Cuando se camina por la calle descubrir aquel extraño lugar era demasiado fácil, una casa totalmente negra, ventanas, puertas, ladrillo por ladrillo y pieza por pieza.
Todo estaba cubierto en una pintura negra que evitaba poder ver en el interior; ¿y sabes que es lo peor de no poder ver lo que hay adentro? No saber qué es lo que te espera.
La casa se ubica en alguna parte de Europa, casi nadie que no sea un habitante de aquella ciudad conoce de su existencia. Pero aquellas personas que la encontraron, aquellas personas sobre las que esta historia está escrita, esas personas eran de naturaleza inglesa.
Para ser honestos, no quiero escribir con gran detalle los sucesos que ahí acontecieron. La casa en posesión propia se mantiene viva debido a varias circunstancias que ni yo mismo he podido comprender en su totalidad, sin embargo, la mayoría de estos factores que permiten que el hogar obscuro siga en pie, la mayoría si no es que todos, son demasiados dolorosos y repugnantes como para ser descritos con mucho detalle.
Tres muchachos y un señor que bien podrían ser padre e hijos, bien podrían estar tomando unas vacaciones lejos de sus hogares disfrutando de las vacaciones que acababan de iniciar y necesitarían un buen merito por su arduo trabajo y aquellas calificaciones que costaron mucho estudio y esfuerzo para obtener.
Mas sin embargo aquellas personas no eran sino unos criminales que gran parte de su país natal buscaba encontrar para detener así los robos de los cuales estas tres personas podían realizar sin mucho esfuerzo.
Y si bien ellos podían robar un banco o un hotel y apenas levantar sospechas podían entrar en una casa la cual según se enteraron antes de siquiera intentarlo habitaba un señor quien salía todos los días a distintas horas siempre cubierto por una capucha y un suéter que le cubría todos los brazos.
Para entender mejor la situación lo explicare de esta manera.
Estos criminales visitaron la ciudad donde se encontraba "la casa" desconocían de su existencia, solo estaban ahí para robar en residencias cuando fuese de noche, por mera diversión pues estos poseían una inmensa cantidad de euros que consiguieron en su último asalto, era algo así como un pasatiempo el robar en casas.
Llegada la media noche este grupo de malhechores caminaron, por calles elegidas al azar, parte de esta tradición era elegir la casa más bonita, o que pareciera que resguardara algún objeto preciado y entrar.
Después de tanto caminar llegaron a un barrio de aspecto añejado, las casas eran inusualmente viejas, pero muy bien conservadas y relucientes, sabían que se encontraban en el lugar perfecto. Cornelius el más fuerte de los tres (y el más experimentado) vio la casa a una cuadra de distancia.
.-Miren aquella casa, tiene un aspecto gótico.- murmullo Cornelius.- Johnny y William lo miraron con expresión de asombro y Johnny espetó.
.-Hombre, esa casa no tiene buena pinta, dudo que consigamos algún objeto útil de ese lugar, hasta dudo que alguien viva ahí, es toda de color negro.
.-¿O no será que consideras esa casa muy aterradora?.- Comentó William de forma burlona.
.-¡Estupideces! Puedo entrar a esa casa si quiero, alguien como yo no tendrían miedo a un lugar así..- A partir de aquí centraremos la historia en Cornelius...
Y así los tres se dirigieron hasta la casa, William y Johnny decidieron forzar la cerradura de la puerta delantera, mientras que Cornelius decidió rodear la casa, saltar la barda y entrar por el patio trasero.
Las plantas, el piso, las paredes, el agua encharcada que se encontraba ahí, era todo negro, Cornelius empezó a tener un mal presentimiento sobre el lugar. La puerta que conectaba el patio con la casa era solo una reja sin seguro, la abrió y esta hizo un chirrido que retumbo sus oídos, espantado cerró rápidamente mientras entraba, el lugar seguía en completo silencio, quizá no se encontraba nadie en casa, así que se confió y sacó una linterna de su chaleco, la encendió y empezó a caminar, el interior estaba echo completamente de madera negra, no habían muebles, pero tenía un aspecto tan impecable que alguien debe de estarla habitando. Fue hasta la parte delantera para asegurarse de que sus compañeros habían entrado, la puerta estaba abierta, así que pensó que ellos ya estarían en el segundo piso buscando joyas, cerró la puerta y fue hasta las escaleras, estas no eran negras, eran del color de un verde mohoso, comprobó si estas aguantarían su peso, y al tener éxito se encamino escaleras arriba, al subir notó un extraño líquido color morado que se extendía en dirección hacia una de las habitaciones, como si fuera la marca de alguien que arrastraron a ese lugar. Cornelius era una persona muy decidida y confiada, así que sin pensarlo se acercó a esa habitación, la abrió y dentro se encontraba una anciana de vestida con ropa de tonos oscuros sentada en una mecedora, esta le ignoró completamente, caía de ella ese líquido morado, trató de regresarse, pero la puerta se azotó de un portazo, acto seguido la anciano comenzó a derretirse, hasta desaparecer, Cornelius espantado se acercó pero ya había desaparecido, al virarse en dirección a la puerta notó una enorme araña sobre esta, se acercó a Cornelius y se convirtió en un extraño hombre que llevaba ropa negra, su piel era pálida, soltó un feroz gruñido que causó que se callera Cornelius, este intentó golpearlo con su linterna, pero al intentar hacer contacto con su piel esta se convertía en una especie de masa gelatinosa evitando hacerle daño, ese hombre tomó de la mano de Cornelius y lo aventó contra la pared, esta se rompió y calló sobre otra habitación, en ella pude observar como toda la habitación estaba repleta de sangre, y en el centro se hallaban las cabezas de sus amigos sobre un pequeño montón de sesos y órganos, no pudo contener el asco que sentía y vomito en el suelo manchando parte de sus zapatos, cuando logró calmarse, vio que el hombre seguía en la habitación consiguiente, se despistó por un momento y para cuando volvió su mirada hacia el hombre, el ya no estaba ahí. Se alejó de aquel cuarto lo más rápido que pudo y corrió hasta la entrada, al abrirla William y Johnny le tapaban el paso, estaban vivos, si es que se les puede llamar así. Su vestimenta ahora era negra, sus ojos ya no estaban, fueron remplazados por dos bolas viscosas negras, y su bocas se encontraban con muchas cortadas. Lo tomaron de los brazos y lo arrojaron de vuelta al interior de la casa. Al intentar pararse se resbaló y volvió a caer, el motivo de su caída era la sangre, pues por algún extraño motivo se encontraba de nuevo en aquel cuarto lleno de sangre, solo que las cabezas y los órganos ya no estaban.
Gruesas sogas que emergían de las paredes lo amarraron y lo mantuvieron aprisionado. Aquel hombre apareció y con sus filosas uñas comenzó a arrancar la piel de Cornelius mientras gruñía horriblemente, le arrancó los labios y se los comió, después de un rato de hacerlo sufrir, lo forzó a abrir su boca y aquel hombre escupió el líquido morado haciendo que Cornelius se lo bebiese, empezó a gritar de agonía hasta que el líquido traspasó su estómago y su abdomen, causándole por fin la muerte que anhelaba.
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Creepypastas.
Non-Fictionhola... tienes valentía para leer esto ¿lo tienes? pues no, simplemente no te dejaré dormir así que es tu culpa si no llegas a dormir, yo en este momento te puedo ver pero tu no a mi jajaja asustado? pues tenlo por que puedo estar en tu ventana, a...