CAPITULO 9

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30/Oct/23

[...]

Un año había pasado desde que ambos habían hecho el amor en la soledad del bosque y desde que habían comenzado a curarse mutuamente con confianza y redención, un bosque que vio todo lo que ambos sentían por el otro y él como estaban dispuestos a dejar ir el dolor para permanecer juntos. Pero en esta ocasión, no estaban en el bosque para llorar, pedir perdón o llevar a cabo un encuentro físico.

Los dos chicos no estaban ahí para eso. Estaban ahí para poder casarse en compañía de su familia y unas cuantas personas que eran amigos cercanos de los Cullen. Para reafirmar una vez más sus promesas y por mera extravagancia, declararle al mundo su amor.

Meredith, Leah, Alice, Rosalie, Esme y Bella, estaban a un lado de Jacob, escuchando todo lo que este tenia para decir al mayor.

—Yo, Jacob Black Wilde prometo amarte, respetarte, cuidarte y ayudarte en todos los problemas o situaciones futuras en las que no te sientas bien o necesites de mi ayuda, siempre estaré ahí para completar tu alma y ser tu apoyo en cualquier situación. Yo te juro mi lealtad a ti Edward Anthony Masen Cullen. —Recito el pelinegro con la mirada fija en la mirada del mayor, demostrando que no mentía en absoluto.

En ese año se dió cuenta de que nada de lo que había pasado era su culpa y por lo tanto no debería de sentir tanto remordimiento en las cosas que él no podía controlar. Edward le había curado todas las heridas en cada beso y palabra que le dedicaba. Edward le quitó todo el dolor para dar paso al amor y ahora no había nada más que amor por la persona que tenía en frente y a la cuál le estaba dedicando todo su sentir, sus promesas y sus juramentos.

—Yo, Edward Anthony Masen Cullen, prometo amarte hasta el fin de los tiempos, ser tu ancla en los momentos difíciles y ser tu luz en la oscuridad. Yo te juro mi lealtad a ti Jacob Black Wilde —Edward al igual que Jacob, en sus votos siempre lo vio a los ojos, pendiente de todas las emociones que florecían en los ojos marrones del menor.

Carlisle, Emmett, Jasper y Seth estaban a un lado de Edward, también conmovidos por lo lo que los dos habían dicho y por todos los sentimientos vertidos en las palabras.

Un par de lágrimas caían de los ojos de tres de las seis mujeres que acompañaban a Jacob y las otras tres al no poder llorar, lo hacían dentro de ellas.

Todos estaban conmovidos por las palabras del menor y del mayor.

Toda la familia había sido testigo de las cosas por las que habían pasado los dos y ver qué al fin, después de muchos impedimentos en vidas anteriores, ellos por fin habían podido estar juntos en esta vida, los hacia sentir inmensamente felices.

Después de un par de palabras más, los dos sellaron su juramento con un beso, que no estaba lleno de algo más que solo ternura y amor.

La pequeña fiesta que le había seguido después de la ceremonia, era muy cálida y llena de buenos deseos a la pareja.

—Oh mis amores, ustedes dos son mis hijos y les deseo no más que felicidad y prosperidad en su relación —Hablo Esme con una sonrisa de ternura maternal, abrazando con fuerza a los dos chicos que sonrieron con cariño.

—Respétense y tengan confianza en el otro chicos, también comuníquense y no se guarden nada —Aconsejo Carlisle con una sonrisa igualmente paternal, se despidió dándoles un ligero golpe en los hombros.

—Oh Jake, no sabes cuánto me alegro de que por fin puedas ser feliz, te quiero como a un hermano y siempre voy a estar para ti, nunca dudes en pedir mi ayuda cuando la necesites, mi consejo cuando no sepas a quien acudir y mimos, cuando tu ahora esposo no pueda dartelos —Aquello último que dijo Meredith le saco una risa al menor y un tic al mayor.

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