Capítulo 1 - Fiesta de máscaras

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A veces cuesta tomar decisiones, sobretodo cuando apareces inexplicablemente en otro lugar, gracias a un lunático que de la nada está obsesionado contigo y mataría a cualquiera que se te acerque. En mi opinión es un gilipollas con problemas psicológicos. Para mis amigas esto es un cuento de hadas, todo rosa, ¡Eug!, aún recuerdo cuando Cataleya se hizo un piercing en el coño, ¡Omg!, sufrí viendo la perforación, lo peor es que llegó a mi casa, se desnudó y abrió de piernas para mi como Laura de trescientos sesenta y cinco días. De mis amigos, soy la única virgen, es normal, pero mi yo de dieciséis años, no pensaba lo mismo, de hecho era la pringada de clase por ser virgen. Pero bueno, hagas lo que hagas, siempre tienen algo que criticar, gente sin vida, que se aburren y su remedio para divertirse es joderle la vida a los demás, como dice Amaia. Soy Celeste Díaz Jiménez, veintidós años, Valenciana, conocida como la loca de los gatos jaja

-Cataleya: Ay qué emoción, voy a ver a mi chica

-Amaia: Y yo a mi jovenaso, puede que los planetas se junten y encuentres a tu gavilán

-Celeste: (La música sonó, no sé si es que Amaia es bruja pero juro que en ese momento sonó Quién es ese hombre de Pasión de Gavilanes, joder, quien no querría un vaquero como los hermanos Reyes. Las dos se pusieron a bailar a mi alrededor como dedicándome la canción, ¡Serán cabronas!, eh de decir que no soy muy fiestera, prefiero estar en casa, leyendo un libro e imaginándome como sería si encontrará a mi príncipe azul, aunque bueno, eso no existe. Mis alocadas amigas se arrimaban a sus parejas, empezaba a hacer calor, bebí un poco de agua, las horas pasaban, selfies, historias para redes sociales.........., tuve que despedirme de ellas tras varios momentos de cotilleos, estaba agotada, nada más llegar a casa, con pereza me cambié, desmaquillé y caí en los brazos de Morfeo)

(Al día siguiente, Celeste hizo su rutina, trabajaba de noche, así que tuvo un día tranquilo, paseó por las calles, con los aparatos auditivos, por su déficit de atención, escuchando música, cuando vio gente en el bar, cotilleando, curiosa, caminó hasta allí, le dieron un papel)

-Vecino 1: hay un baile de máscaras

-Celeste: ¿Baile de máscaras? (Mis amigas corrieron hasta mi, emocionadas) Madre mía, parece que hubieran corrido una maratón

-Cataleya: Obvio que iremos Mari, a perrear hasta el suelo

-Amaia: Siiii, seguro que encuentras a alguien que te moje

-Celeste: ¡Amaia! (A las ocho de la noche, me fui al hospital, trabajaba como psicóloga, las horas pasaban, hasta las diez, fui a cambiarme y arreglarme, me puse un vestido sexy, obligada por mis amigas que insistían, la máscara, maquillaje ligero, tacones bajos. Una multitud reinaba en el lugar, gente animada, bailando, bebiendo, música agradable. Las tres nos pusimos a bailar, un chupito, dos, tres........hasta que perdí la cuenta. Fui a la barra para pedir una botellita de agua, cuando fui a pagar, el camarero negó)

-X: Le pagaron la bebida, ese señor que está allí

-Celeste: (Un hombre alto, con unos aires de superioridad, fuerte, parecía de esos típicos galanes de telenovela. Pelo despeinado, castaño claro,ojos azules, comparados con los míos de color gris, nada atractivos, piel mestiza, aunque era rubia, iba vestido con traje y corbata, anillos en sus largos dedos. Bebí un sorbo de la botella, cuando iba a darme la vuelta para ir con mis amigas, sentí un mareo, tenía al tipo frente a mi, escuché disparos, muchas voces y veía borroso) No.......me.......

(Celeste se desmayó, los chicos de la llevaron, el viaje fue largo, aquel hombre se aseguró de que todo saliera como lo planeó, viajaron en avión, cuando llegaron a su destino, dejaron a Celeste en una cama, ella poco a poco fue despertando)

Secuestrada por la mafia árabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora