El sol siempre vuelve a salir después de la tormenta...
Cyra despierta en un mundo desconocido, sin recordar nada de su pasado. Conocerá nuevas personas, amistades, y ¿el amor?
Disfrutará de su nueva vida hasta que las sombras de su pasado interfier...
¿Eh?, no recuerdo llamarme así, de hecho, no recuerdo nada.
"Todo tiene una explicación, mas en este momento no puedo dártela"
¿Por qué?
"Lamento no haberme involucrado y salvarte del dolor, ahora remediaré ese error"
¿De qué rayos hablas?
"Te daré un nuevo inicio en este mundo, no podré ayudarte hasta que sea el momento, así que se cuidadosa"
No entiendo nada de lo que estás diciendo.
"No necesitas hacerlo, ahora concéntrate en ser feliz, y ten cuidado al aterrizar"
En ese momento Cyra abrió los ojos, y fue deslumbrada por la luz del sol. Se preguntó a qué diablos se refería esa voz con tener cuidado al aterrizar, y lo entendió al voltear y darse cuenta que esa sensación de caída, si era real.
— ¡AAAAAAAHHHHHHH AUXILIOOOOO!
No podía creer que moriría de esa manera, la voz dijo que este sería un nuevo inicio para ella, pero como podría vivir si la dejaba caer desde las nubes, no tenía ningún sentido, así que decidió cerrar sus ojos y aceptar su muerte.
Sin embargo, esa muerte nunca llegó. Al abrir sus ojos notó que estaba en los brazos de un joven muy apuesto, tenía el cabello blanco, llevaba una bandana que cubría uno de sus ojos y una máscara. Se quedaron mirando unos segundos hasta que Cyra recordó que debía agradecerle por salvarla de su inminente muerte.
—Amm, muchas gracias por salvarme...
—Kakashi, Hatake Kakashi, un placer— dijo con lo que parecía ser una sonrisa tras la máscara— ¿Qué hace una niña como tú cayendo desde el cielo?
La chica pasó unos segundos intentando recordar como diablos llegó allí, pero un intenso dolor de cabeza la interrumpió.
—¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?—dijo Kakashi con un tono preocupado.
—¡Me duele mucho!—el dolor era tan intenso que comenzó a llorar y gritar, no entendía que pasaba, solo quería que parara. Y parece ser que sus súplicas fueron escuchadas, ya que se desmayó en los brazos de aquel extraño.
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