Danilo es un doctor prodigio, él cual pertenece a una familia poderosa. Un sentimiento y cientos de secretos. Miles de dificultades que tendrán que enfrentar con la mayor discreción posible.
O por lo menos. Eso a ocurrido la mayor parte de su vida...
La noche seme había hecho eterna. No pude descansar ni un segundo, las palabras que le había dicho a Graciela. Me habían estado torturando, pero no podía más, no deseaba ayudarla con sus actos criminales y continuar actuando como el hermano tonto que no se percata que está haciendo algo mal.
Mi hermana destruyó su vida hace cinco años. Cuando se enamoró de un chico, nuestra prima Choe. La cual es la hija de mi tío Franco, el cual es el hermano mayor de mi madre y tío Marco. También se enamoró del mismo chico, una cuestión de sentimientos que destruyó a mi hermana cuando se enteró que aquel chico. Siempre había preferido a nuestra prima. En lugar de ella.
Más que una desilusión amorosa. Fue como su perdición, Choe y ella eran como hermanas, completamente inseparables. Graciela es un año menor que, soy yo el primogénito de tres hijos, las cuales estamos confirmados por un solo varón (mi persona) y dos hembras (Graciela y Bailee), y antes de lograr graduarse de la facultad de medicina, ella lo dejo todo por haberse involucrado con personas malas. Luego de eso, dejo de ser la misma. Se volvió drogadicta y luego huyó de casa, causándole cientos de dólares de cabeza a nuestros padres.
Sin duda alguna. Se convirtió en una situación complicada, y es algo que no puedo manejar o mejorar, ella no desea una ayuda. Además de pedirme dinero constantemente, no desea salir de ese mundo tan oscuro, en el cual se extrapolo sin ninguna necesidad.
-Joven Danilo. ¿Ya se va?-con una pequeña sonrisa. Asiento, y cuando estaba apunto de acercarme a mi auto, para así marcharme hasta la clínica. Me acerco una vez más a el vigilante. Quizás esta era la única manera que tenía para deshacerme de Graciela. Y si, se que eso podría escucharse un tanto cruel. Pero la verdad es que, ella escogió el bando que deseaba seguir, y ahora solo le quedaba afrontar la consecuencias de sus decisiones.
-Antoni. Una cosa.
-Díganme joven Danilo. ¿En que puedo ayudarlo?.
-Mi hermana vino el día de ayer. ¿Tu le permitiste el acceso?.
-Asi es. Se que es su hermana, y por eso le permiti el acceso a el edificio.
-Esta bien. Pero por favor, te pido que ya no la dejes entrar una vez más. La verdad, es que Graciela ya no es parte de mi familia, y no me gustaría llegar una vez más a cada y verla en el estacionamiento.
-De acuerdo joven Danilo. Yo me haré cargo de que nadie más le de el acceso.
-Muy bien. Gracias-le indico regalandole una pequeña sonrisa. Me alejo de el, y así me adentro a mi auto, esto era lo mejor. Ya tenía suficientes demonios que me atormentaba, como para ahora lídear con un problema más, como lo es en este momento Graciela.
(.....)
-¿Cuantos turnos te faltan?-le pregunta Marco curioso a la pelinegra. Marco es el mejor alergólogo y neufisiologo pediátrico a nivel mundial. Es como un hermano para Oliver y para mí, pero hay un gran problema en medio de todo esto. Y es Yisel, si, la preciosa hermana de la mujer de mi vida, Oliver y Marco, están perdidamente enamorados de ella desde que éramos solo unos niños, y aunque Yisel sienta algo por Marco. Ninguno de los dos han dado el paso y jamás han llegado hacer más que "primos adoptivos" si se puede llamar de esa manera está situación. Marco es un hombre realmente atractivo, y el mismo retrató de mi tío Marco, su parecido es asombroso. Ojos azules, tez blanca y cabello rubio.
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