Capítulo 7|"Car'sOutside"

88 8 0
                                    

Nuevamente ahí estaba, su mirada seductora, capaz de hacer caer al mismo diablo a sus pies.

Su nuevo intento de levantarse y caminar hacia mi tuvo éxito. Lo tenía delante, me agarró de la cintura pegandóme a él.

Ya estaba completamente nerviosa e inquieta.

—Sueltame— pido de un susurro, tratando de mirar a otro lado, pero en realidad no quiero que lo haga.

Su frente se une a la mía y puedo sentir su aliento caliente mezclando se con el mío. Mi corazón se dispara en latidos intensos e irregulares, y un puñado de mariposas comenzaron a revolotear en mi estómago.

—No— susurra. —No Arcane. Vamos a dejar los juegos, no quiero seguir teniendo que imaginar que te tengo, no quiero seguir fingiendo que no quiero tenerte.

—Hades...— trate de hablar, pero mis cuerdas vocales estaban fallandóme.

—Dejame besarte...— susurro, con frustración.

—No.

—¿Por qué no? Te recuerdo que estoy borracho, olvidaré todo.

—Hmm, contesta bien está pregunta y quizá te deje besarme: ¿Quien era esa chica?

Hades elevó las cejas con arrogancia.

—Nadie, fue demasiado fácil.

—¿Nadie?— solté una risita. —eso seré yo cuando logres lo que quieres. Esa repuesta es medio incorrecta, por lo tanto sería medio beso.

Él sujeto mi rostro entre sus manos, y me acerco hacia el suyo.

—No me gustan los besos a medias, y estoy casi seguro que a ti tampoco.

—Tienes razón— acepte, rodeando con mis manos su cuello. —Conmigo lo es todo o no es nada.

Me agarró del cuello y me estampó un beso.

—Te demostraré que serás ese nadie para mí siempre,— me apunto con el dedo. —pero ahora llévame a mi habitación.

«Joder, que había sido eso, me había encantado, fue prácticamente como una película, tanto que mi cabeza género la canción de: "♪Car'sOutside-JamesArthur♪". Había sido mágico.»

Le ayude a subir a su habitación. Quite sus zapatos y camisa no quise tocar su pantalón, que pena.

Instantes después...

Con Hades durmiendo ya no quedaba mucho que hacer, solo irme a dormir también. Justo cuando entraría a mi habitación Hadiel llegó. Se acercó a mí. Tenía sus manos detrás.

—Te traje algo— enunció, olió con su nariz. —¿Estabas tomando?

—No— respondí rápido. —Hades llegó borracho, y le ayude.

—¿Y porque se te pego tanto el olor?

—No lo sé.

Él me miró no muy convencido. Extendió sus manos alante, sostenía un ramo de rosas negras, eran sumamente hermosas.

—Son para tí— dijo mirándome, con esos ojos color cielo.

—Hadiel yo.. no tengo palabras para describir lo feliz que me siento— le dije, jamás me habían dado flores, jamás.

—Yo tampoco encuentro las palabras para describir lo que siento por tí.

«Carajos me sentía tan bien, Hadiel me hacía sentir débil, pero no podía hacer esto, estaba mal.»

—Sabes, cuando estás cerca es imposible no sentirme débil— sonrió apretando un poco los labios.

«Valla no sé que decir.»

Los Hermanos Down [PROCESO] © [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora