El Que Las Hace Las Paga

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Antonio

Cuando salí de hacienda escuché como alguien me llamaba, me vuelvo encontrandome con el idiota de Balbino a unos metros de mi.

-Sandoval, ¿a qué has venido? ¿No me digas que pretendías meterte con mi mujer?

-Bárbara no es tu mujer payaso, ella no es tuya y no tienes derecho a tratarla como tu propiedad. - hablé dejando en evidencia mi enojo.

Balbino es un idiota que se cree el patrón de la hacienda solo porque Bárbara lo dejó estar en su cama qu ya se siente el dueño de todo, imbécil.

-Yo hablo como se me da la gana porque aquí yo... Soy el rey. - habló con seguridad y con un gran ego que me hace reír.

-No eres más que un pobre diablo, Paiba. Que le lame la botas a la doña, eres patético.

Balbino intenta ir hasta mi para golpearme, yo me preparo para agarrarlo a golpes porque yo soy de lo que no se dejan.

Un silvido peculiar hace que el payaso del capataz del Miedo se detenga en seco, bajo mi guardia al notar que se trataba de Melquiades Gamarra quien estaba detrás de él, su mirada intimida a cualquier cristiano.

-Balbino... No provoque un pleito o la Doña lo manda de comer al tuerto, ha pedido que no alboroten ni la molesten porque tomaría una siesta. Una sola cosa que la moleste es hombre muerto. - dijo con una voz que taló los huesos.

Decidí entonces abandonar las tierras e irme sobre Canela camino a Altamira.

Me quedé pensando en lo que hablé con Bárbara y que al parecer le importo mucho, no puedo evitar ilusionarme. Mi corazón bombea locamente, tan solo recordar en la manera en que me sonrió, nunca antes me había sonreido de esa forma con una mirada transparente y su rostro sereno.

¿Será que le gusto? Si es así, ¿cómo saberlo?

Cuando bajé de Canela al llegar lo dejé en el establo junto los demás caballos, ahí se encargaran de darle de beber y comer mientras yo iré a hablar con el patrón.

Ingresé a la casa grande salude a Casilda y una de mis sobrinas quien la estaba ayudando, cumpliendo más bien su castigo que ya estaba por terminar.

Voy al despacho cuando me indican que allí se encuentra Santos.

Golpeo la puerta escuchando del otro lado su aprobación para que pudiera ingresar, lo saludo formal y me quito mi sombrero.

Después de haberme saludado me pregunta el motivo de lo cual me encuentro aquí en la casa grande.

-Vine a comunicarte, que doña Bárbara viene mañana por la tarde. - le informo.

Observó su reacción y no comprendo su actitud, no sé si está feliz o si está enojado porque tiene que recibir a la causante de sus problemas.

-¿Mañana? ¿A qué hora vendrá?

-A.. Las 6 de la tarde... Mencionó que antes no puede venir porque tiene otros asuntos que hacer. - hablo un poco confundido, su cara transmite no sé, ¿a caso está hecho un tonto?

¿Qué pasó en el pueblo para que ahora esté babiando? ¿No que la odiaba o que sé yo?

Esto no me gusta.

-Tendré todo listo para cuando esté aquí. - se levanta rápidamente de la silla y lo miro confundido.

-Antonio, avisa a los demás. Esto tiene que salir perfecto, no quiero errores, tendré listo mis papeles y... Dios, tengo que informarle todo sobre el producto, ¿Antonio tú también estarás? - me pregunta de repente, ¿qué le pasa? ¿Está nervioso?

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⏰ Última actualización: Aug 01 ⏰

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