TRUE - Draco y Hermione

Capítulo 3 - complacencia

Capítulo 3
Complacencia.

El ruído de Ron y Harry me sacó de mis sueños profundos, miré el reloj y marcaban justo las 5:00 am, lo cuál hizo abrir mis ojos de par en par. ¿Qué hacían despiertos si nisiquiera salía el sol? En especial Ron qué era el último en despertarse en esa casa.

Froté mis ojos y me estiré hasta sacar un suspiro hondo. Al quitarme la camisa de pijama y dejar mi torso desnudo pude notar la herida debajo de mi brazo derecho, eso me logró evocar un recuerdo.

"HERMIONE DAME LA VARITA, NECESITO HACER ALGO"

"ellos ya se fueron" "no pertenecen aquí"

La palma de mi mano hizo tacto contra mi cien mientras sacudía un poco la cabeza.

"Cosas del presente es mejor aventajar".

Mis ojos firmes a ese recuerdo me hicieron oprimir mis manos en un puño, mis piernas temblaban y mi pecho desnudo subía y bajaba con lentitud.

Cerré los ojos y rompí un suspiro largo.

Duré así más o menos 20 segundos.

La agonía qué me provocaba recordar era infernal. Una espina inlavable.

Sangre seca sin poder lavar.

Desearía aveces levantarme y no tener presente cualquier evento pasado de mi vida.

O quedarme con solo lo bueno y aprendido.

Me levanté y dirigí hacia el baño, mojé mi cara unas dos, tres, y cuatro veces mientras prendía la ducha, terminé de sacarme las prendas cuando el sonido de la madera sonó.

—Hermione, ¿estás despierta?—la voz de Harry sonaba por lo bajo a través de la puerta—necesitamos decirte algo.

Tragué hondo y pensé que tan preocupante sería esa llamada a la puerta, eran las 5 de la mañana, ellos no me dirían una tontería ni mucho menos algo recurrente.

Me preocupé por el tono de su voz, áspera y entrecortada.

—espera un momento—fué lo único que pude espetar.

Me bañé de una forma rápida y salí afuera, con aún la toalla en mis manos me dispuse a vestirme rápido.

Una vez la puerta abierta Harry entró.

Estaba pálido, sus ojos mirando a todos lados discretamente hasta que logró conectar con mi vista, me observó de manera suave y se sentó en una esquina de mi cama.

—perdón la hora—soltó con una media sonrisa rápida—Verás...—tomó una larga pausa, sólo lo miré aún levantada a unos pocos metros de él, apoyada a una mesa de madera—Ron y yo estábamos discutiendo algo, y quería también decirte a tí.

—¿sobre qué?.

—me voy a ir unas semanas de aquí.

Parpadeé lentamente y junté un poco mis cejas, no entendía nada, ¿por qué se tendría que ir?.

—Harry, ¿por...

—necesito hacer unas cosas—se notó un poco más calmado, observé sus manos y estaban tranquilas—disculpa si te lo digo así, no quería ser tan precipitado, de hecho lo estuve pensando varios días.

—¿a dónde irás?—mis palabras salieron automáticamente, como si mí subconsciente hubiera hablado por si sólo.

—con el profesor Slughorn—dijo mientras tocaba sus nudillos levemente—necesita de mi ayuda para unos arreglos.