One More Chance - 𝘋𝘐 𝘓𝘦𝘰𝘯 𝘒.

3 - Descanso

Aclaracion: Usare "____" para referirme a la lectora (t/n o y/n, como prefieran decirle lol).

[Continuación cap. 2]

Subiste las escaleras, cada paso cada vez más doloroso que el anterior, seguías temblando.

No escuchabas nada, todo el shock y el estres de la situación provoco que tus sentidos se ablandaran, solo subias y subias, sentias tus latidos de corazón mientras seguías tu camino. Las palabras de Leon a partir de eso, se volvieron inutiles, cada grito, cada vez que llamaba tu nombre pidiendote que lo escucharas, todo era borroso.

Despues de lo que pareció una eternidad, subiste las escaleras y te encerraste en tu habitación de un portazo.

Cerraste la habitación con llave mientras te recargabas contra la espalda y la puerta, tu mano sobre el pecho mientras tus rodillas seguían temblando.

Intentabas controlar tus latidos mientras tu puño seguía cerrado, tenías que controlar tu respiración o de lo contrario ibas a tener un ataque de estrés y de pánico.

No llores, no llores, no llores

Te seguías repitiendo a ti misma, mientras cerrabas tus llorosos ojos y respirabas frenéticamente.

Sus palabras resonaron en tu cabeza 'hay alguien más' 'una chica del trabajo'

'Lo siento, mi amor'

No pudiate soportarlo más, el dolor de sus palabras fueron demasiado y estallaste en llanto.

Tus piernas dejaron de funcionar mientras te dejaste en el suelo sobre tus rodillas, tus manos sobre tu rostro mientras comenzabas a sollozar, tu respiración entrecortada mientras las lágrimas rodaban por tus mejillas.

Todo fue tan... intenso, hace menos de 6 meses tu matrimonio iba de maravilla con el hombre que amas, cada gramo de tu alma entregado y totalmente a el y solo a el, le tenias tanto cariño, tanta dedicacion...

Te encogiste en el suelo mientras tu espalda seguia pegada contra la pared de la puerta, mientras tus brazos rodeaban tus piernas y ocultabas tu rostro en tus rodillas aún llorando.

No, no, no, no... esto no es real, es solo una broma, el nunca haría eso

Intentaste convencerte a ti misma de aquello, era simplemente increíble.

Tu esposo, Leon, tú Leon, con el que pasabas tus días, el que te hacia reir, aquel que siempre te llenaba de regalos, de besos, de abrazos, el mismo que te cocinaba todas las mañanas, el mismo que juró ante el altar amarte hasta morir, el mismo que te amo en tus momentos buenos y malos.

Era todo tan... contundente, todo te habia caido como una tonelada de ladrillos, todo había llegado tan repentino.

Con tus ultimas fuerzas tomaste una almohada tirada en el piso que estaba cerca y la presionaste contra tu rostro, tus llantos eran ahogados en la tela fría.

Seguías llorando y llorando, no podías parar, era como si tuvieras una gran presión en el pecho que te aplastaba hasta la última lagrima que tenías; aún así, en el fondo, seguías sin creer que nada de esto era real.

- Knock Knock -

Tus llantos ahogados fueron interrumpidos por un toque en la puerta, era Leon, estaba parado en frente de la puerta de la habitación.

- ¿Amor..? -

El pregunto en voz baja, dio un paso adelante y volvio a tocar, pasaron unos segundos.

Sin respuesta de tu parte, no le contestaste.

El silencio lo estaba carcomiendo por dentro, la presión, la curiosidad de que estaba pasando dentro, la preocupación de si te habias hecho daño.

Despues de algunos segundos de silencio, comenzo a mover la perilla de la puerta, intentando forzarla con el objetivo de abrir la puerta.

- Vamos... no seas así _____... dejame entrar... -

Leon dijo, su voz ahora un poco más desesperada, apreto el puño y comenzo a forzar aún más la perilla, con más fuerza y rápidez.

- ¡Porfavor! -

Dijo en un tono de voz un poco más alto, estaba desesperado, solo quería saber si estabas bien, siguió tratando de abrir la puerta, pero la cerradura que aplicaste era bastante fuerte, hasta que lo interrumpiste en una voz muy baja, que apenas se escucho al otro lado de la puerta.

- Déjame en paz... -

Tu voz estaba quebrada y ronca, el llanto reciente te habia afectado la voz haciendola un poco más temblorosa.

Leon se quedo un momento en silencio, todo su cuerpo se paralizo mientras su mano contra la perilla temblaba, tus sollozos al otro lado de la puerta llenaron sus oídos.

Una ola de culpa lo invadio por completo mientras no decía ni una palabra, ahí fue cuando se dió cuenta de lo mucho que te lastimó.

Dio unos pasos atras, antes de suspirar silenciosamente y apretar los puños con frustración, su mandíbula se tensaba mientras no sabia que decir, no sabia como hacerte sentir mejor.

Leon se alejo lentamente de la puerta del dormitorio principal a pasos lentos, dirigiendose a la habitación de invitados con una mueca de preocupacion y.. tristeza.

Su corazón dolía, dolía verte así, cada vez que llorabas el estaba contigo, el te abrazaba, te consolaba, te decía cosas lindas, pero esta vez no tuvo la oportunidad de acercarse, el fue quien te puso en esa situación en primer lugar y sería una mierda de su parte llegar de la nada

Y el lo sabía.

El sabía que querías tu espacio, tu tiempo a solas, tu oportunidad para procesar todo, pero aún así, lo hirió. Lo hirió ser quien te lastimo, lo hirió ser quien te hizo llorar, quien te hizo a sufrir.

Leon se dirigió a la habitación de invitados, cerrando la puerta y tumbandose en la cama mirando al techo, sus ojos ligeramente llorosos mientras pensaba.

Estaba pensando literalmente en todo lo relacionado con su matrimonio, todo lo que pasó, todo lo que lo llevo hasta lo que es ahora.

Suspiró temblorosamente, mientras se ponía una mano encima de la cabeza y cerraba sus ojos con fuerza, todos sus errores, toda su actitud de mierda, lo ataco todo de golpe, tus llantos desde la otra habitación.

Frunciendo el ceño mientras Leon seguía cerrando sus ojos con fuerza, respiro profundamente y se quitó los zapatos, lanzandolos al otro lado de la habitación y acomodandose en la cama

Tal vez mañana ella estará mejor...

Leon volvió a suspirar calmandose un poco con la esperanza de poder disculparse y hablar contigo en la mañana siguiente.

☆ Continuará cap. sig ☆