Ocurrió una mañana, alrededor de seis semanas después de su discusión sobre las armas, Jungkook despertó confundido para ver con ojos turbios, a su amante levantarse de la cama y comenzar a vestirse con su uniforme. Jungkook frunció el ceño. No había oído hablar de ningún acto oficial para ese día. Levantándose, envolvió con sus brazos la esbelta cintura de su amante, sin interferir con el acto de vestirse.
Taehyung se volvió y le ofreció un beso, pero fue superficial y distraído. Jungkook retrocedió confundido. Un estremecimiento de preocupación lo sacudió al ver cuán completamente ensimismado estaba Taehyung. Rara vez él era así. Salvo la última vez antes de que el demonio saliera completamente a la superficie...
Jungkook se agitó, su mirada moviéndose rápidamente al rostro de Taehyung. Los ojos de su amante parecían claros, pero obviamente algo rondaba su mente. Estaba tenso, exactamente como la última vez.
El estómago de Jungkook se hizo un nudo, permaneciendo en silencio, se acercó para ayudar a Taehyung con su complicado uniforme. Cuando el emperador quedó vestido con todo el esplendor del uniforme completo de Tranaden, colocó un suave beso en la frente de Jungkook y levantó la mano para acariciar su cabello. —Te necesito conmigo hoy, Jungkook. Tengo algo que hacer que te involucra.
Jungkook levantó una ceja preguntando, pero Taehyung parecía extrañamente reticente. Frunció el ceño otra vez, Jungkook encontró su propia ropa vistiéndose con cierta prisa y temor, buscando refugio en su mente. ¿De qué se trataba?
Desayunaron en silencio. Jungkook podía ver a Taehyung repasar algo en su mente, como si estuviera comprobando las fallas. Cuando terminaron, abandonaron la habitación para encontrarse con los guardias —liderados por Seokjin— esperándolos. Seokjin parecía cualquier cosa menos feliz; la sombría mirada que le dio al emperador parecía indicar que discrepaban en algo, pero Taehyung levantó su mano y detuvo lo que Seokjin tenía para decir.
Caminaron por los corredores en silencio, atravesaron el gran patio y luego las enormes puertas,Jungkook se congeló.
Ocho de las formidables máquinas estaban en formación cerrada, la primera de rodilla, esperando. La máquina de Taehyung...
¿Qué infiernos? —Taehyung... —comenzó Jungkook. Él tenía que saber.
Su amante se volvió para mirarlo con una sonrisa nerviosa. —No puedo decirte nada, Jungkook. Es una sorpresa, por eso debes esperar. Tengo que asegurarme... —Balanceó la cabeza con algún pensamiento interior—. Si no funciona...
Jungkook se tragó sus preguntas, pero el miedo en su interior giró en un tenso espiral. Siguió a Taehyung hasta la cabina y se puso detrás del asiento, con las manos temblando ligeramente cuando se sostuvo del respaldo. Las manos de Taehyung volaron sobre los controles, su rostro concentrado en una fría calma que parecía caracterizar la conducta de un piloto.
Jungkook se estremeció.
Una de las manos Taehyung cubrió la suya por un momento. —Todo va a salir bien, Jungkook. Me gustaría decirte que... —Se interrumpió, negó con la cabeza y levantó la máquina sobre ambas piernas. Dando media vuelta, salieron del área del palacio por primera vez en la experiencia de Jungkook, la vibración de las piernas de la máquina en el concreto dio paso al golpe, golpe más suave del camino de tierra que conducía hacia arriba y fuera del valle... hacia Astoria.
Jungkook tragó la bilis. Miró sobre el hombro de Taehyung hacia abajo, por la pantalla, viendo otras siete máquinas seguirlos en una formación militar perfecta.
Detrás de las máquinas los seguían varios vehículos menores.¿Se trataba de un ataque? ¿Astoria hizo algo para que el emperador de Tranaden finalmente despertara a la acción?
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ɛʟ ɛʍքɛʀǟɖօʀ ʏ ֆʊ ǟʍǟɖօ ʟօɮօ | ȶǟɛӄօօӄ |
FanfictionJungkook anhela encontrar a su hermana, a pesar que está atrapado en las cadenas de la esclavitud. Cuando es entregado al hombre que conquistó su país, se encuentra cautivo en su propio odio y, sin embargo al mismo tiempo, fascinado por el misterio...