..Como un esclavo..

II

Observe con atención a la princesa y me desconcertó el echo de verla sin el habitual mencionado tul que cubría su cabeza para que nuestra vista no fuera permitida verle. El que le viera su rostro a cualquiera de la familia real, seria simplemente ejecutado.

Pensando en eso no pude evitar sentir un cosquilleo en mi cuello, un fastidio que se convirtió intenso y agobiante; Claro, era el sentimiento despiadado de el probable sentir de la hacha en mi cuello. Seria salvado así.. Si de cierto modo, Ella me eligiese como su criado. Y al mismo tiempo como lo pensé vi en el rostro de los demás el mismo deseo insistente de ser elegidos por aquella dama despiadada.

Le vi sonreír.. Me daba miedo verle al rostro. Así que solo pude quedar mirando al suelo mientras una gota de sudor caía por mi mejilla.. Caminaba de un lado a otro, cada vez que pasaba podía oler el dulce aroma del chocolate usado como colonia para su fino cuerpo y vestido. Me quede quieto cuando sentí su mirar encima de mi, alce mi vista para verle a sus pequeños ojos rojos que me observaban desde la altura con cierto cinismo atroz.. Entonces ella misma me contemplo, con una sonrisa burlona. 

-. Este, parece muy feliz. Digo.. Esta sonriendo todo el tiempo ¿no?.

Me le quede mirando. No se me era permitido hablar a menos de que ella me diera el permiso.. Simplemente me quede helado mirando a su rostro el pequeño lapso de tiempo, lo único que despendía de su rostro era un gesto modesto lleno de una extraña maldad que salía de sus ojos.

-. ¿Cuál es tu nombre esqueleto?

-.¿Mi nombre..?

-. ¿A quien mas crees que le hablo?. Si, tu nombre!

-. Mi nombre es Sans!, es un gusto conocerla mi señora..

Me incline solo un poco mientras no dejaba de sudar frio, volví a mi sitio habitual.. Y vi como sonreía la chica. Su mirada estaba directamente fijada en mi.. Con algo de miedo, vi como esta me señalaba, entonces el Rey sonrió y se fue directamente afuera del lugar. Los demás de mi alrededor se asustaron al ver que el Rey se iba en ese caso; Chara la princesa, camino en dirección hacia la puerta al llegar allí me dio señas a que le siguiera y yo obedecí

Vi al Rey que estaba preocupado, al cerrarse las puertas solo pude quedar en seco al escuchar los gritos repentinos de agonía de los esclavos que quedaron tras la puerta. Me quede helado y preocupado mire a mi señora, cual sonreía de oreja a oreja mientras sacaba su abanico de color verde con encajes, mientras se daba algo de aire para si.

Carraspee por algunos segundos. Mientras veía como la princesa me miraba con una expresión algo mas seria. Entonces esta enderezándose solo un poco sobre su eje, me dio señas para que le siguiese.. Llegamos a una parte alta de una torre, lo supuse pues después de todo las escaleras llevaban en dirección hacia arriba. Llegamos finalmente a una de las tres puertas que se encontraban en aquel sitio, cada una de las puertas era diferenciadas por unos colores llamativos.. Rosado, amarillo, verde.

Chara, se acerco con prontitud en dirección hacia la puerta verde y la abrió ante mi para que yo, pudiese contemplar la amplia y nueva habitación que tenia. Entre observando a mi alrededor y la ventana quedaba afuera la cual no tenia barrotes, me asome con alegría por aquella ventana y me encontré con la maravillosa vista hacia Snowdin.. Mi antiguo hogar.

-. Bien. Esqueleto.. Mira, este es tu nuevo cuarto, tu mismo deberás hacerle aseo o limpieza.. Como quieras llamarle, también.. Debes despertarte temprano conmigo. Puesto que es necesario que me despierte temprano para desayunar.

Asentí, mientras le observaba a su rostro pálido enfermizo.. Entonces ella hizo un gesto de cierto aburrimiento y en observándome una ultima vez de reojo me dejo. Mañana empezaría el arduo trabajo.