Capítulo 20: A solas con Lance

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El apartamento de Lance efectivamente estaba cerca de La Caverna, tan solo hubo que caminar un par de cuadras saliendo del club para poder llegar ahí. El atardecer ya se notaba más aún y las primeras farolas de la calle comenzaban a encenderse. Ash cargaba su estuche de guitarra en su mano derecha y Lance caminaba a su izquierda. Durante un momento nadie decía nada, tan solo caminaban guiados por el puercoespín. Lance intentaba pensar en qué podría decir, pero en aquellos momentos no se le ocurría nada, sabía que cualquier cosa que dijera que podría incomodar a Ash podría causar que desistiera de la idea de acompañarlo hacia el apartamento.


Mientras tanto, Ash no sabía aún que esperar. Aquellas imágenes de Johnny besando a Yazmín seguían rondando por su cabeza y le era imposible dejarlas atrás. El pensar que el chico que más había amado la había engañado de esa manera seguía siendo una herida que debía aún terminar de cicatrizar, pero ya para entonces buscaba cualquier manera para poder realizar algo para que dejara de pensar en eso. Tal vez el terminar la letra de su canción podría ayudarla a hacerlo. Bloqueada desde tanto tiempo con esa única canción que no podría terminar de componer la tenía igual con una enorme sensación de frustración, y tal vez esa inesperada ayuda podría ser lo que necesitaba.


Finalmente Lance se detuvo frente a la entrada de un pequeño edificio de cuatro pisos, Ash cierta idea de como sería, y su visión no distaba mucho de lo que terminó siendo: Un viejo edificio de ladrillos rojos, algunas ventanas que tenían unas viejas cortinas cerradas y algunas que tenían un poco de ropa colgada desde ahí.

- Aquí es – dijo entonces él antes de comenzar a subir los pocos escalones que llevaban a la puerta – ven


Lance ya llevaba viviendo ahí desde hacía algunos meses. Era uno de los dos lugares en toda la ciudad en que podía costearse un apartamento, lo otro era un edificio que estaba ubicado junto al basurero de la ciudad, así que debió conformarse con ése. Los pasillos se veían descuidados y las pocas luces que sí encendían tenían una capa de polvo que no dejaban iluminar bien. Se sentía cierto hedor a cigarrillo proveniente de algunas de las puertas que dejaban atrás, colillas de cigarrillos y algunos envoltorios o botellas repartidas en el piso. Ash comenzó a sentir cierta repelencia al ver todo aquello, pero Lance seguía caminando directamente hacia la escalera y no le quedó otra que seguirlo.


El apartamento de Lance se encontraba ubicado en el segundo piso junto a otros 4 o 5 apartamentos más. Era el segundo apartamento ubicado a la izquierda del pasillo. El puercoespín sacó las llaves de su bolsillo y la introdujo en la cerradura. Y a pesar de la vergüenza que Ash pensaba que Lance podría sentir, él en ningún momento se vio avergonzado, tan solo se vio ansioso de poder finalmente estar nuevamente con Ash. Era un departamento pequeño, en donde se veía que solo tenía una cocina, una pequeña mesa, una sala y dos puertas al lado izquierdo que con toda seguridad eran la que dirigía a la habitación y otra al baño. Tampoco le importó que Ash viera que no tenía el interior de ese apartamento precisamente limpio en el momento que encendió las luces. Camisetas y algunas de sus chaquetas se encontraban lanzadas sobre el viejo sofá que estaba frente al pequeño televisor ubicado sobre una repisa. Algunas latas de gaseosa o de cerveza vacías se encontraban arrugadas sobre la pequeña mesita junto al sofá, la habitación tenía la puerta abierta y alcanzaba a verse la cama aún sin ordenar. Ese desorden no sorprendía a Ash en lo absoluto; cuando aún vivían juntos, era ella quien mantenía el orden en el apartamento mientras Lance se encontraba tocando la guitarra sobre el sofá o cuando estaba afuera, supuestamente asegurando algún lugar donde ambos pudiesen tocar.

- Lamento un poco el desorden – fue lo que finalmente dijo él – no esperaba visitas pronto


Sing: Ash y Johnny, un amor a pruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora