CAPÍTULO 2

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Louis temblaba contra el ancho peto del ángel mientras lo él llevaba a través de un vestíbulo poco iluminado de un elegante hotel. Miró a su alrededor a la vez que se ocultaba para esconder la sangre que había en su rostro.

Nadie les miraba, lo cual significaba que aquél era un hotel de muchas estrellas, de aquellos en los que los trabajadores no hacían preguntas, ni siquiera cuando uno de sus huéspedes entraba pasada la media noche con un hombre ensangrentado entre los brazos.

Ninguno de los presentes podía verle las alas.

Harry se detuvo brevemente en la puerta, supuso que estaría cambiando su apariencia. Cuando lo miró, Louis fingió sorpresa. Tenía miedo de que se diera cuenta de que él podía ser capaz de ver su armadura y sus alas a pesar de que hubiera alterado su aspecto a un humano normal.

Necesitaba eliminar el veneno de su sistema y aquel ángel no le había mentido cuando le había dicho que lo podía ayudar. Era mucho más rápido y más fácil dejar que él se ocupara de eso, que intentar encontrar al médico demonio local para que se lo extrajera.

Se había comportado como un tonto. Al intentar escapar de él había acelerado la propagación del veneno por su cuerpo y estaba a punto de entrar en la fase final. Si eso ocurría la toxina acabaría matándolo.

Harry parecía impaciente mientras esperaban que el ascensor les llevara a la habitación. ¿Acaso era consciente de la gravedad de su situación? ¿Sería demasiado tarde para salvarlo?

Se dio cuenta de que el pánico se apoderaba de Louis cuando éste se agarró del peto de su armadura y apretó, con una respiración que empezaba a ser entrecortada. Se concentró en él para conseguir que desapareciera el temblor.

—Sólo un poco más —le susurró. La suave profundidad de su voz lo tranquilizó un poco—. Aguanta.

Los brillantes ojos verdes del ángel se posaron sobre los del humano. Los reflejos se movían dentro de ellos de una forma habitual en los iris de todos los ángeles.

Cuando Louis conoció a un ángel por primera vez, aquello lo había asustado más que ver sus enormes alas. No había nada en ellos que pareciera real. No eran de este mundo. Eran otra cosa.

Sin embargo, este ángel parecía real, justo ene se momento también pensaba que era muy hermoso. La preocupación se reflejaba en sus ojos y lo agarraba con fuerza de un modo muy tranquilizador.

Harry sonrió cuando el ascensor emitió un pequeño pitido y se abrieron las puertas.

—Sigue aguantando —le dijo nuevamente.

Louis asintió perdido en su mirada.

Salieron al pasillo y él se agarró de su cuello cuando el ángel peleó por abrir la puerta con él en brazos. Sus dedos le rozaron la nuca y acariciaron mechones de su pelo ondulado. Se quedó muy sorprendido cuando al apartarse un poco vio en sus ojos que también estaba afectado por el tacto.

Sabía que los ángeles eran muy sensibles y que era casi prohibido que fueran tocados, a algunos les repudiaba esa acción de los humanos, pero también sabía que no eran santos, que también eran tan frívolos y apasionados como cualquier humano cuando se les daba la oportunidad. ¿De qué lado estaba este ángel?

Deseoso de saberlo, entrelazó los dedos en los mechones de pelo chocolate que caían en los hombres del ángel. Harry se quedó helado. Louis sintió cómo lo observaba y le devolvió la mirada con timidez. Una parte de él se asustó de lo que veía en los ojos de aquel extraño ser.

De repente los ojos de Harry eran mucho más claros, el verde había cambiado a dorado. Y los tenía fijos en él. Cuando Louis enredó aún más los dedos en su pelo y separó los labios, al ángel se le dilataron las pupilas.

ÁNGEL CAZADOR DE DEMONIOS (LS AP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora