Bella Ricci, una modelo que apenas empieza en el mundo de la moda decide salir de fiesta para celebrar el 20 cumpleaños de su mejor amiga sin saber que esa noche marcaría un antes y un después en su vida.
Bella se tiró en el sofá y agarró el mando de la televisión para ver algo.
—¿Estás enfadada? —Abel apareció y se sentó a su lado.
La joven le hecho una mirada rápida de manera seria y le ignoró completamente. En el fondo no estaba enfadada, no era capaz de enfadarse con Abel, tan solo quería picarle.
—¿Vas a ignorarme todo el rato? —preguntó de nuevo. —Es para saber si hacer lo mismo o no.
Bella rió levemente ante Abel y se incorporó para abrazarle. Abel no se lo esperaba mucho pero no dudó en envolverla entre sus brazos mientras sonreía con calidez.
—No me puedo enfadar contigo después de la cena tan bonita que hemos tenido. —exclamó alzando su cabeza para mirarle a los ojos aún abrazada a él mientras que Abel miraba hacia abajo mirándola también.
—¿Pues porque no dejamos de actuar como niños pequeños? —preguntó Abel riendo.
—Has empezado tú...
—Solo quería acorralarte, pero mejor acorralarte así. —la abrazó con más fuerza hasta que casi se le salieron los ojos a Bella.
—¡Suéltame gilipollas! —exclamó intentando deshacerse del abrazo mientras Abel reía y la dejaba ir. —Casi me ahogas.
Bella rio levemente ante la risa de Abel y le dio un empujón.
—¿Dejas de reírte ya de mí y vemos algo? —preguntó Bella.
—Está bien, que quieres ver? —Abel dejó de reír y se incorporó en el sofá al lado de ella.
—No se, te apetece algo de miedo? —Bella le miró con cara de ilusión.
Desde que era muy pequeña siempre le había gustado ver películas de terror y se consideraba experta en esas películas. De hecho según ella cualquier película de miedo debía ser muy buena para asustarla.
—Sii, me encantan las películas de miedo. —exclamó Abel devolviéndole la sonrisa.
Abel se levantó del sofá mientras Bella elegía la película y el hacía algunas palomitas para acompañar el terror. Al volver Bella se encontraba medio estirada en el sofá, el cantante le extendió el bowl de palomitas y se incorporó a su lado para abrazarla con sus brazos y acomodarse para ver la película a gusto.
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—No hay mejor plan que esto... —murmuró Bella sonriente.
—¿Prefieres esto que salir de fiesta?
—Mil veces antes, sin duda alguna. —respondió segura.
Bella nunca había sido mucho de salir de fiesta aún que a partir de cumplir los 16 era cierto que si que solía salir bastante ya que sus amigas siempre lo hacían y no quería quedarse atrás, pero lo normal para ella era hacer planes en casa. La fiesta le aburría y el hecho de estar en un lugar cerrado con gente constantemente empujándote no le parecía entretenido.
