Bella Ricci, una modelo que apenas empieza en el mundo de la moda decide salir de fiesta para celebrar el 20 cumpleaños de su mejor amiga sin saber que esa noche marcaría un antes y un después en su vida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me levanté desconcertado. No sabía dónde estaba y tenía fuertes pinchazos en la sien.
Sentía como si me hubieran dado la mayor paliza de mi vida. Me dolía todo el cuerpo y la cabeza me estaba matando. ¿Que me había pasado?
Logré distinguir dónde me encontraba. Era mi casa, la de siempre. Estaba estirado en mi cama como cualquier otro día, pero solo llevaba mis calzoncillos. No entendía nada. Me levanté de la cama posando ambos pies en el suelo y tratando de centrarme.
Con todos mis esfuerzos logré mantenerme en pie y me vestí cómodamente para comer algo ya que mi estómago se sentía completamente vacío. Como si no hubiera comido o bebido nada en años. ¿Que me pasaba?
Al bajar hasta la cocina mis oídos comenzaron a pitar ante el ruido de música, y fue ahí cuando vi a Selena con una camiseta mía y en ropa interior mientras cantaba al ritmo de In The Night y untaba dos tostadas con mermelada.
Ahora si que no entendía nada. ¿Dónde estaba Bella? ¿Que hacía Selena en mi casa? ¿Porque iba así vestida? ¿Porque parecía que había estado en coma durante años? No recordaba nada y poco a poco sentía como mi mente iba a colapsar.
—Selena, largo de mi casa. —dije bajando el último escalón. —No se que coño haces aquí pero quiero que desaparezcas.
Selena separó su mirada de las tostadas y me miró desconcertada.
—¿Pero qué dices Abel? —dijo frunciendo el ceño. —Hemos pasado la mejor noche y ahora me echas así?
Mi corazón empezó a acelerarse. ¿Que cojones había hecho?
—¿De qué cojones estás hablando Selena?
—Me has follado Abel. —exclamó Selena haciendo que algo dentro de mi se rompiera. —Y lo has hecho porque en el fondo aún me quie-
—¡Cállate joder! —grité con rabia lanzando un vaso al suelo rompiéndose en mil pedazo y asustando a Selena. —¡Yo no te quiero, Selena! ¡Yo amo a Bella joder!
El silencio reinó la sala de nuevo, pero no había rastro de la calma. Yo seguía exaltado y no podía pensar bien, estaba ofuscado y solamente quería estrangularla a ella y a mi. ¿Como había podido hacer aquello? ¿Como había podido traicionar al amor de mi vida?
Me apoyé en la isla de la cocina tratando de centrarme, tratando de pensar cuál era la manera correcta de actuar frente a la situación en la que me encontraba.
—Abel no te pongas así... —sentí como sus frías mano se apoyaban en mis hombros.
—No me toques. —escupí como veneno apartándola de mi con un movimiento brusco.
Me sentía sucio de tan solo pensar lo que había hecho con ella. Bella no salía de mi mente en ningún momento y cada vez que veía su rostro en mi cabeza me entraban ganas de llorar y gritar. ¿Como había pasado todo aquello?
—Sea lo que sea que ha pasado esta noche entre tú y yo, quiero que se olvide. —exclamé sin mirarla. —Quiero que te olvides de mí de una vez por todas y que me dejes en paz.
—Abel, no lo entiendes...
—Si lo entiendo Selena. —la corte bruscamente. No quería escuchar nada de lo que tenía que decir. —Estas obsesionada conmigo porque sabes que la cagaste haciéndome tanto daño y ahora no quieres dejarme ir, pero lo único que consigues haciendo esto es que te odie aún más. Que te odie con todo mi ser y todo mi alma, así que te lo pediré por última vez. Lárgate de mi casa.
—Abel... —trató de volver a hablar.
—¡Ya! —grité asustándola.
Sin decir nada más obedeció mis órdenes y subió a mi cuarto para coger sus cosas.
—Asegúrate de que no te dejas nada para tener una excusa para volver. —dije mirándola fijamente. —Se como eres, y se lo que piensas, así que cógelo todo, porque no te dejaré volver a entrar a esta casa a partir de hoy.
Selena permanecía en silencio. Tal vez por fin había admitido la derrota, aun que me parecía raro y me aseguraría de siempre vigilarla desde la lejanía. No me fiaba de ella ni un puto pelo.
Finalmente cuando acabó de coger sus cosas la acompañé hasta la puerta para que de una vez por todas desapareciera de mi vida y de mi relación con Bella. Aún que no sabía nada sobre mi chica ni en que punto de nuestra relación estábamos. Estaba muerto de miedo por dentro.
Cuando Selena ya estaba fuera trató de decirme algo, pero le cerré la puerta en su cara con mucho gusto y me quedé apoyado en la puerta unos minutos.
Pensaba, pensaba sin parar. Mi mente iba a mil quilómetros por hora y sentía que en cualquier momento mi corazón exploraría. Necesitaba hacer algo, y necesitaba hacer algo ya. Quedarme de brazos cruzados pensando en lo mucho que la había lidiado y el problema que tendría no me ayudaba en nada, debía actuar, no esperar a que algo pasara, y eso iba a hacer.
───── ❝ 𝐚fter hours ❞ ─────
Siento la inactividad de nuevo, soy un pedazo de culo que no tiene ganas de escribir JAJAJA perdonnnn❤️
De nuevo gracias a todos aquellos que aún así leéis la historia y a todas esas personas nuevas que empiezan con esta aventura entre Bella y Abel.
