en la empresa, todas las miembros se habían dividido según su actividad, la mayoría estaba practicando baile y de no ser que habías recordado tu sesión de canto, también estarías bailando. corrías con la guitarra por lo tarde que habías llegado y luego de unos largos minutos, al cabo de una hora o más, ya podías sentirte más segura con la canción que practicabas.
la punta de los dedos te ardía como nunca, las cuerdas realmente raspaban y te había quedado tan sensible que apenas podías tocar o agarrar algo con la mano que usabas para los acordes, pero a decir verdad no te estaba importando mucho en esos momentos. estabas feliz con el progreso que habías hecho y necesitabas contárselo a alguien.
— ¡gaeul unnie!— gritaste abriendo la puerta—.
la más pequeña -de estatura- sobresaltó en su lugar, también tomaba sesión de canto y estaba en su trabajo cuando interrumpiste, sin tocar la puerta de antemano.
— y/n— dijo nerviosa, riéndose de sí misma—, me asustaste, ¿qué pasó?
sacó una silla y te invitó a tomar asiento. reíste también y tomaste asiento, rápidamente acomodando la guitarra sobre tu pierna. gaeul no podía sonreír más.
— lo siento unnie— sonreíste—. estoy avanzando mucho en esta canción y realmente quiero que la veas, ¿puedes?
asintió con la sonrisa más dulce que tenía. tomaste unos suspiros antes de acomodar tus dedos sobre los trastes y comenzar con la canción. la más romántica y suave que podías haber elegido, se complementaba realmente bien sobre tu voz, y entre todas las miembros de ive, gaeul siempre había dicho que eras su vocalista favorita.
al haber terminado, sonreíste con vergüenza mientras esperabas la devolución de la más grande. su corazón no se había calmado en ningún momento y estaba segura que el susto ya se le había pasado.
gaeul hace mucho tiempo venía participando en una batalla contra ella misma tratando de descifrar porqué sentía más adoración por ti que por el resto, y le costaba vivir con ello, pero tan solo hace unos días había aceptado que la razón de que su pecho explotara de cariño y amor no era más que porque le gustabas. ya todo ive sabía, fue la última en enterarse de sus sentimientos, y solo esperaban el día donde también aceptaras los tuyos. no era normal que tu fueras gaeul esto, gaeul lo otro.
— y/n...
se acercó más a tu silla, hablando tan bajito como era usual en ella.
— la canción es muy bonita.
— gracias~— podías sentir el calor subiendo por tus mejillas—.
demonios, ¿desde cuándo eras tan tímida?
— yo...— aclaró su garganta, sin dejar de mirarte con los ojitos llenos de amor—. ¿puedo besarte? estás tan linda ahora...
tu rostro se iluminó. ¡al fin estaba pasando! te lanzaste a ella para robarle un beso fugaz pero que había sido suficiente para ponerlas rojitas a las dos. en el impulso, la guitarra casi se resbala de tu pierna por lo que gaeul solo puede reír y sentir que le va a dar algo de tanta emoción.
— unnie. tu me gustas, desde hace mucho.
— me gustas también, y/n.
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