TRUE - Draco y Hermione

Capítulo 14 - Septiembre

Capitulo 14
Septiembre

Hermione

El sonido de la lluvia hizo desprenderme del sofá en el que pasé horas dormida.

Dí un vistazo a Malfoy que seguía casi roncando en un sueño profundo.

Un brazo derecho extendido fuera del mueble casi tocando el suelo y una pierna cruzada tocando la rodilla de la otra pierna.

Su nariz perfilada y su boca soltando leves exhalos en señal de total perdición en su subconsciente.

Caminé hacia la ventana y miré el patio desolado, visualicé la luz de un poste que nos pertenecía así que tomé mi varita y lancé un hechizo para apagarlo, los vecinos no deberían saber que hay personas aquí.

Me recosté de la pared recordando todos los lugares en los que he llegado a parar...

La madriguera...

La mansión Malfoy...

La sala oculta de la mansión...

Y ahora mi antigua casa...

Todo eso en un abrir y cerrar de ojos.

Hasta parecía irreal y un disparate.

Ahora ya más protegidos podría empezar a hacer la poción tranquilamente; Y más cuando el platinado está durmiendo.

Junté las cosas que tomé de la oficina del fallecido profesor y un caldero que había dejado por accidente en sexto año en mi cuarto. Los utensilios también los había raptado de aquel lugar así que no faltaba nada.

Leyendo el libro detenidamente visualicé una flor dibujada en una de las páginas.

Si darme cuenta toqué la cicatriz de ese día que estaba en mi brazo derecho.

Una línea precisa marcada sobre el antebrazo.

Hubiera querido poder hacer más.

Pero hice el juramento de olvidarlo por completo.

Si me lo recordaba a cada rato. ¿Por que yo no?.

"si, sé eso muy bien Malfoy, por eso no entiendo porque estás haciendo todo ésto ¿sabes?. Pero tengo que adaptarme al presente; eso que pasó ya quedo atrás"

Lo sé, Granger. Hicimos un pacto para olvidarlo".

Pateé la pared suavemente y me senté a tratar de seguir leyendo el procedimiento del multijugos.

Dejando mi mente divagarse en lagunas mentales.

....

Después de algunas horas ya los ingredientes estaban puestos sobre el caldero con revisión constante, aproximadamente estaría lista en un mes.

Pensando aún qué faltaba el ingrediente más esencial, el cabello de las personas, decidí investigar un poco más acerca de ello en los libros que había traído en la bolsa.

Junto con ellos saqué el mapa del merodeador y el primer nombre que noté era el de Ginny, daba vueltas por la oficina de McGonagall.

Desde ahí percibía su desesperación, me arrancaba los labios tratando de decirle "todo estará bien".

Quería estar ahí, abrazarla como nunca y decirle que Harry no está perdido y que estaba bien.

Escuché a Malfoy moverse sobre el sofá en señal de que ya estaba despierto, volteé a mirarlo detenidamente, ya no en molestia o ira y repulsión, si no en convicción y curiosidad en que debía aceptar que así serían el resto de las semanas.