Louis cruzó los brazos sobre su cuerpo para protegerse del frío.
Sus dedos rozaron los rasguños que tenía en el brazo izquierdo de su gruesa chaqueta y acarició las costuras. Se le dibujó una sonrisa en los labios, pero ésta desapareció en cuanto recordó el día en que había conocido a Harry y empezó a dolerle el corazón.
¿Lo volvería a ver algún día?
Bajó la cabeza y siguió paseando por la montaña mientras pensaba en los momentos que había pasado con el ángel. Empezó a reírse con melancolía.
Le echaba de menos.
No le había vuelto a ver desde que aquella luz les había arrastrado hasta el Cielo junto al último de los demonios que tenía que cazar. Harry había intentado quedarse con él, pero unos ángeles con largas lanzas y armaduras azules los habían separado: a Louis se lo habían llevado por unos pasillos blancos, y a él lo habían llevado hacia el otro lado.
De nada había servido que hubiera preguntado por él infinidad de veces y hubiera suplicado al equipo médico que lo cuidaba que le dijeran si estaba bien. Nadie le habló. Una vez lo hubieron curado, se quedó dormido y acabó despertándose en la habitación de aquel hotel.
Solo.
Se estremeció al recordar lo que había sucedido y el incesante dolor en el pecho que sentía desde aquella noche. Siempre que pensaba en Harry le dolía el corazón. Era incapaz de quitárselo de la cabeza. Quería volver a verlo. Necesitaba saber si estaba bien. No le importaba que ya no pudieran estar juntos o que el Cielo prohibiera su relación y se tuvieran que olvidar de su amor. Sólo necesitaba verlo por última vez.
Se regañó a sí mismo en silencio por ser tan débil y aferrarse a aquel sueño absurdo.
Harry se había ido.
Suspiró y frunció el ceño mientras observaba la hierba húmeda. Los gélidos dedos del viento le acariciaban la piel y se la congelaban. El otoño estaba dejando paso al invierno y pronto tendría que dejar de esperarle. No podía seguir ignorando sus obligaciones como cazador mucho más tiempo.
Tenía facturas que pagar, una ciudad que proteger... su vida era un desastre. Todo el mundo hablaba de él. Volvió a la Novena Nube a ver si sabían algo del ángel y los clientes habituales lo recibieron con desconfianza. Ni siquiera Zayn le había dirigido la palabra.
Observó el montañoso paisaje. Apretó los brazos alrededor de su cuerpo con un poco más de fuerza. La ciudad se extendía ante él y se perdía en la lejanía, salpicada con miles de luces amarillas que brillaban tanto como las estrellas.
Antes de conocer a Harry aquélla era su vista favorita de Londres. Ahora sólo podía pensar en lo mágica que le había parecido la ciudad cuando la pudo observar desde las alturas entre los fuertes brazos de su ángel.
Maldita sea. Harry no iba a volver nunca y no iba a conseguir nada si se pasaba el día entero pensando en él.
Louis era un hombre fuerte y tenía trabajo que hacer. Algunos demonios habían estado deambulando por la ciudad aterrorizando a otros demonios menores, y él no había intervenido.
Había llegado la hora de seguir adelante, reponerse y volver a hacerse cargo de su negocio. Había llegado la hora de demostrarle a todo el mundo que seguía siendo el mismo valiente y peligroso hombre que había sido antes de enamorarse de un ángel.
En realidad, aquello lo había hecho mucho más fuerte.
Apretó los puños y se irguió mientras notaba que la determinación se volvía a adueñar de su ser. Iba a proteger aquella ciudad. Conseguiría seguir adelante y tal vez algún día se volvería a reencontrar con Harry.
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ÁNGEL CAZADOR DE DEMONIOS (LS AP)
FanficHarry es uno de los mejores ángeles cazadores del Cielo y se encuentra en Londres llevando a cabo una misión: descubrir el motivo por el cual un ángel a su cargo decidió trabajar con demonios. Pero cuando casualmente es testigo del ataque de un demo...