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ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ⁴ ᵇʸ ᵇᵉˡˡᵃ 🌝🩰 ¹/¹¹/²⁰²³
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UNA de las cosas que odiaba Odette era ser ignorada. O que las cosas que quería no fueran de ella.
Odette volteó los ojos al oír a Jolene reír con su superior. No estaba confirmado, pero ya toda la task sabía que esos dos andaban en algo juntos.
Odette suspiró molesta y salió de la oficina.
──Vamos Oddy, Jolene no te llega ni a los talones. No quiero sonar mal pero ella es muy, ¿simple?── Dijo Soap tratando de consolar a su amiga.
──Es cierto, creo que lo más fuera de lo común que la he visto llevar es el pelo recogido.── Gaz complemento el comentario de Soap.
Odette sonrió dirigiéndose a la oficina de Ghost de nuevo.
──Tengo trabajo los veo luego.
Al entrar se encontró con un Simon muy estresado sumergido en el trabajo. No habían llegado misiones nuevas, pero estaban mandando solicitudes una tras otra.
Odette se sentó en su escritorio sin decir nada, y muchos pensamientos intrusivos llenaron su cabeza.
"Tal vez es por eso que no le gusto, le gustan las mujeres simples. O tal vez porque yo no soy militar."
Pues no era mentira lo que Soap decía, Jolene era una mujer demasiado simple, en cambio Odette era la definición de la palabra vanidad.
Además de que ella no era militar, solo era una secretaria. Tal vez al teniente le llamaba la atención las militares, como lo era Jolene.
Miro en su dirección algo exhausta, topandose con aquel hombre que tanto le gustaba.
Odette volvió a voltear los ojos al escuchar a Jolene hablar con el teniente.
Tenía tiempo libre, de hecho todos en la task lo hacían, estos días estaban tranquilos, casi sin trabajo.
"Estiri aquí un ratiti con il tinienti, ojili ni ti molisti iditte" Odette remedo mentalmente a Jolene.
Si las miradas mataran, Jolene estaría en el suelo. Sabía que si no fuera porque ella estaba ahí; se atragantarían con la lengua del otro.
Odette sintió un nudo en su garganta, y la rabia se convirtió en tristeza. Y algunas lágrimas pelearon por salir de sus ojos.
Odette respiró profundo calmandose, si él no la notaba, ella iba a hacer que él lo hiciera. No quería lastimar a Jolene, ¿pero quién pensaba en ella? Además, ellos no eran nada.
Limpió sus lágrimas delicadamente, procurando no estropear su maquillaje.
Salió del cubículo hasta los lavabos, y tomo su bolso sacando su perfume. Rociando un poco sobre su ropa y su cuello.
La mayoría de hombres en la task estaban tras ella, menos el que ella quería.
Era un día nuevo, Odette se sentía mejor que nunca. Había despertado con el pie derecho.
Entró a la oficina, y enseguida notó la mirada del teniente examinarla de pies a cabeza. Pues normalmente no le dirigía siquiera la palabra.
Llevaba un hermoso traje Chanel algo escotado junto con su maletín negro, y unos tacones negros. Los cuales tenían la intención de hacerla ver alta (no muy bien conseguido por la baja altura de ella.)
Un maquillaje sutil, y su cabello negro brillante, los bucles le resaltaban muy bien. Sin duda que escogió muy bien su peinado
Y apesar de eso, él seguía pendiente de Jolene, la llenaba de rabia sin duda. Y mucha.
Pero no podía más con aquello. Por lo que decidió poner una queja al respecto, después de todo también era su oficina.
──¿¡Hasta cuándo estará esta mujer en nuestra oficina?! ¡También es mi oficina teniente!── Gritó ella hastiada. En seguida el shock llenó el rostro de la rubia, comprendiendo la situación.
──Y-yo, entiendo ya me retiraré.── Dijo la de 1.76 metros de altura, seguido se despidió del teniente Ghost, dejando la oficina.
Y él no dijo nada, después de todo. Odette tenía algo de razón.
Y se iba a quedar serio hasta aquel cuando Jolene cerró la puerta, ella se desplomó en llanto.
Un llanto lleno de rabia y frustración y empezó y dar unos golpes con sus pequeños pies al escritorio.
Había olvidado por completo la presencia del teniente, ya no le importaba.
──¡Que tiene ella que yo no!── Grito ella rompiendo algunos de sus papeles en el escritorio, tratando de desquitar su rabia.
Simon enseguida la miró desde su lugar, algo confundido y preocupado.
──¿Qué te pasa? No te ves bien.── Preguntó él al verla dar vueltas por la oficina, mientras lloraba de la rabia.
Sus tacones se escuchaban dar pisadas fuertes y estruendosas.
Ghost se acercó a ella y ella empezó a pegarle.
──Oye cálmate, ¿qué te pasa?── Preguntó él tomando las finas muñecas de ella, evitando sus débiles golpes. Que apesar de ser con todas sus fuerzas, ni siquiera le hacían cosquillas.
──Todo es tú culpa, ¡¿Por qué te gusta?!── Gritó la fémina, forccejeando para que el de máscara de calavera la soltara.
──No me gusta nadie, ella solo es mi compañera. ¿Te vas a calmar?
Dijo él aún con un tono imponente y serio.
Ella al escuchar eso paró sus movimientos en seco.
──¿En serio?── Dijo ella ya más calmada.
Él solo expulsó un "ujum".
──Que yo le guste a ella no significa que ella me guste. ¿Ya te calmaste? Cómo alguien tan pequeña como tú puede tener esos ataques de rabia. ── Dijo él aún serío bajo su máscara.
──¿Entonces saldrías conmigo?── Preguntó ella como si aquella escena de sí misma no hubiera ocurrido.
Pero su maquillaje corrido por sus lágrimas era prueba de que sí.
──Bueno, pero recojes lo que tiraste.── Dijo él.
Seguido ella salto de la felicidad, mientras sonreía.
