TRUE - Draco y Hermione

Capítulo 4 - Insomnio

Capítulo 4
Insomnio

Mi vista tardó en adaptarse al nuevo entorno, mis manos temblaban y se sentían débiles. Por instinto toqué mi bolsillo derecho para sacar mi varita pero....

Mierda

Obviamente no tenía mi varita, pero no sólo eso, estaba con el suéter sin pantalones.

No le tomé mucha importancia, en éste momento lo vital era salir de ahí.

Logré enfocar mis ojos un poco más y noté paredes oscuras, un bonito acabado en el techo junto con un lumbral colgando en el medio lleno de luces, a mi lado una cama un poco grande y una ventana con cortinas hermosas.

Toda esa aura era de tonos bajos.

Hasta que me di cuenta que estaba en un cuarto. En un lujoso cuarto a pesar de estar deteriorado.

La mansión Malfoy.

Susurré por lo bajo.

Me levanté con un poco de dificultad y procedí a inspeccionar el lugar, la ventana a pesar de estar protegida con magia parecía un buen pasaje a la libertad.

Pero sabía que Malfoy no era tonto.

Se veía un sol naciente junto con el jardín descuidado de los Malfoy.

Ahora que lo recuerdo. Mierda; Ron.

Perdí la calma mucho más al recordar que hoy estaría yéndome con el hacia Hogwarts, y ahora estoy aquí encerrada.

Tal vez el pensaría que me fuí, qué me escapé y que no me importó él o su familia.

Caminé de aquí y allá perdiendo cada segundo más la paciencia.

Tomé una silla de una mesa de noche y la lancé hacia la puerta, sabía que nisiquiera se movería la puerta debido a un encantamiento.

—¡¿QUÉ QUIERES DE MI?!.

No sabía que exactamente hacía en ese lugar, si Malfoy me quería con vida o no, de todos modos no pensaba quedarme para averiguarlo.

—¡TRAIDOR! —volví a gritar, empecé a insultarlo con todo lo que tenía, para mí esa persona sólo me generaba repulsión.

La rabia estaba empezando a brotar por todos lados como si me la hubieran inyectado de una sola estocada.

Justo cuando iba a empezar a soltar más profanidades escuché unos pasos.

Y la puerta se abrió delante de mí.

Era él de nuevo, ésta vez sin su traje todo "sombrío", estaba vestido con una camisa de botones blanca desordenada y un pantalón negro.

—¿quieres hacer un poco de silencio?—soltó soñoliento y molesto.

Eso hizo inyectarme en más veneno.

—¿QUÉ COÑO TE PASA? ¿QUÉ MIERDA QUIERES CONMIGO MALFOY?—grité fuertemente tratando de no avalanzarme hacia él, debía ser inteligente y buscar la manera de salir lo antes posible.

Aunque no sabía cuántos más podrían estar allí.

Sólo se quedó callado, inspeccionando cada gesto qué hacía.

Lo miré como si lo fuera a desintegrar, tensé mis labios en ironía, pero sobre todo en convicción—Eres uno de ellos, te uniste a ellos.

—¿Qué esperabas?—soltó.

—no lo sé, de ti nunca esperé nada, solo cobardía—dije con un aire tranquilo, calmándome.

Tener de frente a Malfoy me causaba un escalofrío para nada amigable, era poco creíble todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo, mis manos jugaban con la tela de mi suéter mientras formulaba en mis pensamientos mi próxima acción.