Un sueño diferente

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Cuantos de nosotros no hemos tenido esa clase de sueños en donde al despertar, se siente como un pobre lisiado? Empapado en sudor, nervios y espasmos corporales.

Inmediatamente los olvida por completo.

Esa vez no quise que fuera asi, y al saltar de la cama aun con miles de sensaciones decidí escribirlo de inmediato, como el famoso poema de kubla khan hecho curioso, ya que fue escrito en las mismas circunstancias…

Esta fue mi experiencia…

Unas divisiones de madera muy podridas en un complejo, me hacían de vivienda en lo que parecía un hospital? Y aunque no me sentía del todo un demente, no me parecía un lugar amistoso. Estaba demasiado oscuro para distinguir que alrededor mío habían unas 40 personas muy mal vestidas en una miseria absoluta. Jóvenes, niños y familias tipo, como si fuéramos algo mas que simple pacientes, prisioneros. Pero prisioneros de que?

Al parecer había que vivir de la supervivencia, las raciones de comida eran escasas e inconstantes, y por lo general, eran guardadas para los más pequeños.

Una de las familias era muy amiga mía. El padre, un hombre con exceso de peso, calvo y muy intensivo. La madre, una mujer con rasgos alemanes y sus dos hijas omitidas a mis recuerdos me brindaron su amistad y al mismo tiempo su cariño a cambio de lo mismo para con ellos.

La siguiente imagen es muy confusa. Duermo en un catre oloriento y descuidado mirando hacia la pared. La familia detrás de mío con una vela intentaban dormir a sus niñas. De pronto, entre la oscuridad a mis espaldas y bordeando las demás camas aparece alguien susurrando miles de insultos hacia esta familia. Yo no lo vi, pero si podía sentir su presencia, e incluso, su posición exacta. Les exigía comida a toda costa, mientras ellos helados por el pavor no hacían más que llorar y rogar en voz baja.

Me hice el dormido, mientras que mi mano derecha debajo de la almohada, sacaba un cuchillo de postre mal gastado y de mango palisandro. Concentrado y con los ojos cerrados di un giro casi magistral, sin dudar siquiera, le clave el cuchillo en su garganta. Fue ahí donde note que este hombre, de cabello corto y con camisa blanca casi ocre estaba sosteniendo a una de las niñas con su mano izquierda y con la otra aun levantada hacia gestos como para golpearla. Sentí una lluvia asquerosa en mi propia frente, mientras que él, se desangraba de una manera casi cómica. Haciendo muecas con su boca y ojos, como si tratara de declarar algo al final.

Termino de tumbarse, cuando unos hombres de piel muy oscura nos sacaron a todos de esa habitación. Entre que tomaron nuestras cosas, los empujones y los gritos no supe más de esa familia.

Me tiraron hacia la izquierda por un pasillo aun de colores sepia y tenebroso. A mitad de camino del corredor, una muerta de metal que nos llevaba a unas escaleras, subimos 3 pisos.

Lo demás es poco recordable, se que me golpearon y quede inconciente unos momentos.

Al despertar, estaba en una gran casa con mas de 4 habitaciones comunicadas entre si. Sentía ese mismo olor a excremento en las paredes, solo que esta vez había muchísima mas gente.

Caminando como pude, me apoye sobre una de las paredes para poder meditar de lo que estaba pasando, claramente no lo entendí. Muchachos de todas las edades corrían alrededor mío como si fuera un receso de pura anarquía en un mismo piso. Mientras que otros solo querían protegerse. Fiel a mis instintos, decidí caminar hacia el pasillo por donde entre. Hice unos 7 metros, cuando vi llegar de frente a una muchacha de cabellos muy negros, ojos verdes y piel transparente. Intercambiamos miradas. Y al pasar por al lado mío me dijo, vamos a salir de aquí, ya han acabado con 3 responsables, solo queda uno, sígueme.

Que estaba pasando? En donde estaba? Por que estaba ahí?

Di media vuelta y la seguí.

Intercambiamos palabras con esa muchacha, pero al dar vuelta mi vista hacia la derecha, note que dos muchachos estaban intentando robarme mis cosas, o por lo menos lo que supuse que eran mis pertenencias. Corrí hasta ahí, agarre a uno de los muchachos con camisa colorada y cabello negro amarrándole del cogote. Mientras que el otro despavorido me decía, ¡NO! NO SON TUS COSAS! SON NUESTRAS! No me importo. Lo golpeé tan fuerte que cayo al piso sin tener oportunidad. Al caer, un sobre de color amarillo salio de algún lado de su cuerpo. Esta muchacha lo recogió y lo metió en mi bolsillo de inmediato. Mientras amenazaba al otro supuesto ladrón, a mis espaldas apareció uno de los hombres de piel oscura pero de muy baja estatura, y con una pistola de calibre corto le bolo la cabeza a la muchacha.

En mi grito de No! Pude agarrar al responsable y tirarlo por una ventana, dejándolo caer a un baldío de puras piedras y escombros.

Me di vuelta, y vi que todos estaban mirándome. Decidí no perder tiempo. Les dije, vamos a salir de aquí, ahora mismo!.

Bajamos las escaleras de una manera revolucionaria, como si se tratara de un grito de libertad jamás otorgado en el ser humano. Apaleando a todos los responsables de cada piso.

Yo, seguí bajando con varios mas que me seguían.

Llegamos a la planta baja.

Varias personas ya estaban trabajando en derribar la puerta principal. Al reunirnos todos, lo conseguimos. Rompimos esa puerta a fuerza bruta.

Para encontrarnos con un hall de entrada tan inmenso y oscuro que nadie se atrevió a salir corriendo, solo algunos y por alguna razón al hacer 20 pasos iban cayendo como si fuesen cazados por algún tiro de francotirador.

Vi las ventanas de ese hall y era de día, un dia tan claro y provocativo como la libertad. Pero algo estaba mal.

Me anime. Corrí hacia esas ventanas, pero al correr desde los costados se sentían sonidos de flechas que nos apuntaban tan estratégicamente en los puntos vitales del cuerpo que hacían que te cayeras. Pero no me caí. Eran agujas de gran filo.

Llegue a la ventana. E intentando de manera inútil romper el vidrio me di cuenta de que solamente era un holograma.

Todos los prisioneros tomamos ese hall.

Me acerque a la puerta principal, pero una pareja bastante anciana llamo mi atención. Estaban llorando por alguien llamada “Lorena”.

Por alguna razón la asimile con la muchacha que me había encontrado y al mismo tiempo, con el sobre amarillo que había metido en mis bolsillos.

Lo saque. Y estaba en lo cierto. Era un mapa con todo el complejo.

De manera arquitectónicamente difícil, fue hecho justamente para que no puedas escapar. Nosotros estábamos dentro de un edificio en donde teníamos que pasar por muchísimas calles que ellos mismos controlaban de una manera laberínticas.

Luego de muchos golpes en la puerta principal entre varios, notamos un cubiculo al lado de la misma que estaba bajo llave. Lo rompimos.

Dentro de el, había una cabeza de un bebe a la cual todavía podía sentirse su sangre fresca. La quité, y jale una palanca demasiado dura como para ser real.

La puerta se abrió.

Salieron unos 90 a la calle, en los cuales yo estaba.

Mi teoría de que las paredes eran hologramas estaba confirmada, era de noche.

Había muchísimas casas, puestas de una manera muy estratégica para que no puedas escapar más que por unos pasillos interminables. Se oyeron tiros. Gritos. Sufrimientos. Pero tapado por un viejo tacho de basura dije, si tengo que salir, el momento es ahora.

Empecé a correr por una de las calles interminables, yendo de una pared a otra intentando que unas supuestas balas no me tocaran como lo habían hecho con los que estaban delante mío. Al parar un segundo. Me encontraba solo, completamente solo.

No se oía nada.

Mire para todos lados, y no había nadie, solo el regreso a casa, o la crueldad puesta en un edificio. Ahí decidí correr, y solo correr hacia mi libertad…….

Ahí desperté….

No soy conocedor de los sueños, ni mucho menos. Solo se que los significados son múltiples. Pero no me guío por eso.

He afrontado una teoría con el correr de los años.

Que tal si los sueños, a veces, son en realidad lugares que hemos visitado en vidas anteriores?

Aun no lo se.

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