Será Nuestro Pecado✝️ Terminada

Capítulo 16

El viernes por la tarde vendrían por nosotras, pero antes quería hacer algo que de hecho creo que tendría que haberlo concretado hace mucho.

Estoy en la camioneta oxidada que de hecho hemos logrado que se vea mucho más elegante o al menos no tan fea, ya que la monjita le plantó varias flores alrededor y cuando fue al pueblo compró algunas luces de batería que yo luego instale entre las ramas de los árboles y por último pusimo unas sillas y una mesa que habían en la azotea.

Le había preparado una pequeña cena romántica, ya que me había escabullido en la madrugada hasta la cafetería y había robado dos refrescos que puse en unos lindos vasos que también hurte, más un repollo ya rebanado y un tomate, además de algunas papas fritas para acompañar no era la mejor cena lo se pero con solo estar con ella es como si fuera una cena 5 estrellas.

Estoy muy nerviosa, las luces ya se comienzan a notar más ya que la oscuridad cada vez se hace más presente.
Comienzo a escuchar el sonido de unas cuantas ramas romperse y me vuelvo hacia el lugar de donde vienen los ruidos y la veo con su gran sonrisa de siempre.

-Hola - me dijo mirando la mesa con la comida y las dos velas que puse - Que es todo esto?

-Es para ti - la fui a recoger estirando mi mano para que ella la tomara.

-Y que estamos celebrando - me dijo mirando todo a su alrededor.

-Pues - me puse frente a ella y le tome ambas manos - Te… quiero hacer… - trague saliva, no sé por qué estaba tan nerviosa - Wow nunca había estado tan nerviosa de hacer una pregunta.

-Tan malo es - río.

-Bueno ok - tome aire - Monjita, me caíste mal desde el primer momento en que te vi.

-Vaya espero que esto mejore.

-No me interrumpas que pierdo la inspiración.

-Ok, me cayó.

-Bien bueno me caiste muy mal desde el primer momento que te vi, con tus dones de Santa y todo eso y nunca me hubiera imaginado que tu cambiarias mi mundo en un abrir y cerrar de ojos, que ya no me importara cuantas fiestas me estoy perdiendo, que me importara que me fuera bien en el colegio, lograste que todos los fantasmas que me perseguían se elejaran de mi, que lo único que quiero hacer todos los días sea mirar esos hermosos ojos azules, besar esa hermosa sonrisa y caminar cada día de tu mano. Lucía quieres ser mi novia?

Ella tenía los ojos llorosos por mis palabras, pero las últimas hicieron que los abriera mucho.
Los segundos pasaban y ella no respondía, solo me miraba.

-Monjita - susurre.

-Creí que ya lo éramos.

-Como?

-Pues si llevábamos saliendo hace varias semanas creí que ya lo éramos, no sabía que teníamos que pedirlo.

-¿No has visto películas románticas?

-Obviamente sí, pero creí que entre chicas no era necesario.

-Y entonces - le dije ya preocupada, ella me miró muy seria, para luego dejar ver su divina sonrisa.

-Obviamente si loca, claro que quiero ser tu novia - soltó mi manos y las puso en mis mejillas para luego regalarme un dulce y apasionado beso.

Oficialmente éramos novias ya nada me podía hacer más feliz.

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Mis padres, pero más que todo Lu me habían convencido de ir a terapia de nuevo, yo no tenía tantas ganas, pero me dijeron que era alguien ajeno al colegio, un tipo que era del pueblo, pero que vivía en la ciudad así que podía seguir con las sesiones aun cuando las clases terminarán. Venía una vez a la semana así que decidí ir a ver que tal. Hablaba con él 2 horas al día, al parecer quería aprovechar cada minuto su largo viaje hasta aquí, ya era el segundo viernes que iba, le insistí que me sentía mejor, pero el me dijo que igual nunca hacía mal hablar con alguien que de hecho tenía razón por que me sentí mejor.