SINCE I SAW YOU [changlix]

31.

Sus ojos comenzaron a abrirse de a poco cuando sintió la luz del sol a colarse por las cortinas de su ventana. Sus párpados se sentía pesados, su cabeza le dolía un poco y sentía su cuerpo adolorido.

¿Cuando había llegado a casa?

Respiró pausadamente tratando de hacer memoria, comenzó a observar toda su habitación cuando sus ojos aterrizaron en una cabellera castaña desordenada.

—Innie— susurró.

Jeongin estaba durmiendo a su lado, se movio un poco para librarse de la frasada y extendió su mano para tocarle el hombro tratando de despertarlo. Fallando en el intento se volvió a acurrucar, pensando que sería una buena idea dormir un poco más, no quería levantarse todavía.

Y fue cuando su habitación se sintió en silencio cuando los recuerdos de la noche anterior comenzaron a a apoderarse de su cabeza.

Su mamá nunca vino, le había mentido.

Su labio comenzó a temblar, tantas noches, sintiendo emoción burbujeando en su interior cada vez que recordaba que ella iba a volver, recordó la vez que su mamá les había anunciado que iba a volver para ver su presentación, se sentía la persona más feliz del mundo, y esa era una de las razones principales por las que se esforzó día y noche bailando para hacerlo perfecto en su presentación.

La presentación había salido perfecta y sin ningún error, pero ahora el sentía un dolor en el corazón que en cualquier momento le pediría a alguien que se lo arrancara.

Llevó sus manos a su rostro limpiando las líneas húmedas que comenzaban a formarse por sus lágrimas, y pensó que si al final de todo iba a estar sintiendo lo que estaba sintiendo en estos momentos, tal vez le hubiera pedido a su mamá que no vuelva ni que le diera esa noticia.

Tantas noches llorando porque extrañaba a su mamá, la mayoría de veces siendo sostenido por los brazos de su mejor amigo para que sus abuelos no se dieron cuenta, y ahora sabía que lo habían visto todo, se sentía enojado y frustrado, mucho tiempo tratando de esconderlo para que sus abuelos no se preocuparan por el, claro que cada vez que le preguntaban como se sentía respecto a la distancia de su mamá les decía que la extrañaba pero que entendía que lo estaba haciendo para que tenga un buen futuro, pero ellos no sabían de las noches o momentos que lloraba a lágrima viva ya sea solo o con Jeongin porque la extrañaba mucho.

Su mamá le había roto el corazón, o al menos el sentía eso en estos momentos.

No sabía en que momento su cara se había empapado de lágrimas, despertando a Jeongin por los temblores de su cuerpo al tratar de callar sus sollozos, haciéndolo querer llorar aun más y sin impedimentos cuando sintió un fuerte abrazo por parte de su mejor amigo, escondió su cabeza en su cuello y sus brazos se aferraron en su espalda, tratando de sacar su dolor por pequeñas porciones para que solo Jeongin lo escuche, de lo contrario, rompería los tímpanos de su amigo si todo su llanto saliera de golpe.

—Lo siento mucho Lixie— murmuró bajito a la altura de su oreja, siendo su amigo quien rompió el silencio.

—Innie— hipó— Innie....— tratando de controlar su llanto que amenazaba con salir de golpe.

—Espera.

Jeongin salió de la cama rápidamente corriendo a la puerta, se aseguró de ponerle seguro para que nadie entrara y volvió a correr a la cama de su amigo para acurrucarse con el y tratar de calmarlo, acercó a Felix en un abrazo y este volvió a esconder su rostro en su cuello, abrazándolo como si su vida dependiera de ello.

—Ahora si Lixie— le murmuró.

—Innie, nunca... nunca llegó— murmuró con voz temblorosa— Ella... ella nunca llegó, y yo la estuve esperando, su butaca estuvo vacía todo el tiempo— el castaño sintió dolor al ver que su amigo seguía tratando de callar sus sollozos, sabia que en cualquier momento el también iba a ponerse a llorar.