Capítulo 9

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Ha pasado un mes desde que la rubia es mi tutora y de hecho me ha ido muy bien incluso el profe guapo me felicitó en mi último examen de Biología y con la Monjita me llevo mejor ya no es tan fastidiosa como antes, de hecho hemos pasado mucho tiempo juntas, entre las tutorías, varias clase que tenemos en común, además ella de vez en cuando me acompaña a la práctica con el equipo y también a veces se sienta con nosotras en el almuerzo o cena.

Y bueno ganó puntos cuando me ayudó para que pudiera volver a ver mi teléfono, que no me había vuelto a ver desde el primer día porque supuestamente no lo encontraba.

Tenía unos cuantos mensajes de unos de mis amigos de fiesta en las 2 primeras semanas que estuve aquí y del resto eran notificaciones que me habían sacado de algunos grupos y uno de mi madre que me decía que iban a venir a verme en unas semanas, le respondí con un pulgar arriba y otras eran notificaciones de Tik Tok e Instagram nada importantes así que sin más dejé mi teléfono 10 minutos antes de lo que me imaginaba.

Algo más con lo que me ayudó la Monjita fue que hace unos días le pidió a la madre superiora que si la podía acompañar al pueblo y obviamente no se lo negaron (a ella no le niegan nada) al final solo fuimos a misa, (que podía esperar de ella) pero al menos salí de la escuela. Y bueno también tomamos helado y vimos el atardecer sentadas en la parte trasera de la iglesia.

Hoy no hay tutoría ya que mi equipo de fútbol tiene un partido en el que no estoy convocada ya que la entrenadora me suspendió por unas cuantas llegadas tarde y una o dos bromas a mis compañeras, junto a Yuliana.

De igual manera pienso ir apoyar a las chicas. Y hace una linda tarde para eso, me siento en la parte más alta de las graderías donde no hay nadie pero la cancha se ve perfecta, las graderías están casi llenas por las estudiantes y uno que otro profesor.

Cuando me senté vi que alguien se acercaba donde yo estaba

-Hola -me dice la monjita y se sienta junto a mi - Este es mi lugar favorito para ver los juegos por que…

-La cancha se ve perfecta desde aquí - la interrumpo.

-Exacto - me dice riendo.

-Qué tal tu examen de Matemáticas.

-Pan comido - me limpie la boca como si la tuviera sucia y le sonreí.

-Me alegro - dijo y me dio una de esas sonrisas genuinas que siempre da - Lamento que no puedas jugar hoy.

-Creo que me lo gané.

-Extrañaremos tus goles.

-Solo he hecho uno.

-Bueno tal vez hoy…. hubiera sido el segundo - dijo riendo.

Negué con la cabeza y mire como los equipos se ponían en posición para iniciar el juego, que a pocos segundos inicio.

La rubia me contaba cosas mientras mirábamos el juego, la verdad habla mucho y aunque nunca me lo hubiera imaginado me hace reír mucho y es curioso pero me siento cómoda con ella, de hecho pasar tiempo con ella es lo que más me divierte últimamente lo cual es extraño considerando hace unos meses.

El partido siguió cero por cero al final de la primera mitad, muchas de las chicas sentadas junto a nosotras se marcharon a buscar algo de comer o ir al baño o yo qué sé.
Miré hacia un lado y vi el bosque al que siempre veo a la rubia ir.

-Oye - la verdad siempre quería preguntarle a donde iba todas las mañanas, pero no había encontrado el momento, la verdad no se si ese lo era pero quería saber - A dónde vas todas las mañanas.

-Me estas espiando - me dijo como si se hubiera ofendido

-Que no...yo… claro que no - contente con una velocidad que ni sabía que podía hablar.

Será Nuestro Pecado✝️ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora