Asedio Nocturno

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Luego de que la U.A les permitieran a sus alumnos tener unas merecidas vacaciones ellos junto con sus profesores viajan a Grecia, aunque la mayoría pensaban que solo serían unas vacaciones tranquilas llena de actividades normales, la verdad era otra...

Inframundo – Palacio de Hades.

El gobernante del reino de los muertos, el Dios del Inframundo se encontraba sentado en su trono pensando en cuál sería el siguiente movimiento a realizar contra Athena y sus caballeros cuando de pronto una de sus más leales sirvientes, Pandora, llega con una noticia un tanto inquietante...

Pandora: Hades-sama.

Hades: ¿Que sucede, Pandora?

Pandora: Uno de los esqueletos enviado para vigilar la superficie me acaba de informar que el santo dorado que se encontraba en Japón.

Hades: Al Parecer Athena ha mandado a llamar a su caballero devuelta al santuario.

Pandora: De ser así, pienso que sería poco prudente seguir atacando al santuario ahora que su guerrero más fuerte se encuentra allí.

Hades: ¡No!

Pandora: ¡Pero mi señor!

Hades: Aunque Athena tenga de regreso a su caballero dorado este no estará en su máximo poder debido a su batalla contra Violate, además de que las fuerzas del santuario se han reducido considerablemente debido a nuestros ataques continuos así que sería un desperdicio no continuar con el asedio. Moviliza a las estrellas terrestres para que continúen con los ataques nocturnos de esta manera seguiremos debilitando a esos caballeros.

Pandora: Como ordene.

Pandora se retiró tras recibir las órdenes de Hades mientras que el soberano de los muertos yacía en su trono sumido en sus pensamientos calculando cuál sería su siguiente movimiento.

Santuario de Athena – Templo del Patriarca/Aposentos de la Diosa.

La noche había caído y el santuario estaba en alerta máxima, cada caballero y aprendiz de caballero montaban guardia atentos a cualquier ataque de los espectros. La diosa veía todo eso desde el balcón situado en sus aposentos mientras que las Santias la protegían ante todo peligro. Athena se encontraba mirando el cielo nocturno el cual estaba adornado de hermosas estrellas de pronto sintió la presencia de dos de sus santos cerca de donde ella se encontraba y al postrar su mirada en la dirección que provenía dichas presencias pudo ver a lo lejos las figuras de Izuku vistiendo la Armadura dorada de Pisis y a un chico que tenía la misma edad que el peliverde, su nombre era Nabu, santo de bronce de Unicornio, se veía que ambos realizaban un patrullaje por las cercanías del santuario. Athena viendo a esos dos juntos le hizo recordad un poco el pasado en aquellos días en los que ellos eran niños.

Athena: No importa cuánto tiempo pase esos dos siguen siendo buenos amigos aunque sus tratos mutuos digan lo contrario.

Ambos santos notaron a lo lejos la presencia de su dios quien los estaba observando desde sus aposentos. Los dos hicieron una ligera reverencia hacia su diosa para luego continuar con su misión. Caminando cerca del coliseo ambos chicos se detuvieron.

Nabu: Es extraño como pasa el tiempo.

Izuku: Si... Antes éramos aprendices de caballero, pero ahora somos caballeros que sirven y protegen a Athena-sama.

Nabu: Aunque en aquel entonces aun estando en presencia de la diosa cuando era una niña al igual que nosotros se comportaba como una más de nuestro grupo.

Izuku: Si... aunque a la final siempre era atrapada por el antiguo Patriarca.

Nabu: Ja, ja, ja. Recuerdo eso bien, pero quien habría de imaginar que la pequeña niña con la que pasaba el rato con nosotros cuando tomábamos un pequeño descanso resultaría ser la Diosa en la que estaríamos dispuestos a proteger aun si eso significara dar nuestras vidas, pero también es casi imposible de imaginar que aquel mocoso con pelo de brócoli, se convertiría en un santo dorado y en cuanto a mí solo soy un santo de bronce.

Izuku el Heredero del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora