Incomprendidos: Segunda Temporada (CANCELADA)

Capítulo 13 -Me siguen-

(Liam) 

-¿¡Por qué lo has hecho?! ¿¡Por qué siempre tienes que acabar peleándote con alguien?! ¡Me lo prometiste Liam! -me grita sin dejar de golpear mi pecho

-¿¡Y qué querías?! ¿¡Que le dejara irse como si nada?! ¡He pasado dos años en la puta cárcel por su culpa! 

-¡No! ¡No fue su culpa! ¡Tú te tiraste contra él porque eres un puto celoso! ¡Porque no soportabas la idea de que otro chico pudiera mirarme con los mismos ojos que tú! -Eva cuando bebe no tiene control y su cerebro no le da pie a pensarse lo que dice, simplemente lo suelta. 

-¿¡Acaso es malo querer proteger a la chica de la que estás enamorado?! 

-¡Sabes perfectamente que esto no es solo por mí! ¡Esto viene del pasado! ¡No soportabas que Zayn te quitara otra vez algo que era tuyo! ¡Me trataste como un juguete!

-Eso no es cierto -las palabras de Eva me han dolido más de lo que pensaba. ¿Tratarla como un juguete? Sabe perfectamente que es la primera y la única chica de la que me he enamorado en toda mi vida 

-Sí es cierto - dice entre lágrimas - Nunca me amaste, me abandonaste en cuanto tuviste oportunidad y... y lo peor de todo... lo peor es que sigo enamorada de ti, no puedo evitarlo. -¿Sigue enamorada de mí? ¡Dios, gracias!

-Y yo sigo enamorado de ti - intento coger su cara entre mis manos pero se aparta

-No. Esta noche venía dispuesta a arreglar las cosas contigo, estaba dispuesta a decirte que te daba una segunda oportunidad, pero no creo que necesites segundas oportunidades, total, seguro que te lo cargas todo otra vez... -comienza a alejarse

-Eva, espera -intento acercarme a ella pero coloca las manos evitando mi contacto

-No Liam, se acabó, ahora de verdad. -dice y comienza a caminar hacia casa

No puedo evitar que mis lágrimas caigan, he estado a punto de recuperarla y lo he echado todo a perder otra vez. Siempre la cago, siempre me jodo la vida, Eva tiene razón, Zayn no tuvo la culpa, yo solo me arruino la vida.

-Vamos Liam, seguro que se le pasa - me dice Emma colocando su mano en mi hombro 

-No, esta vez no se le va a pasar... -le digo

-¿Quieres que te acompañe a casa? -me pregunta Michelle que aún tiene ganas de marcha pese a que a mí se me han quitado todas 

-No - la aparto bruscamente - Necesito estar solo -me alejo de ellos y comienzo a caminar a casa 

Mi vida es una puta mierda. 

(Eva)

Voy corriendo hacia casa, bueno, corriendo como puedo, apenas veo por donde voy. Las calles están vacías, silenciosas y oscuras, creo que no fue una buena idea irme yo sola a casa. Tengo que llegar a la estación de metro y esperar al próximo, aunque teniendo en cuenta la hora que es a saber cuál es el siguiente. 

Escucho unos pasos detrás de mí, miro hacia atrás y no veo a nadie. Me vuelvo y continúo mi camino, pero de pronto, los pasos vuelven. Cesan cuando me giro y no hay nadie en la calle.

-¿Hola? -me obligo a preguntar 

No obtengo respuesta de nadie. El miedo recorre mi cuerpo y comienzo a correr sin mirar por dónde voy. Corro, corro y corro, solo pienso en buscar una manera de que mis piernas se muevan más rápido. Los pasos parecen perseguirme por donde quiera que vaya y cada vez parecen estar más cerca. Llega un momento en que no sé en qué calle estoy, pero me da igual y no me permito el lujo de pararme en medio de ningún sitio. Cuando parece que las pisadas paran, miro hacia atrás y comienzo a caminar. Choco con un obstáculo que me impide continuar y el susto me hace gritar, ambos gritamos. 

-¿Eva? -me pregunta. ¿Nos conocemos? La calle está demasiado oscura como para reconocer a nadie 

-¿Quién eres?- pregunto con una voz que es una mezcla de alcohol y miedo. Aunque con la carrera que me he pegado, la borrachera se me tiene que haber bajado a los pies.

-Soy Liam -dice iluminándose con la pantalla de su móvil 

¿En serio? Joder... Ya podía haber sido un viejo, gordo y feo que quisiera aprovecharse de mí

-¿Estás bien? -me pregunta 

-Sí -respondo seca y sin mirarle

-¿Qué haces por estas calles? Por aquí no se va a tu casa 

-Ya lo sé, es que me he perdido porque pensé que me estaban siguiendo

-¿Quién te sigue? -pregunta ahora cabreado 

-No lo sé, creo que han sido imaginaciones mías - las palabras salen de mi boca lo más secas posibles 

-Anda ven, te llevo a casa -me dice tomando mi brazo 

-No -respondo y me zafo de su agarre

-¿Cómo que no? No voy a dejar que te vayas sola a casa

-¿Y si eres tú el que me estaba siguiendo? Porque es mucha casualidad que no haya nadie en la calle y que, de pronto, me encuentre contigo

-¿Estás tonta? Anda vamos

Esta vez no me resisto, creo que el alcohol ha vuelto a mi cerebro, o quizás sea el cansancio. No podría volver a casa sola ni aunque me lo propusiera, me pasaría la noche entera dando vueltas por calles que desconozco. 

Cuando me monto en el coche de Liam, un escalofrío recorre mi cuerpo. Me resulta extraño estar los dos solos tal y como están las cosas ahora entre nosotros y con las cosas que le he dicho hace un rato. Liam no me mira, o sí, pero de reojo para asegurarse de que estoy bien. Apoyo mi cabeza en la ventanilla mientras el sonido del motor me va adormeciendo poco a poco hasta que mis ojos se cierran definitivamente.