente, hasta que estemos viejos y con arrugas. O tal ves, cuando demos nuestro último aliento, es más, lo veo diciéndome su últimas palabras como. Yo te dije que vieras por donde íbamos, quizás sea algo como eso.

-Si-Marco se pone de lado de Oliver. Mientras que le da un sorbo a su martini-¿Que ocurrió con eso? Por cierto.

-Pues nada. ¿Que puede ocurrir? La chica decidió no tomar cargos por lo ocurrido-un aire de tranquilidad vino de la nada he invadió el rostro de mi primo. El cual es como si le hubiera regresado el alma al cuerpo con las palabras que le acababa de decir.

-La vida aquí es. ¿Que hubiera pasado si hubiese tomado cargos?-de acuerdo. Oliver sin duda alguna está aún molesto por lo acontecido, pero debe saber que ya aprendí la lección y no volverá a pasar lo mismo. Por Dios, amo mi vida y no deseo arruinarla, ni afectar a todos los que me aman. Así que no pienso hacer nada que me perjudique a mi o algunos de ellos-no estamos hablando de cualquier chica. Sino de la nieta del senador Roller Thompson-gracias a la confesión imprevista de Oliver. Marco caso se atraganta tomando su martini.

-Haber haber. La hija del importante asambleísta-entendía perfectamente la magnitud del problema, pero ciertamente, no ocurrió nada grave y preferiría ya no hablar más con respecto a ese tema.

-Ya paso. Ella esta bien-les indico tomando un poco de mi martini, que por cierto, se encontraba justamente en el gusto que más me gusta.

-Estamos hablando del familiar cercano de dos políticos muy importantes.

-Eso mismo intento que entienda.-ya lo entendía. Es solo que me cansé de hablar de ello, no me siento bien sabiendo que casi pude haber matado a una mujer, así que considerando que ella se encuentra bien. Siento que lo mejor es dejar de hablar de ello y ya está, solo me faltaba el coraje de para poder explicarle o expresarle a los chicos, como era exactamente como me sentía al respecto a todo esto-Pero no lo hace, no razona.-¿No lo hago? Admito que razonar no es exactamente lo mío, pero en mi defensa, realmente creo que estoy siendo muy razonable al no querer hablar del tema-No comprende lo que hizo, pudo haberlo llevado un muy largo tiempo en la cárcel.

-¿Ahora me regañaran?-se suponía que estábamos jugando póker, con el único objetivo de disfrutar y dejar de pensar en las cosas triviales. Pero ellos no han dejado de regalarme los últimos cinco minutos y eso es tan estresante. Y en ese momento, el celular de Oliver anuncio que lo estaban llamando, este lo toma. Se pone de pie y se aleja de nosotros para contestar aquella llamada, dejándome de esta manera, a solas con Marco-¿Será que podemos hablar de otra cosa?-le pidó tranquilo. Realmente, esperaba que él pudiera entender un poco con respecto a cómo es que me siento-¿Adónde se fue Emma?-pregunto realmente curioso. Solo ha pasado un día desde que Yolanda se había marchado y sentía como si hubiera sido treinta, no lo sé, desde hace años. Tener que estar alejado de ella por días, incluso semana, era realmente doloroso.

¿Tú y yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora