Su verdadero nombre Jezzly pero prefiere que la llamen Flora por su gusto por las plantas.
Su altura es casi un metro setenta y seis y no es muy robusta como las demás lobas de las tribus pero si tiene sus músculos bien marcados.
Se pinta el cabello de púrpura, al igual que su piel con líneas de ese color, pues es su color favorito y trata de verse más femenina porque tiene una personalidad muy de chico y eso le trae problemas.
Ella y Aurora son más parecidas de lo que ellas creen, porque Flora también fue rechazada por sus padres desde que era una niña.
Su manada era machista como la de Aurora y no dejaban que las hembras sean empoderadas.
Desde muy niña fue muy parecida a un chico, prefería jugar a las peleas y no a lasmuñecas, como a las demás chicas.
Sabía muy bien que no era tan fuerte como los machos así que se concentró en ser rápido y muy ágil.
Su sueño era ser la mejor y primera cazadora de la manada, y fue tanto su afán que creó su propio estilo de artes marciales y sin darse cuenta.
Adoraba pelear y nunca perdió más de dos peleas, los sorprendía saltando haciendo llaves en el cuello con sus piernas mientras con sus brazos inmovilizar los pies y rodillas.
Fanatica de las bebidas alcohólicas, siempre se emborracha en las fiestas desde sus quince años donde les permitían bebé a los cachorros.
Nunca tuvo quien la criara, ni quién le enseñará a cazar así que tuvo que vivir como nómada en su propia tribu.
Pero nunca sintió soledad porqué estaba muy concentrada cumpliendo su sueño.
A ella le gustaba mucho un lobo y no se mordía la lengua para intentar seducirlo, pero era tan tosca y macha que siempre era rechazada.
Eso no le importaba porque siempre conseguía lo quería y pronto ya tenían una relación aunque estaban claros que debía hacer un trato con su padre para poder desposar a Flora.
Estaban muy enamorados y luego su personalidad comenzó a ser graciosa, pero odiaba ser tierna y sumisa cosa que él quería que fuera.
_Estoy bien así, no quiero cambiar cachorro_ le decía muy segura de quién era y quién quería ser.
Luego comenzaron los entrenamientos para el gran viaje, ella tenía dieciséis y de nuevo nadie quiso entrenarla, ni siquiera su novio que era un cazador muy experimentado.
Se fue con una loba tierna y sumisa tal y como a él le gustaba, claro que siguieron su relación pero ya no era lo mismo, él ya no era el mismo.
Y un día mientras entrenaba sola como de costumbre, los encontró besandose en medio del río.
Ella solo sintió decepción y vacío, ya sabía lo que pasaba desde la primera vez pero tenía miedo de que fuera cierto.
Regresó a su hogar destrozada y derrotada pero luego de un rato de meditar se dijo _no puedo llorar por un chico, hay muchos ay afuera._
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Libreta de personajes
Randomaquí les daré información aparte de personajes que salen en mis libros y también de muchos que estarán por salir.