CAPÍTULO 9

66 6 0
                                    

Notó que los suaves labios de Louis le besaban la mejilla. La luz empezó a hacerse paso en su mente.

Intentó alcanzarlo mientras terminaba de despertarse, pero cuando alargó los brazos él ya se había ido. Harry suspiró cuando lo oyó caminar con delicadeza por la habitación. Luego estiró los músculos en aquella cálida cama. Era incapaz de recordar algún tiempo en el que se hubiera sentido tan relajado y tan contento.

Ni siquiera le molestaba pensar en aquella terrible pelea con el demonio y haber estado tan próximo a la muerte. Louis había ahuyentado aquel miedo y el horror de aquel recuerdo. Había aliviado su pesar con besos y palabras de afecto que le susurraba en cada momento.

Se le escapó otro suspiro y abrió los ojos para quedarse mirando fijamente el techo de aquella habitación. La cálida luz del sol se colaba en el dormitorio a través de las dos altas ventanas que había a su derecha y llenaba el cuarto con un cálido brillo. Faltaba muy poco para que se pusiera el sol. Aquél era su momento favorito del día, pero jamás se había sentido de esa manera.

Nunca había sido tan feliz.

Jamás se había dado cuenta de lo solo que se sentía. La compañía de Louis, su presencia le habían dado mucho más sentido a su existencia del que le había dado la caza. Ahora vivía para verlo sonreír y escuchar su dulce voz.

Sonrió al oírlo cantar. Cantaba como un ángel y con una alegría que le hizo sonreír con más ganas. Tal vez él también fuera feliz. Realmente lo parecía.

Aquella sensación de absoluta felicidad ya había sido evidente aquella mañana cuando pasaron a agradecer y decir adiós a Zayn y a la enfermera del centro médico de demonios. La expresión del vampiro era tan oscura como la noche y había mirado a Harry con maldad en los ojos. Louis también había sido víctima de su escrutinio, por lo que había decidido escapar rápido a la luz del sol, así el vampiro no podía seguirlos.

Cuando llegaron a la calle, Louis se sonrojó con intensidad, consciente de que Zayn les había oído hacer el amor. A Harry, en cambio, no le importaba. En realidad, se alegraba mucho de que los hubiera oído. Ahora el vampiro sabía que él era suyo.

Esperaba no volver a necesitar nunca la ayuda del líder vampiro.

No podía dejar de pensar en aquello y en otras cosas que habían sucedido cuando estaban en el club y en aquel tejado. Ya habían matado a dos de los demonios, pero seguía quedando uno. Necesitaba encontrar una forma de encontrar al que quedaba y capturarlo.

El deseo de venganza lo recorrió como un fuego salvaje y fiero, pero consiguió sofocarlo. Dos de aquellos demonios ya habían muerto. Necesitaba al tercero para que el Cielo pudiera interrogarlo y poder llegar al fondo de la conspiración que se había entretejido.

Tenía que haber un motivo por el que un ángel hubiera accedido a trabajar con ellos. ¿Tendría que ver con aquel club del que le había hablado Louis? Ni él ni la dueña de la Novena Nube parecían aprobar lo que allí ocurría. ¿Estaría considerado tabú en el mundo de los demonios? Él había cazado entre mortales y demonios durante siglos y jamás había oído hablar de aquel lugar.

Los demonios dirigían un local donde los mortales se convertían en esclavos, pero ni Louis ni la dueña de la Novena Nube pensaban que estuvieran matando a los clientes. Harry no lo podía entender.

Si lo estuvieran haciendo, los humanos se darían cuenta de que algo ocurría en aquel club y se mantendrían alejados de él. Sin embargo, algo ocurría detrás de aquellas puertas. Debía de tener alguna conexión con lo que había ocurrido años atrás cuando los demonios destruyeron aquella fábrica con más de cien cuerpos humanos en su interior.

ÁNGEL CAZADOR DE DEMONIOS (LS AP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora