Capítulo 1 -Vuelta al pasado-

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(Eva)

No puede ser él... ¿Qué hace él aquí? No quiero verle, no puedo verle, no estoy preparada. Sé que he tenido dos años para prepararme pero lo siento, no lo estoy.

Liam gira su rostro hacia donde está situado mi coche y se queda mirando fijamente hacia mi dirección. Hago un esfuerzo por esconderme en el coche, pero resulta inútil. Liam suelta el cigarro que sostiene entre sus dedos y lo apaga contra el suelo. Se acerca a paso lento hacia mi coche y yo poco a poco comienzo a hiperventilar... no quiero hablar con él, no se lo merece. Cojo mi bolso y hago como que busco algo, pero un toque a mi ventana de la derecha me obliga a mirar. Liam me saluda desde el otro lado con una lánguida sonrisa, tiene ojeras y se le ve más delgado... Me hace un gesto con la mano como pidiéndome permiso para entrar en el coche. ¿Qué voy a hacer? Pues dejarle entrar, al fin y al cabo, es Liam.

-Hola... -dice sentándose en el asiento del copiloto.

Soy débil, lo sé, muy débil... Sin pensarlo me lanzo a abrazarlo como puedo entre la palanca de cambios, el volante y todo lo que está por en medio. Las lágrimas llegan hasta su hombro, no puedo evitar llorar. No puedo evitar sentirme bien a su lado por mucho que me doliera lo que me hizo. Noto cómo él también está llorando, lo noto.

-Te he echado tanto de menos...-me dice y yo permanezco en silencio.

Me separo de él y retiro los restos de lágrimas de mis mejillas.

-¿Tú no me has echado de menos? -me pregunta, es evidente que necesita escuchar lo mismo de mí y no puedo mentirle.

-Sí, te he echado mucho de menos... - respondo abriendo mi boca por primera vez desde que Liam entró en el coche.

-¿Cómo has estado? -me pregunta

-Bien... supongo. ¿Y tú?

-Bien... supongo - se ríe al darse cuenta de que su respuesta es igual que la mía. -¿Vamos a quedarnos en el coche o podemos entrar en tu casa?

-Entremos en casa mejor... -acerco el coche un poco a la entrada de casa y aparco justo delante. Nos bajamos y entramos en casa. -¿Quieres tomar algo?

-Si tuvieras una cerveza... -Asiento y me encamino a la cocina a por una y saco para mí un vaso con un refresco-Gracias - me dice cuando se la doy

Los dos permanecemos en silencio, juntos, sentados en el mismo sofá. Los dos tenemos muchas cosas que decirnos, que preguntarnos... pero ninguno nos atrevemos a abrir la boca.

-Estás muy guapa... -dice Liam finalmente

-Gracias... Tú estás... cambiado

-La cárcel no es un sitio muy agradable... Tú no has cambiado nada.

-En realidad sí que he cambiado. No soy la misma adolescente a la que dejaste. -Suelto sin más

-Respecto a eso... lo hice por una razón

-Ya... - miro hacia otro lado

-No quería pasarme dos años en la cárcel sabiendo que tú estabas fuera sufriendo por mí, no quería añadir más sufrimiento a mi vida ni a la tuya.

-Pues conseguiste todo lo contrario

-Lo siento, Eva. Lo hice por ti. Te quiero demasiado como para permitir que sufras por un delincuente como yo. Además pensé... pensé que eras demasiado para mí, que no te merecía. Eres demasiado buena para mí, Eva.

-Eso no es cierto, Liam. No digas eso porque no es verdad.

-Es lo que yo veo

-Pues no es así. Te amo Liam, no puedo negarlo. He intentado olvidarme de ti en estos dos años que has estado en la cárcel, pero dicen que el primer amor es inolvidable, y es verdad. No te guardo rencor por lo que le hiciste a Zayn ni tampoco por lo que me hiciste a mí.

-Te lo agradezco. Yo tampoco he podido olvidarme de ti en este tiempo. Pensé que si te dejaba, mi estancia en la cárcel sería mucho más sencilla pero no fue así. Lo que yo he pasado en la cárcel no lo sabe nadie, nadie puede hacerse una idea de lo duro que es aquello incluso para mí. Todas las noches cuando me acostaba pensaba en ti, en lo que habrías hecho durante el día, en las veces que habrías sonreído obviando las que habrías llorado. Pensando en que te había hecho un favor, pensando en que estabas mejor sin mí. -Intento abrir la boca para responderle pero él me lo impide - Cuando esta mañana he salido de la cárcel, no he ido a casa, no he ido a ver a mi familia, no he ido a tumbarme en mi cama ni a darme una ducha, he venido a aquí. Llevo sentado en esas escaleras horas esperando a que volvieras porque, Eva, no puedo negarlo...- se acerca a mí y me retira las lágrimas de mis mejillas con su pulgar - No ha pasado ni un solo día de estos dos años en el que no haya pensado en ti.

Incomprendidos: Segunda Temporada (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora