Capitulo 4: La magia es real

245 15 4
                                    

Hoy era un buen día. Despertó con los rayos del sol en los brazos de su madre lo cual lo molesto un poco. No la parte de estar en los brazos de Zenith, sino el sol haciendo perder su sueño.

Se levantó y fue directo a la ventana donde tuvo que mover una silla por su falta de altura. Antes de cerrar la cortina saco su cabeza por la ventana y miro el exterior.

La brisa de la mañana acarició su rostro con el aire fresco y limpio del campo que entro en sus pulmones. Miro el campo y como este se extendía al horizonte, admiro la belleza que el paisaje le ofrecía.

Era un poco aburrido nacer en un lugar tan alejado de las grandes ciudades, sin las distracciones de la vida moderna, pero, se había vuelto más productivo y tubo mucho tiempo para pensar.

¿Dónde estaba?, ¿cuándo se supone que se encuentra?, y sobre todo ¿por qué?

Bueno, una buena persona no era, pero nadie es completamente blanco sin un poco de negro. Aunque él sería un más negro que blanco. Un tigre albino sería una buena forma de compararlo. Todos piensan que es genial, pero al final de cuentas es un depredador que está dispuesto a sacar las garras con instinto animal que está en su ser.

Talvez solo lo está pensando de más. Sintió su estómago crujir y decidió que era momento de volver con su madre.

Se bajó de la silla con cuidado para subir a la cama de una forma cómica causada por su pequeño cuerpo. Tiro la sábana que cubría su madre y la miro un momento. Ella era una joven bastante hermosa y muy bien dotada. Ese cabello rubio con esos ojos azules le resultaban bastantes hermosos. Su figura está tan hermosa como sensual.

Caderas anchas, una cintura pequeña con unos muslos gruesos y unas piernas largas que harían babear a cualquiera. No olvidemos esos pechos de los que ha reclamado como suyos en cuanto llego.

Era triste que no pudiera hacer nada más, pero al menos se consolaba frustrando las noches de Paul. Solo era justo para el mientras Paul tenía bolas azules.

Sin más bajo el camisón que su madre usa para dormir y libero esos hermosos pechos. Nunca se cansa de verlos y morder esos pezones rosados. Se lamió los labios y empezó con lo más importante del día. El desayuno.

Se lanzó sobre el pecho izquierdo y comenzó a chupar y succionar la leche que le ofrecía su madre. Ocasionalmente dejaba escapar unos gemidos con su constante jadeo haciéndole saber que no había perdido su toque.

Disfruto de su desayuno hasta que su padre despertó y arruinó su momento entre su comida y él.

"Oye amiguito porque no compartes un poco con tu papá". Dirigió una mirada a su Paul para apretar más el pecho de su madre. Le dio una mordida y succionó su pezón más fuerte haciendo que esta se muerda el labio reprimiendo esos sonidos que le encanta oír.

"Tranquilo hay para todos". En respuesta él solo ignorando su voz y siguió con lo suyo. Paul solo suspiro con una sonrisa para dirigirse con su rutina. Entrenaba antes de desayunar para después dirigirse hacer su trabajo. Eso explicaba su complexión y como se ve en buena forma.

*******************************************************

Ahora era capaz de poder caminar sin ayuda o miedo a caerse. También dejo de ser tan inquieto para qué dejarán de estar todo el tiempo sobre él y tuviera más libertad dentro de la casa y el patio.

No podía alejarse mucho para evitar que algo le pasará. Pero era aceptable así no sería robado o un animal lo llegaría a destrozar.

Exploro el segundo piso en busca de algo para saciar su curiosidad y calmar su aburrimiento. Llegó a lo que era la oficina de Paul y encontré un baúl.

El placer de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora