24/Oct/23
Cuando él vio que ambos habían regresado, finalmente salió de su escondite y se dirigió a su casa. Sentía mucho dolor, tanto por los golpes que le habían proporcionado en la tarde como los de la noche anterior. Además de que podía sentir cortadas en más partes de su cuerpo, ya que la ropa al pegarse y despegarse de sus heridas, podía sentir ardor y dolor, además de una inmensa incomodidad.
Al llegar a su pequeña casa, se dejó caer en su cama, cada día sentía menos ganas de vivir. Se sentía sucio, tanto por fuera como por dentro. Le arrebataron todo y él simplemente no pudo hacer nada. En algún momento en su adolescencia creyó que su vida no era tan genial pero comparándolo con lo que era su vida ahora, preferiría vivir en ese pasado que vivir en este presente.
Jacob ya no podía llorar, ya no le quedaban lágrimas para hacerlo. Se sentía vacío y a la vez tan lleno de emociones que no sabía en qué momento, él explotaría.
El moreno se levantó de su cama y se desvistió, al estar completamente desnudo se dirigió al baño. Abrió la ducha y el agua fría lo empapó en cuestión de segundos.
Frente a él, un espejo de cuerpo completo lo reflejaba. Ni siquiera sabía porque estaba ahí, pero le alegraba. En el reflejo solo podía ver grandes moretones en su cuerpo, además de heridas que con el agua comenzaban a sangrar, pero ademas de eso habían moretones en forma de manos que rodeaban sus caderas y su trasero.
El pelinegro bajo sus manos hasta esas marcas en específico y las apretó con fuerza. Sus ojos estaban completamente rojos, sin distinguirse si era por el agua o por las ganas tan inmensas que sentía por querer llorar.
Sin distraerse más, termino de ducharse y sin secarse, salió del baño desnudo. Al llegar a su casa sostuvo su toalla y se seco ligeramente, se puso un par de tenis blancos, un pantalón ajustado negro, una playera marrón y una chamarra negra de cuero, se acomodo un poco el cabello y salió de la casa casi a la media noche.
No caminó mucho, pero sentía como sus piernas le temblaban y no gracias al frío de la noche.
Al llegar al bar, espero afuera y saco su celular de su pantalón. Abrió el único chat que había en la aplicación y el teclado apareció segundos después, comenzó a escribir y al terminar, presiono el icono de enviar. Dió un pequeño brinco en su lugar cuando sintió una mano deslizarse a través de su cintura.
El temblor de sus piernas se estableció en todo su cuerpo y las ganas de llorar también. Al girarse lo vió, su "amigo" estaba ahí junto a esa sonrisa siniestra: Una sonrisa que parece maliciosa y llena de intenciones ocultas.
—Jake, sigues sintiendo miedo cada vez que me ves, no es así —Murmuro el mayor.
Jacob sonrió y nego, a pesar de tener una sonrisa en el rostro, está no llegaba a iluminar sus ojos.
—Claro que no Sam, como podría sentir miedo de mi amigo, el único que sigue estando para mí cuando el resto de la manada me dejó a la deriva —Comento Jacob, punzadas de miedo y a la vez de enojo le hicieron doler el corazón.
Claro que sentía miedo de Sam, de esa clase de miedo que te cala los huesos y al pensar en él, inmediatamente tu cuerpo empieza a temblar, así como también sentía miedo de Sam, sentía odio y repulsión, porque muchas de las cosas que pasaron fueron causadas por él, solo para quitarle un título que a él jamás le hubiera gustado reclamar.
Sam finalmente lo llevó a dentro del bar, pero paso de largo y subió al segundo piso, en dónde habían habitaciones para hacer lo que quisieras con una mayor privacidad.
Sam no espero mucho y empujó al menor a la amplia cama, con poca delicadeza se montó encima del moreno y le quitó la ropa con rapidez, besando y mordiendo cada pequeño pedazo de piel expuesta.
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Entre Sombras
FanfictionJacob y Edward se encontraron en un cruce de caminos entre lo inesperado y lo inevitable. No hay grandes gestos ni declaraciones dramáticas de amor, solo una conexión que desafiaba lo convencional. Se amaban porque encajaban, porque desafiaban las...