Capítulo 32

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| Heeseung |

Seguía en el lugar al que siempre iba con Eunji, nuestro lugar. Me preguntaba si en algún momento vendría o si aunque sea tendría un mínimo de ganas de verme, pero yo tenía claro que nada de eso sería posible.

Conozco a Eunji y estoy casi seguro de que no me ama y solo estaba buscando una salida para evitar todos sus problemas y todos sus conflictos consigo misma, pero no la culpaba.

Yo no podía culpar a nadie después de todo el daño que le había causado a tanta gente.

Me tiré en el suelo, cerrando mis ojos para intentar despejar mi mente, pero era imposible, ni siquiera quería volver a casa porque sabía que Jake estaría allí. Últimamente estaba siendo tan débil e inútil que ya ni siquiera me reconocía o tal vez, siempre fui así y nunca lo había notado.

Sentí como el aire fresco golpeaba mi cara y hacía que mi cabello se moviera en distintas direcciones. Solté un suspiro y todos los recuerdos me golpearon fuertemente, todo lo que había pasado con Eunji y todo lo que había vivido con ella, en un principio solo la quería para algo sexual, pero realmente me había atrapado y ahora no tenía salida.

Mi corazón le pertenecía a ella y eso nunca cambiaría.

Comencé a sentir una presión en mi pecho y un nudo en mi garganta, indicándome que en cualquier momento mi debilidad aumentaría y comenzaría a llorar como si de un niño pequeño se tratara.

Ya no sabía qué hacer con mi vida. No sabía que rumbo tomar o como actuar en esta situación, estaba asustado y me sentía perdido.

Sin pensarlo mucho me levanté del piso, saliendo del lugar para intentar tomar un poco de calma, caminé por las calles mirando como todo el mundo estaba tan feliz y entusiasmados, logrando que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

Tal vez si yo no estaba feliz era porque realmente no lo merecía.

Mordí levemente mi labio inferior y tomé el aparato que se encontraba en el bolsillo de mi pantalón, con mis manos temblorosas marqué el número de Eunji y mientras el molesto sonido de espera me aturdía seguía caminando por las calles llenas de gente, chocándome con todos los que pasaban cerca de mí.

El celular siguió repicando en mi oído por unos segundos, aunque yo seguía con la esperanza de escuchar la voz de Eunji al otro lado.

Sin respuesta.

Volví a marcar su número, sintiéndome un poco desesperado e inútil porqur sabía perfectamente que me estaba ignorando. El dolor en mi pecho se intensificó y sentí como mi cuerpo se tensó.

Iba a colgar la llamada hasta que sentí como la línea del otro lado atendió.

── Eunji, joder... ── Dije en un tono bajo mientras sentía como mi corazón se paraba por un momento y todo mi ser se debilitaba por los nervios.
── Por fin contestas ── Agregué al mismo tiempo que guardaba mi mano izquierda en el bolsillo de mi pantalón y solté un suspiro pesado.

── ¿Qué quieres Heeseung? ── Su voz se escuchó fría y distante, se sentía como si estuviera hablando con una completa desconocida.

Tal vez eso era ahora Eunji para mí, una desconocida.

── ¿Podemos hablar? ── Pregunté con un tono de voz débil sin saber muy qué decir o qué hacer, ella de verdad estaba acabando por completo conmigo.

No hubo respuesta, aparté el teléfono de mi oreja para asegurarme que no había colgado y solté un suspiro al ver que todavía seguía en la llamada, volví a poner el aparato sobre mi oreja y cuando iba a hablar ella lo hizo primero.

── Está bien ── Escuché un pequeño suspiro por su parte y supe que no era lo que quería. ── Nos vemos frente a la cafetería donde nos conocimos ──

Cuando iba a contestar, sentí como colgó y me sentí un poco nervioso por el hecho de que la tendría frente a mí dentro de unos minutos, volvería a ver esos ojos que tanto extrañaba y que me hacían creer que las cosas no eran tan malas.

Tal vez era contradictorio el hecho de que la persona que más daño me hacía era la única que me podía hacer pensar que todo estaría bien.

Al estar ya frente a la cafetería el sentimiento de nostalgia se apoderó de mí y solo anhelaba poder volver al primer día cuando conocí a Eunji en este mismo lugar, tal vez si volvía al pasado todo podría ser diferente y las cosas entre nosotros si estuvieron bien.

Porque las cosas entre nosotros aún no han acabado, ¿No?

Esperé durante unos minutos y cuando escuché unos tacones golpeando el piso y llegó a mis fosas nasales ese perfume de mujer cara, supe que se trataba de Eunji, giré mi cabeza para verla y tenía su mirada fija en el piso mientras se mordía el labio inferior.

"Hey" Dije en un tono bajo y su mirada subió hacia mí, haciendo que perdiera el control total de mi persona porque lamentablemente ese era el efecto que Eunji tenía en mí, no importaba cuál fuera el lugar, cuál fuera la hora o cuál fuera la circunstancia, siempre sería igual.

"Heeseung" Su voz salió débil y aunque quería abrazarla sabía que lo mejor ahora era manetener distancia, las cosas no estaban bien y no quería que fueran a peor. "Yo... En verdad siento lo que has pasado, nunca pensé que podrías terminar en el hospital por mi culpa" Noté como comenzó a jugar con sus manos mientras hablaba y evitaba mi mirada por completo. "Con todo esto me he dado cuenta de que no te hago bien. Además no te amo, nunca lo hice y no quiero volver a estar cerca de ti" Al escuchar esas palabras salir de su boca sentí como mis ojos se cristalizaron, sentí como por unos segundos mi respiración se detuvo y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

¿Si ya lo suponía por qué me estaba sintiendo tan mal? Solo podía pensar en todo lo que habíamos pasado juntos, era imposible que nunca me haya amado y si era así, pues era una increíble mentirosa.

"Espera..." Intenté hablar, pero mi voz se cortó y sentí como una lágrima bajó por mi mejilla derecha. "No estás hablando en serio, no? Eunji, si me mientes solo me harás más daño" Me sentí vulnerable al llorar frente a ella, así que limpié mis lágrimas rápidamente, pero estas no tardaron en salir otra vez. Sería inútil intentar ocultar lo mal que me estaba sintiendo.

"Estoy hablando bastante en serio, Heeseung" Las palabras salieron de su boca con tanta indiferencia y amargura que lo sentí como una puñalada directo a mi corazón.

Aún con mi vista nublada por mis lágrimas, logré ver como llevó su mano al bolsillo de su chaqueta y sacó el collar que le había regalado el día que conocí a sus padres. Lo extendió sobre mi pecho y yo lo tomé, sintiéndome un poco desconcertado.

"Ya no lo quiero, ni lo necesito" Fue lo último que escuché de su boca antes de que se diera la vuelta y me dejara completamente solo acompañado de mis lágrimas y el regalo que tanto pensé que le había gustado.

Me dolía el pecho y sentía como mi cuerpo comenzaba a sentirse débil, inconscientemente me tiró en el piso y tapé mi cara con ambas manos, ignorando por completo si perturbaba la caminata de otros o si parecía ridículo. Solo quería desaparecer y tal vez así todo sería mejor, más fácil.

Entonces, supongo que este si era el final de nosotros.

Aunque ni siquiera existía un nosotros desde hace mucho tiempo.

It's always you  "Lee Heeseung„Donde viven las historias. Descúbrelo ahora