Entré y la casa parecía aun mas grande por dentro que por fuera, la verdad no me extrañaría que al igual que Hae y Baek, sus padres serian un mismísimo dulce de leche. Lo que me seguiría extrañando sin duda alguna seria Jungkook y su notoria amargura.
—Hae, Baek —los llamó ya que corrían por la escalera—. Quiero que hagan la tarea ahora —indicó seriamente, no el grosero tono que usa conmigo obviamente—. Estaré aquí abajo por si ocupan ayuda —a pesar de su ruda forma de hablar, me mataba de ternura.
Ambos niños asintieron con la cabeza y subieron las escaleras, Hae agitaba su mano con una enorme sonrisa como diciéndome adiós. Le devolví el gesto. Me giré hacia Jungkook y le sonreí.
—Parece que a tu hermana le agrado a pesar de ser plástica y hueca —solté una carcajada.
—Solo porque le recuerdas a sus muñecas, no te emociones —dijo caminando hacia la que supuse sería la sala.
Caminé detrás de él hasta que llegamos a la sala, dejó su mochila en uno de los enormes sillones negros de piel, me senté y puse mi bolsa en mis piernas, sacó el enorme paquete de hojas y lo dejó caer en la mesa de cristal del centro de la sala.
—Ya vuelvo —dijo y salió por donde habíamos venido.
Me acerqué a la mesa y tomé la guía, tomé de mi bolsa un lápiz para poder contestar mientras Jungkook volvía.
Las preguntas para mi eran fáciles, así que comencé con la primera hoja, rápido la terminé, la segunda hoja igual.
Jungkook pasó por el umbral de la puerta, en su brazo derecho cargaba un par de libros y con la mano derecha tomaba un ¿Cigarrillo?
Llevó este a su boca y succionó de este.
—Ten —dijo entregándome los libros para después exhalar el humo. Yo solo lo miraba incrédula.
—Vives con dos pequeños —me puse de pie y caminé hacia él—, ¿y fumas dentro de la casa?
—No es algo que te incumba —volvió a llevar a su boca el adictivo cigarrillo, para después lanzarme el humo en la cara.
—Jungkook... —dije seriamente—, si tú eres un amargado y quieres acortar tu vida con eso... —le arrebaté el cigarro de las manos—, no te lleves entre las patas a tus hermanos —apagué el cigarrillo en la suela de mis zapato.
—Devuélvemelo —ordenó molesto.
—Claro —con un simple tirón lo partí a la mitad y lo puse en la palma de su mano.
Cerró con enojo su mano, y volteó a verme asesinamente.
—¿Por qué no desapareces de mi vida? —dio un paso hacia mí para pronunciar con furia.
—¿Seguro que... —di un paso hacia el reduciendo nuestra distancia a: Cero. — ...Quieres que desaparezca?
Nuestras respiraciones se mezclaban debido a nuestra cercanía. Y nuestras miradas estaban tensamente conectadas.
Nuevamente yo tuve la iniciativa, y al contrario de la última vez, Jungkook no tardó en responder mi beso. Pasé mis manos por su cintura dejándolas en su espalda para así atraerlo aun más a mí. Su lengua sin pudor alguno entró en mi cavidad, la recorría libremente y sin duda me encantaba. Me besaba de una forma tan intensa, que simplemente me atontaba. Sus manos masajeaban mi cintura, cuando una pequeña risa hizo que nos separáramos bruscamente.
— ¡Si son novios! —la hermosa castaña dijo sonriente tapando su boca con sus pequeñas manos como tratando de retener su risa.
Volteé apenada a ver a Jungkook, quien estaba rojo, no sé si por la pena o por el coraje. Siendo sincera me asustaba un poco.
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Apuesta ; Jungkook ✔️
Fanfiction|• Jungkook solo era una apuesta para Hana, pero no sabía que por esa apuesta le terminaría gustando y amando.