POV LISA.
DÍA DIEZTenía los labios todavía hinchados de los besos que me había dado Jennie en el barco el día anterior.
Estaba deseando que se rindiera al fin antes mis paseos no tan sutiles al baño en mitad de la noche, pero lo único que había hecho había sido darme un azote juguetón en el culo cuando volvía a la cama. Y reírse.
Esa noche, por desgracia, comenzaba “lo bueno”. En ese momento estábamos sentadas frente a su madre, su hermano y Jisoo mientras nuestro invitado de honor —el señor Watson— contaba la historia más aburrida que había escuchado jamás.
Había llegado a Blue Harbor el día anterior y al instante había tomado el control del viaje. Se llevó a Jennie a jugar al golf por la mañana — “Se puede decir mucho de un empresario por la forma en que juega al golf”—, nos invitó a Eun y a mí a un almuerzo privado —‘Quiero hablar con las dos mujeres que conocen a la mujer que hay detrás de los negocios’— e insistió en recorrer Blue Harbor en barco porque solo quería “saber si Jennie era una verdadera marinera”, cosa que sí era.
—Así que entonces me volví hacia mi director financiero y le dije: “¡Yo no opino igual!”. —El señor Watson se pasó una mano por su canoso pelo—. “¡Es mi día con mi familia!”.
Jisoo dejó escapar una carcajada forzada y el resto de nosotros nos limitamos a mirarlo, dudando de si aquello era ya el fin de su historia interminable o el desafortunado prólogo para otra.
—Disculpadme.—dijo, levantándose de la silla—. ¿Hay algún lugar en el que pueda fumarme mi puro antes del postre?.
—Yo también voy. —Jisoo se levantó.
—Os enseñaré el embarcadero.—dijo Eun mientras levantaba a Joohyun de su silla. Pasó junto a mí y bajó la voz—. ¿Te importa que se quede Lili con Joohyun esta noche? Me ha dicho que te lo preguntara.
—Claro que no. —Le sonreí.
—Vuelvo en un momento y nos tomamos el postre.
Acompañó a Jisoo y al señor Watson por el pasillo y Taehyung maldijo por lo bajo.
—¿Así que esta es la parte en donde seguimos haciendo de decorado para el tal Watson? .—Taehyung tiró su servilleta sobre la mesa—. No has respondido a ninguno de mis correos sobre este viaje, Jennie.
—Y no tengo pensado hacerlo.
—Entonces supongo que tenía razón. —Se levantó de la mesa—. Nuestro padre se sentiría avergonzado de ti ahora mismo, para que lo sepas. Probablemente esté revolviéndose en la tumba de la decepción por ver en lo que te has convertido.
—¿Y qué es exactamente en lo que me he convertido?.
—En otro maldito traje. —Se giró hacia mí—. Si me perdonáis, creo que esta noche pasaré de hacer el papel de cariñoso hermano mayor. Te sugiero que hagas lo mismo, Lisa. Estoy seguro de que se las ha arreglado para arrastrarte hasta esta pantomima de mierda. —Salió de la casa y dio un portazo antes de marcharse.
Jennie apretó la mandíbula y me estrechó la mano por debajo de la mesa.
—¿Quieres tomar un poco el aire? .—le pregunté.
No respondió.
Permaneció en silencio, estrechándome la mano cada pocos segundos y maldiciendo entre medias. Para cuando Jisoo, Eun y Watson volvieron a la mesa, había conseguido recuperar la pose de mujer de negocios.
—¿Qué día quiere que repasemos los documentos finales, señor Watson?.—Ni siquiera se molestó en pedirnos a Eun y a mí que nos marcháramos para que pudieran hablar—. No voy a quedarme en Blue Harbor mucho más, y me gustaría pasar algo de tiempo con mi prometida.
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Novia por treinta días
FanfictionNunca debería haber aceptado ese acuerdo... Hace treinta días, mi jefa -una tiburona de Wall Street- acudió a mí con una oferta que no pude rechazar: poner mi firma en una línea de puntos y fingir ser su prometida durante un mes. Si accedía, podía...