Antonio
Me quedé varado en medio de la sabana sintiéndome como el peor imbécil, ¿cómo no me di cuenta de lo que ella estaba realmente haciendo? Ahora no me querrá ver ni en pintura, es que cuando la embarro, la embarro. Suspiro extenuado, arreo a Canela dirigiéndolo hacia la casita de mi padre.
En el camino no dejo de pensar en la mirada que me dirigió Bárbara antes de marcharse y dejarme solo. Aquella mirada de decepción me dolió en lo más profundo de mi ser.
-Bárbara... Bárbara. - susurro su nombre.
Me arrepiento el no haberle prestado atención, meneo la cabeza, debe de haber una manera de que me disculpe. Yo no puedo vivir si ella está enojada conmigo Bárbara lo es todo para mí. Tendré que buscarla convencerla de hablar conmigo, aunque se niegue, este mal entendido se tiene que arreglar a la voz de ya.
Al ingresar a casa y el haber amarrado bien a mi compañero de viaje, sinceramente me espaturro en un sofá pasándome las manos en la cara y me sorprende ver a una de mis sobrinas en frente mío.
-Hola tío. - me saluda educadamente con una sonrisa.
-Hola Gabriela, ¿qué tal estás?
-Muy bien tío. ¿Y uste'? Se ve un poco...
cansa 'o, hasta angustiado. ¿Sucede algo?-No, no sobrina. No te preocupes. - le sonrió de manera calmada, espero que me crea.
-Tío Antonio, ¿sabe que puede confiar en mí, verdá? - su mirada tierna me enternece, es una muchacha muy encantadora.
-Si, si claro Gabriela.
-Bien, ¿entonces por qué no me cuenta? Será de pronto que está enamorao?
Yo sonrió inevitablemente, otra que piensa igual, es muy inteligente no lo puedo negar, sin embargo, no pienso contestarle.
-¿Qué son esas preguntas sobrina? - sonrió de lado. -¿Por qué no mejor ve si tu abuelo necesita algo? Ve, anda. - le ordeno suavemente.
-Disculpe si jui inpudente, tío.
-Imprudente, sobrina. - le corrijo.
-Eso. Ya me voy. - me sonríe y se retira.
Al pasar unos minutos todas mis terneritas se acercan a mí para hablarme todas juntas, sinceramente no les estoy entiendo nada. Hablando a la vez parecen cotorras.
-¡A ver! ¡Por favor hagan silencio! - elevo la voz y todas callan.
Cuento a cada una de ellas y falta una.
-Falta una, ¿dónde está Francisca? - les pregunto con el ceño fruncido.
-E' lo que queriamo decíle. - me responde Nazarena.
-Pa' mí que se jue de nuevo al pueblo. - agrega Genoveva, encogiéndose hombros y bajando la mirada.
No es más esto me faltaba, que se me volviera a escapar la niña.
Ordeno a que se queden tranquilas mientras yo voy al pueblo a buscar a su prima, en el camino me encuentro a mi viejo, le informo lo sucedido luego de haberlo saludo como se debe.
Desamarro a Canela montandome en su lomo dirigiéndome camino al pueblo.
Al llegar al Progreso dejo asegurado a mi bestia e ingreso al Gran Hotel dirijo mi mirada dónde está la máquina de música y la veo un poco alejada. Corro hasta donde ella está llamando por su nombre.
Me aseguro de que se encuentre bien, gracias a Dios estaba sana sin un rasguño y decido averiguar si alguien le faltó el respeto.
Francisca me dice que un hombre borracho se le había acercado pero, que la había salvado la doña y me señala donde estaba sentada.
Me vuelvo para observarla, estaba sirviéndose un chupito de tequila, decidido a agradecerle me acerco hasta ella.
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Yo No Me Enamoré
FanfictionUn nuevo desafío llega para Bárbara Guaimarán, es el desafiarse así misma que no se ha enamorado, porque La Doña no se enamora sino que utiliza a los hombres como quiere. ¿Tendrá razón? Historia basada en la telenovela Doña Bárbara y la novela liter...