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Kim Seungmin y Yang Jeongin eran dos estudiantes de preparatoria que parecían estar siempre en lados opuestos de todo. Seungmin era el capitán del equipo de debate, serio y enfocado en sus estudios, mientras que Jeongin era el alma libre, amante de la música y con una actitud despreocupada.
El conflicto entre ellos comenzó en el primer año, cuando compitieron en un debate escolar. Ambos eran igualmente apasionados y no estaban dispuestos a ceder. Sus discusiones se convirtieron en leyenda en la escuela, y se ganaron la reputación de ser rivales acérrimos.
Sin embargo, a medida que pasaban los meses, algo comenzó a cambiar. Seungmin empezó a notar la dedicación de Jeongin a la música y su habilidad para expresar emociones a través de las notas. Jeongin, por su parte, se dio cuenta de la inteligencia y el compromiso de Seungmin en todo lo que hacía.
Un día, durante un proyecto conjunto de la escuela, Seungmin y Jeongin se encontraron trabajando juntos. Al principio, la tensión era palpable, pero a medida que discutían ideas y compartían sus perspectivas, descubrieron que tenían más en común de lo que pensaban.
El tiempo pasó y los roces se convirtieron en encuentros casuales, luego en conversaciones más íntimas. Descubrieron que sus diferencias eran lo que los complementaba. Jeongin aportaba la espontaneidad y la creatividad, mientras que Seungmin le ofrecía estabilidad y apoyo.
Finalmente, en una noche de verano, bajo el cielo estrellado, Seungmin le confesó a Jeongin lo que había estado sintiendo. Jeongin lo miró sorprendido, pero luego una sonrisa se formó en sus labios.
Así, lo que empezó como una enemistad feroz se transformó en un romance apasionado. Seungmin y Jeongin aprendieron que las diferencias no eran barreras, sino oportunidades para crecer y amar de una manera única.
Y así, juntos, enfrentaron el mundo, desafiando las expectativas y demostrando que el amor puede surgir de los lugares más inesperados.
