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Poco a poco estaba mucho mas agotado de todo lo que me rodeaba, no era de sospechar que mis actitudes perezosas se apoderaran de mi, y con el tiempo igual todo iba mucho mas lento... Estaba realmente cansado, mis huesos mostraban conquilleos graciosos llenos de deseos, deseos ilegales como el escapar de mi arduo trabajo, ahora tan solo pedia acostarme bajo un arbol a comer manzanas con aquella princesa.

Dios, se me hacia cada dia mas bella, aquella princesa era la princesa Frisk que con dias de antelación me habia tratado tan bien, que los problemas que tenia con mi señora los olvidaba, ademas de esas cosas olvidaba lo que veia y todo estaba bien, pero mis presentimientos se volvieron fuertes al pensar que era probable que aquella mujer se enterara y me hiciera polvo de hueso.

Temble por un corto lapso de tiempo, mientras pensaba en esto, desicidi salir a dar un pequeño paseo nocturno antes de que aquella mujer aterradora volviera a pasarse por mi habitación a mostrarme la sangre que cubria su cuchillo tan particular y su ropa. Mientras caminaba pase cerca de la biblioteca que estaba semi abierta, cuando pude percatarme mejor pude ver a la reina Toriel contemplando hacia afuera con la luz de una vela, mientras en sus manos peludas sostenia un libro de portada semi verde ya desgastado con el tiempo, parecia que habia perdido algo, su mirada estaba melancolica.

 Le contemple sin mucho esfuerzo, aunque no queria observarla por mas tiempo, cuando estaba dispuesto a retirarme la mujer se volteo sobre su eje y me contemplo directamente, dio una pequeña sonrisa timida y me invito a pasar, a lo que eso hice pase con paso lento con una pijama a rayas, me pare a unos centimentros de la mujer.

-. Eres tu... Sans?

asenti con una sonrisa llena de amabilidad, ella me correspondio aquella sonrisa y dio señas a que se sentara, habia una pequeña taza de porcelana que antes contenia un caliente té.

-. No puedo dormir.

Menciono mirando por la ventana un poco esperanzada pero con su mirada cansada, volteo a mirarme nuevamente y entonces se sento, al otro lado quedando así de frente ante mi.

-. Criado de mi hija, ¿no?

Asentí nuevamente mientras la miraba con mi mirada inquisitiva. La mujer sonrio un poco mas con algo de sorpresa.

-. ¿No hablas?, me parece que tienes miedo de una mujer que no te haria nada.

-. Perdoneme.

Recordando que era la reina Toriel que era sin dudas amable igual que la princesa Frisk, me relaje un poco y le segui contemplando.

-. Si me permite preguntar su majestad...

Lo dije como una pequeña mención para mi misma, ella me dio el habla con sus ojos piadosos que me pedian siguiera con mi pregunta.

-. ¿Por que no ha dormido ultimamente?

La mujer bajo la mirada algo desanimada con un semblante ahora algo triste pero sin perder esa sonrisa calida tan caracteristica en ella, senti pena y mostre condolencias con mi rostro para no mostrarme grosero ni mucho menos, aunque era verdad ahora pensaba en las ojeras debajo de mi ojos, noches que transcurrieron con gran terror por homicidios que se tomaron a esas horas y yo desasiendome de los mismos cuerpos. Mi mirada estaba fija en la alfombra que me recordaba a la misma de la del cuarto de mi señora.

-. Pareces perturbado.

Dijo resaltando en su voz esto la Reina Toriel que siguio mirandome con piedad, ¿Por que sentia piedad por mi?, ¿que sabia ella que yo no?.

-. No es de extrañar que... Tomando este trabajo con mi hija mayor se te haga aterrador...

Dijo nuevamente mirando hacia el techo con una mirada ligera, miro nuevamente por la ventana ahora con cierta decepcion, su voz se volvio tremula y mas pausada.

-.No se que are con ella...No quiero que su padre la lleve nunca mas a ese sitio tan oscuro...

Me miro con una sonrisa, pero estaba cargada de tristezas sus ojos parecian caerce de la sensación tan dolorosa que sentia que me dolia un poc verle de esa manera.

-. Mi hija es aterradora.- Dijo sin mucho esfuerzo.- Pero... Aun sigo creyendo en ella sabes...?.- Se quedo en silencio mientras contemplaba lo poco que quedaba en la taza que ella horas antes habia bebido.- Estas noches me ha parecido que se ha manifestado en nuestra alcoba,nos ha observado fijamente.- La mujer parecia mas perturbada que yo.- Y si...?.- Dijo mirandome mientras sus ojos se cristalizaban.

Aquella mujer estaba asustada, era claro que hace unas noches mi señora se encontraba mas que inquieta, el olor a sangre llegaba a mis narices con facilidad antes de que ella entrace por la puerta de mi recamara.

-. De casualidad ella no ha echo algo que... Sea extraño?

Negue con la cabeza. Mi mirada estaba fija en el libro que estaba en la mesa como titulo en este habia decia: "Las torturas mas escalofriantes de nuestras epocas". Recordando dias antes como por casualidad recorde que mi señora tenia aquel libro en sus manos, lo leia realmente detalladamente, el como llego a manos de la reina nunca lo entendí... Paso por mi mejilla un sudor frio mientras sonreia incomodo.


..Como un esclavo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora