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Bιɠ ϝαɳ
|| Sean ||

Cuando me levante al día siguiente, sorprendentemente no estaba enfadado por cómo había acabado la noche, si no que estaba realmente contento por haber encontrado la pieza que faltaba, eso que estuve buscando por tanto tiempo

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Cuando me levante al día siguiente, sorprendentemente no estaba enfadado por cómo había acabado la noche, si no que estaba realmente contento por haber encontrado la pieza que faltaba, eso que estuve buscando por tanto tiempo.

—Buenos días, mamá.-Saludé con una sonrisa en la cara mientras agarraba una manzana.

Me miro sorprendida para luego mirar a Hank.

—Los veré luego.-Dije yendo hacia la puerta, al haber perdido mi motocicleta caminaría hasta la parada del bus.

—¿No quieres que te lleve?- Preguntó mientras movía la llaves de su coche.

—No, gracias.-Simplemente salí de casa después de eso.

Cuando llegue a la parada me la encontré. Jocelynne, con aquella perfección molesta que la caracterizaba: su uniforme perfectamente planchado y en su cabello una diadema de el mismo tono de azul que la chaqueta del uniforme, la cual sólo decoraba, porque realmente no le agarraba muy bien el cabello. La observé unos segundos, sin decir nada. Luego, volteé, para disimilar.

—Buenos días, Sean.-Dijo ella, sin apenas mirarme.

—¡Joceline!-fingí entusiasmo mientras me sentaba a su costado.

—Jocelynne.-Corrigió. Nos quedamos en silencio por varios segundos. —¿Se te mojo mucho la moto qué tuviste que venir en bus?-Una sonrisa burlona se posó en su rostro y yo giré mi cabeza hacia ella mirándole directamente a la ojos, atónito.

¿Tú cómo sabes eso?-Se encogió de hombro mientras soltaba unas cuantas risitas.

Antes de que pudiera volver a preguntar llegó el bus, ambos subimos y por inercia, supongo, me senté al lado suya.

—Era la piscina de unos conocidos.-Dijo, mientras acomodaba su chaqueta por quinta vez desde que estaba con ella.

—Solo tú harías algo así de estúpido, Sean. ¿Qué te creías? ¿Tom Cruise?

Suspiré y rodé los ojos, viendo como ella reía en respuesta.

No hablamos mucho más hasta llegar al instituto.

No volví a verla hasta el último periodo antes del almuerzo. Otra vez sentada con sus aires perfectos. El aire de su respectivo sitio, fila tres sitio cinco, movía ligeramente su pelo y ella lo recogía continuamente tras su oreja y acomodaba su chaqueta.

GORGEOUS - Sean AndersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora