TRUE - Draco y Hermione

Capítulo 21 - En Medio

Capítulo 21
En medio.

Le pido a Salazar me perdone.

Pero necesitaba volver a indagar sobre su característico sabor.

Ambos escapados y ocultos. Con solo la chismosa de McGonagall sabiendo nuestra implacable junta.

No me iba a doblegar por ella. Nunca lo haría. Primero ella se arrodillaría a mi a yo ceder. Indagaré hasta donde yo quiera acabar. Hasta donde la curiosidad se esfume y de nuevo quede el odio sembrado de todos estos años de colegiatura.

Eso haría hasta calmar mi sed.

Porque no quiero aceptar algo que no es...atracción.

Jamás.

Me dirigí a zancadas a su dormitorio y sin tocar anticipadamente abrí la puerta de un trancazo.

Granger se encontraba en una situación que a ninguno de los dos nos convenía por las buenas.

Estaba completamente despojada de sus prendas, su piel brillante cremosa iluminada por una luna de medianoche. Su palidez llegando a su cuerpo al momento de colocarse la manta de dormir sobre ella rápidamente.

Parecía un conejo asustado, pero no temblaba, se mantenía firme sobre sí.

Por mi parte había extrañado todas esas noches el aroma de su cuarto y algo dentro de mi se endurecía por completo.

—vete o te hechizo—fueron las únicas palabras que salieron de sus rosáceos labios que tentaban y hacían que mi parte baja doliera en pulsaciones fuertes.

Me dolió por un momento la cabeza, haciendo renegar todas sus objeciones, mis pies levemente se acercaban más para tener su esencia entre mi nariz.

Ella se alejaba, buscando con sus manos sin quitar sus ojos de los míos su varita.

Pero antes de que siguiera indagando la tomé de la muñeca, y mis ansias de poseerla se volvieron más imponentes haciéndo chocar su espalda húmeda de un previo baño hacia la pared.

—Malfoy, te advierto que...

—que me hechizarás si te hago algo... eso dirás. ¿No?.

Coloqué mi cuerpo más cerca, chocando con el de ella. Por unos segundos noté como se estremeció debido a mi endurecido miembro sobre su estómago y eso hizo hervir mi sangre de una manera descomunal.

—vete, estás delirando, bipolar.

Reí con boca cerrada—¿sólo yo?.

—sí.

Su afirmación con determinación hizo que la enfrentara aún más.

Pero cuando estuve a punto de debatir se lanzó hacia mí en un beso desesperado, dejándome por completo atónito.

Joder, Granger siempre hacía que me saliera por completo de mis casillas.

Mis ojos en sorpresa volvieron a dominar sobre ella, tomando su mejilla y hundiéndome más en sus labios.

Ella lo disfrutaba, le encantaba y eso me prendía jodidamente más.

La tomé del cuello apretándola más sobre mi y la pared, arrancando con mi mano libre la manta quedando completa a mi merced.

Su desnudez, al fin visualizándola como debía ser, era algo de otro mundo, ella notó mis ojos sobre su pequeño cuerpo y trató instintivamente de volver a colocarse la manta. No se lo permití, volviendo a degustarme en sus esponjosos labios que emanaban la lujuria del momento.