El hombre del sombrero

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El día que conocí a Jake E. Jordan una tarde de 2010, fue toda una experiencia. Yo trabajaba como un psicólogo de turno, y ese día comenzó una experiencia que a día de hoy no he podido olvidar.

El hombre me comento sobre un foro. Ese foro se llamaba “the violent space”. En ese foro se hacían todo tipo de cosas, foto montajes, proyectos, se contaban anécdotas, historias de terror…

Ese día Jake se encontraba vagando por el foro, cuando se topo con un post. El creador de el mismo no tenía ningún nombre en especial. Solo se llamaba “El hombre del teléfono” y no tenía foto de perfil.

El post era un concurso de anécdotas, y el ganador obtendría un premio del cual aun no se sabia nada.

Jake aburrido, decide hacer parte de este concurso, contando así un anécdota cualquiera. Varias semanas después, Jake recibe una llamada misteriosa de una voz sintetizada. Esta le dice: -Felicidades joven, usted es el ganador de el concurso . Jake entusiasmado  pregunta: -¿cual es el premio?.

La voz le contesta de manera seca y no muy expresiva:

….El Miedo……

La llamada se corta y Jake se enoja, pensando que el concurso y la voz solo se trataban de un bromista de el foro. Pero eso le dio igual, y se fue a dormir.

Son ya las 3:00 a.m. Jake se encontraba durmiendo, cuando de pronto la campana sonó repetidas veces. Jake decide ver por la ventana pero no hay ningún individuo. Decide bajar a abrir la puerta, pero no hay nadie. Jake se lo toma con calma y regresa a la cama.

Al día siguiente, Jake se levanta de la cama y baja a desayunar. Mientras Jake se tomaba su café, la campana volvió a sonar. Jake ya bastante enojado por lo de el concurso y el timbre durante la noche, abre la puerta con rabia  y grita: -¡¿QUIEN ESTÁ AHÍ?! ¡YA DEJEN DE FASTIDIARME DESGRACIADOS!. Pero de nuevo, no hay nadie tras la puerta.

Jake se va a comer a medio día.

Cuando regreso, un golpe se escucho en su ventana, como una pequeña piedra. El mira, abajo hay un hombre con gabardina y sombrero, sin ninguna expresión aparente. La sombra le tapaba la cara, de tal modo que no se le podían ver los ojos al hombre misterioso. Jake lo ignora, pensando que es una persona normal y vuelve a su cuarto.

Al otro día, Jake se va a trabajar. Curiosamente, en varias partes de el camino se topo de nuevo con el hombre misterioso. A Jake le dio igual y siguió su camino.

Ya en la oficina, Jake se toma su descanso y mira por la ventana por un rato. Otra vez, y ya asustando a Jake, el hombre lo observaba. Algo curioso, es que Jake tenía una fobia muy “especial” que no se da en muchas personas, y es la fobia de ser observado por mucho tiempo. A Jake le asusto ese detalle, de manera que se quitó de la ventana, e inmediatamente llamo a la policía diciendo lo siguiente: -Buenos días. Hay un extraño hombre al frente de mi oficina que me lleva observando desde hace unos días y me está empezando a asustar. ¿Podrían llegar rápido?. Les dio la dirección de la oficina y se escondió debajo de su escritorio. Paso un rato, y la policía había estado buscando al hombre, pero no apareció por ningún lado.

Jake, ya bastante asustado decidió tomar el auto-bus de vuelta a su casa. Por suerte para el, durante el viaje no se topo con el hombre, pero si recibió otra llamada de el hombre de el teléfono. Otra vez la extraña voz artificial, la cual le dijo: -¿Lo estás disfrutando Jake?. -¿QUIEN ERES MANÍACO? ¡¡DÉJAME EN PAZ!!. -Valla Jake, parece que estás histérico. Por suerte, aún puedes divertirte con el nuevo amigo que te mande. El hombre de el teléfono se empezó a reír de manera muy alocada, pero esta vez con una voz real, la cual podría tratarse de una grabación de el hombre detrás de la voz. -¡Tu lo hiciste enfermo! ¡Tu mandaste a ese tipo de el sombrero!. Antes de siquiera terminar de hablar, el hombre de el teléfono ya había colgado.

Jake ya no sabía que hacer. Vendió su computadora, compro suficientes suministros para poder vivir encerrado, bloqueo todas sus puertas y ventanas, quemo su teléfono y  por sobretodo, nunca más volvió a entrar a The Violent Space.

Fue tan solo varias semanas después que acudió a mis servicios de psicólogo.

Lo que le recomendé  hacer fue que se calmara y que encontrara algún pasatiempo que lo relajara. Después de eso, quedamos en vernos en mi casa en una semana.

Pasaron los días, y había llegado la hora de tener la sita con Jake. Ese mismo día, Jake se estaba demorando más de lo usual. Ya habían pasado varias horas, y Jake aun no había llegado. Decidí ir yo mismo a su casa para ver que le ocurría.

Cuando llegue, el horror que me lleve fue impresionante.

El cadáver ensangrentado de Jake estaba tirado en el suelo, con una cara de horror que aun no he podido olvidar. Tenía incrustada en su cabeza una especie de carta, la cual procedí a sacarle.

En esta, había una foto con mala calidad de un hombre con sombrero y gabardina, tal como me lo había descrito Jake. Esta decía: Ahora te toca a ti… La palabra estaba escrita en sangre, y el hombre de la foto me observaba, de una manera muy perturbadora, hasta el punto de que, me fui en auto lo más rápido posible a mi casa, no sin antes llamar a la policía.

Hasta el día de hoy, sigo encerrado en mi baño, sobreviviendo como puedo con una escopeta en mis manos, y escribiéndoles mi anécdota.

Ya no tengo esperanza para seguir con vida. Con estas palabras, me despido de este mundo y de ustedes.

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