One More Chance - 𝘋𝘐 𝘓𝘦𝘰𝘯 𝘒.

7 - Tan amargo como un cigarro

[Continuacion cap. 6]

7:22 pm - 15 de abril de 2016

Leon se quedó unos minutos callado mientras miraba el techo y se recargaba en el sillón, pensando sobre todo lo que acaba de pasar en menos de 3 horas.

Le pareció abrumador y al mismo tiempo emocionante, porfin te volvió a ver después de medio año, pudo observar tu cara y oir tu voz después de tanto tiempo, seguir tus pasos y mirar tu cara. Simplemente se sentía agradecido, pudó hablar contigo, pudó por fin hacer que lo escucharas, al menos un poco. Pero más importante que nada, le diste otra oportunidad.

Eso fue lo que dijiste, pero no era realmente de esa manera, era simplemente darle lo que desesperadamente te pidió, tal vez por lastima, tal vez porque ya no tenías nada que perder.

Pero no lo hechaste de tu vida por completo, y eso era suficiente para hacerlo sentir cómo el hombre más afortunado.

Leon cerró los ojos y suspiró agradecido mientras se colocaba una mano en el pecho, descansando de sus pensamientos negativos de antes por un momento y concentrandose en lo que iba a hacer ahora.

Lo dejaste estar contigo, lo dejaste estar en tu mismo apartamento y le permitiste mirarte; tal vez ya no te sentías comprometida con el y con su matrimonio, tal vez tus ganas de mirarlo y tus sentimientos por el se habían esfumado hasta ser un misero recuerdo al fondo de tu mente.

Pero no se iba a rendir, ahora que le habías dejado una oportunidad vacía a su alcance, no la iba a desperdiciar.

Respiró profundamente mientras pensaba que hacer a continuación, sus ojos permanecieron cerrados y sus palmas sobre su rostro. Formulaba que hacer con todo lo que le habías permitido desinteresadamente, le habías dado las llaves de respuesto de tu apartamento, por lo que podría entrar y salir cuando quiera, le habías dejado la habitación de invitados, ahí podía pasar la noche. Tal vez podría pasar aquí la noche e ir a su casa (la cual ambos compartian y en la que el sigue vivendo) para recoger una maleta que durará el tiempo que planeaba estar contigo por la mañana. Podría irse a dormir. Pero.

Quería verte.

Ya, lo sabe, sabe que su precencia ahora te importa un coco sin agua y en el mejor de sus casos te molestaba, ya había hablado contigo. Pero simplemente quería ver cómo estabas. Los pensamientos le comían la cabeza.

A la mierda... solo quiero hablar con ella.

Pensó, antes de finalmente levantarse del sillón con una respiración honda y tragando saliva. Se estiró un poco antes de volver a tomar su abrigo y caminar donde tú te encontrabas, en el balcón.

Leon pasó por la puerta en un ventanal del apartamento que daba directo a un pequeño balcón, pero habia espacio suficiente para una pequeña silla y una planta. Salió y te encontro de espaldas recargada en el barandal, tu cabello atado en una coleta y una chaqueta para cubrirte del frío. Se quedo en el marco de la puerta por unos segundos observandote desde atras antes de dar unos pasos adelante.

Llego a tu lado y se recargo a tu lado en el barandal, inclinando sus codos y encorvando su espalda antes de suspirar; se quedo en silencio por unos segundos girando su cabeza a ti y mirando tu rostro de perfil, admirando los mechones de cabello cayendo sobre tus mejillas mientras la forma de tu nariz y barbilla resaltaban sobre tu pelo. Un cigarro en tus labios mientras lo sostenías cerca de tu boca agarrandolo con suavidad en tus dedos; nunca te había visto fumar y en realidad nunca estuviste interesada en esas cosas mientrad ustedes estaban juntos, le pareció raro y extraño, pero sabía que no estaba en ningun derecho ni posición de regañarte al respecto.

Aún así. En cierta forma le gustó verte asi, tan calmada y linda a sus ojos.

- Es una noche bastante linda... ¿no? -