Capítulo 1: Un inesperado anuncio

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Sábado en la tarde, el aire otoñal proveniente desde la ventana semi abierta mantenía acalorada a la pequeña puercoespín sentada en el sofá de la sala de su apartamento. El ventilador ubicado en el costado de la puerta contrarrestaba un poco ese calor que se sentía y hacía mover suavemente las púas que no se encontraban comprimidas entre su espalda y el respaldo del sofá. Al igual que muchos otros sábados no había mucho más que hacer; muchos de los lugares a los que disfrutaban ir durante la semana se encontraban cerrados y los que no lo estaban se encontraban repletos de familias con niños pequeños que habían decidido pasar el fin de semana afuera, pero el parque acuático, los restaurantes de comida rápida e incluso el parque de la ciudad se encontraban repleto de otros animales aprovechando ese fin de semana, uno de los últimos en donde se sentirían esos días cálidos. La televisión frente a ella no parecía interesarle mucho y ni siquiera parecía verse interesada en ver cómo es que un grupo de documentalistas se encontraba recorriendo uno de aquellos pequeños pueblos apenas habitados y hablaban con sus habitantes vestidos con esos extraños atuendos tradicionales. Su guitarra eléctrica reposaba en su soporte ubicado en la pared junto a la puerta que daba al pasillo y, a pesar de que se encontraba conectada y solo había que accionar el interruptor del amplificador para hacerla sonar, tampoco lo iba a hacer; el enorme plato de espaguetis con salsa del almuerzo más aquel calor la mantenían con pocos deseos de moverse y solo quería permanecer reposando tranquilamente en aquel sofá.


De pronto se movió bruscamente, un sonido la había hecho salir de ese trance y la hizo mirar hacia la puerta que daba al pasillo, formándose una ligera sonrisa en su rostro.

- No te quedes dormida aún – escuchó – te traje algo


Se enderezó un poco más para poder disponerse a recibir la lata abierta de gaseosa que Johnny, recién entrando a la sala, le estaba acercando.

- Gracias – respondió con esa voz ligeramente somnolienta


El joven gorila se acercó al sofá y se sentó junto a ella. En una situación normal se habrían abrazado y besado de inmediato, pero debido al calor fue que prefirieron mantenerse separados en un comienzo, aunque eso no impidió que Johnny se inclinara hacia su chica y besara suavemente sus labios antes de volverse a sentar recto.


Ash entonces se acercó su lata de gaseosa y le dio un sorbo mientras se sobaba uno de sus ojos con su otra mano.

- Hoy es otro sábado sin nada más que hacer – comentó

- Es cierto – respondió Johnny justo después de darle un sorbo a su propia lata de gaseosa – pero éste ya será el último


Johnny miró de reojo el televisor encendido, luego miró su teclado ubicado sobre el soporte junto al televisor y volvió a mirar a Ash, quien ya se vio algo más despierta y más refrescada luego de un par de sorbos más de gaseosa.

- ¿A qué hora dijo Moon que teníamos que estar?

- A las 7:30 – respondió inmediatamente Johnny


Sacó su celular de su bolsillo y miró la pantalla de bloqueo: 4:03 pm. Aún quedaban más de tres horas.

- ¿Y era algo formal? Dijo que la reunión será en Les Calmars así que pensaría que sí – dijo mientras se reacomodaba un poco más y se acercaba a Johnny

- Él no lo comentó – respondió – así que pensaría que no



Sing: Ash y Johnny, un amor a pruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora