Capítulo 17

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El paseo fue maravilloso, mis padres caminaban al frente así que cuando nos alejabamos lo suficientemente nos tomábamos de las manos y nos dábamos uno que otro beso, con los rayos del sol colándose entre las ramas de los árboles.

El lugar era muy lindo lleno de árboles y había un gran lago muy cerca de la cabaña que se podía ver desde la terraza.

La caminata fue de unos 25 minutos en los que los animales ya se comenzaban a ir para sus casas y logramos ver muchos.

Comimos pizza porque mi madre no quería cocinar y luego estuvimos hablando un rato en la sala pero la hora de dormir llegó antes de lo que quisiéramos, la monjita fue la primera en retirarse a la habitación y yo lo hice unos 10 minutos después yendo al baño a lavarme los dientes y ponerme la pijama.

Respire profundo y entré a la habitación, ella ya estaba acostada bajo el edredón.
Me miró cuando entré.

-Si quieres me voy a dormir a la sala…— dije mirándola.

-No… - dijo de repente - Ven - se corrió hacia un lado y me dejó espacio para que yo me acostara - Hay espacio para las dos.

Me acosté a su lado volteando hacia ella mirándola, tenía las mejillas muy rojas aunque la cama era muy grande y ni siquiera la estaba tocando.

—Lu, no porque tengamos que dormir juntas tenemos que…. — no me dejó terminar la frase cuando se lanzó sobre mí besándome apasionadamente, la tomé de la cintura y la acerque más a mi.

—Estas… estás segura de que… de que quieres esto? — Pregunté con dificultad, ella tragó saliva y asintió.

Así que la volví a besar girando su cuerpo haciendo que quedara encima de mi y poco a poco fui metiendo mi mano entre su blusa acariciando su abdomen y seguir subiendo mi mano hasta llegar al borde con su bra.

—Lo siento— dijo separándose tomando mi mano y me detuvo antes de entrar a su lugar prohibido.

—Creí que estaba lista— la mire y asenti.

—¿Segura?

—Lo siento, creí que estaba lista, pero… — No la dejé terminar solo la besé.

—No te preocupes, no hay prisa— ella se dio la vuelta dándome la espalda, y yo la abracé tomando su   mano y le di un beso en la mejilla.

—Buenas noches mi monjita bella—

—Buenas noches—dijo en un susurró y apretó más mi mano.

Despertar junto a ella fue maravilloso y esta vez no tuvimos que correr para que alguien no  nos viera.

El sábado pasó muy rápido pasamos unos momentos increíbles, entre caminatas, comidas en familia y risas sin fin, ya casi conocíamos todo el lugar y habíamos navegado un rato en una pequeña lancha que mi padre alquiló tuve que convencer a Lu para que fuera con nosotros ya que tenía mucho miedo al pero final creo que fue la que más lo disfrutó.

El día pasó volando y ahora veo a la rubia desde nuestro cuarto jugando con un perro que no se donde salió, tome mi celular que me dieron por que eran fin de semana no me lo robe y le tome una foto se veía preciosa así como en todas las fotos que nos habíamos tomado en el viaje, deje el celular en la cama y fui a acompañarla quería estar con ella.

—Oye Cris ven — escuche a mi padre que estaba en la terraza junto a mi madre, estaban sentados viendo la naturaleza de ahí también se veía a Lucía jugando con el perro.

—¿Que pasa? —pregunte cansada, me quería ir con ella, ya mismo.

—Ven hija queremos hablar contigo— dijo mi mamá.

Será Nuestro Pecado✝️ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora