Cap 5.

473 78 145
                                    

No supo exactamente cuánto tiempo había pasado de pie mirando hacía el balcón donde había desaparecido Spreen, solo reaccionó cuando puerco araña comenzó a frotar su cabecita contra su pierna izquierda.

Eso funcionó, pues tan pronto volvió en sí, dio vuelta sobre sus talones y salió corriendo hacia la gran habitación principal al fondo del pasillo. Comenzó a tocar la puerta con desesperación.

—¡PADRE! ¡PADRE, DESPIERTA!

—¿Qué pasa? ¿Por qué tanto escándalo? ¿Ya regresó mi niño? —el castaño vio por el rabillo del ojo a un somnoliento Vegetta salir de la habitación de huéspedes, seguido de cerca de Rubius bostezando y rascando despreocupadamente su estómago encima del pijama.

—¡SI! —se giró a mirar a los señores De Luque, quienes al ver el rostro pálido del chico fueron perdiendo el sueño poco a poco— E-es decir, estuvo aquí, lo que pasa es--

—¿Qué ocurre?

Juan cerró la boca de inmediato tras escuchar la potente voz de su padre detrás suyo, giró de nuevo sobre sí mismo y continuó en voz un poco más calmada.

—Spreen estuvo aquí ¡Yo sabía que no había huido! No sé qué pasó, pero apareció otro chico y se lo llevó ¡Un chico muerto!

—Pero bueno, tampoco andes insultando al pobrecito —Rubius sonrió intentando aligerar el ambiente—, quizás solo no le favorecía la ropa o algo--

—¡ERA UN CADAVER! ¡¿OKAY?! —explotó Juan, mirando sobre sus hombros y llevándose las manos al cabello y sacudiéndolo un poco— Blanco como el papel, piel llena de huecos y con huesos expuestos, dijo algo sobre que estaban casados, una luz los envolvió y desaparecieron sin dejar rastro.

—¡Pero qué horror! —la señora Guarnizo salió de la habitación empujando a su esposo, una fea mascarilla de alguna sustancia verde viscosa sobre su rostro, y Vegetta apenas alcanzó a pellizcar a Rubius antes de que le gastara una broma sobre lo que "de verdad" era horroroso— ¿Estarán ya contentos? Tanta desgracia ha terminado por volver loco a mi adorado hijo.

—Madre, no estoy loco —continuó Juan— ¡Sé lo que vi! Nunca he visto a un chico así durante las lecciones, pero seguro es de alguna otra dimensión ¡Tenemos que ayudarlo!

—Bueno, ahí tienes un punto, muchacho —Vegetta se llevó una mano al mentón pensativo— Veamos, dices que el otro chico parecía un muerto... ¿es eso posible? ¿Hay un mundo donde habiten muertos?

—Por supuesto que no —el señor Guarnizo bufó molesto—, por favor, sí, hay otros mundos, pero en todos ellos solo habita gente viva, Juan debió ver mal, debe estar afectado por la boda.

Juan se llevó ambas manos a los costados, apretando los puños con rabia. Y mira que por un segundo creyó que podía confiar en su padre por una vez en la vida...

—Estoy de acuerdo —continuó su madre—. Además, aquí la única víctima es mi querido Juan, seguro ese hijo suyo no tuvo ni el valor de irse con dignidad y le inventó historias de muertos. Yo sabía que todo esto de la boda era una pésima idea, nada bueno puede venir de unir un linaje tan grande como el nuestro con un chico tan vulgar.

—¡Óigame! —Vegetta dio un paso al frente con el ceño fruncido ante la mirada divertida de Rubius, mira que insultar a su niño de oro, casi sentía pena por los padres del Juan— ¡De mi hijo usted no va a estar hablando así!

Espectral (spiderbear)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora