Izuku el Heredero del Zodiaco

La Calma antes de la Tormenta - Parte 2

Mientras que los jóvenes héroes y sus profesores disfrutando sus vacaciones realizando sus respectivas actividades, el grupo de las chicas había salido a hacer cosas de chicas y cuando terminaron fueron a un café para poder relajarse y descansar pero para sorpresa de todas se habían topado con Palvin, quien estaba sentada en una mesa cerca de la ventana.

Mina al reconocerla se dirige junto con las demás para saludarla y sentarse con ella, luego de que le dieran sus órdenes a la camarera esta se retira dejando solas al grupo de chicas quieren se habían puesto a charlar a lo que algunas chicas le preguntaron a Palvin por el paradero de cierto peliverde, pero esta no les dio tal información y opto por negar todo con respecto en donde se encontraba Izuku ya que no podría revelar una información tan importante las chicas insistieron a tal punto de hacer de que Palvin se sintiera incomoda, pero gracias a la intervención de Tsuyu las chicas se calmaron para luego disculparse con su amiga por haberla hecho pasar un rato incómodo. Luego de que las cosas se calmaran una de las chicas se percató de que una de sus amigas estaba algo incomoda, se veía como estaba un tanto inquietas luego de que le preguntara que le pasaba la chica decidió contar lo que le pasaba.

Lo que salió de su boca, las palabras que decía describiendo lo que le había pasado era algo increíble la mayoría del grupo femenino, pero no para una chica en específico y esta información era algo que aquella "persona" debía saber a lo que decidió retirarse del lugar despidiéndose en el proceso. Ya estado fuera del local la santo femenino se dispuso a caminar con el propósito de salir de Rodorio y llegar lo más pronto al santuario aunque habrían cierto factor que no la dejaría irse tan rápidamente del lugar.

Bakugou: ¿Esa chica no será...?

El chico explosivo al notar a la chica que estaba delante de él y ver su rostro había recordado quien era a lo que se dispuso a hablar con ella.

Bakugou: ¡Oye tú, espera!

Palvin al notar la presencia del pelicenizo esta detiene sus pasos y voltea para estar de frente a este.

Palvin: Hola, Bakugou, cierto. ¿Necesitas algo? Porque la verdad es que tengo prisa.

Bakugou: ¿Sabes dónde se encuentra el Inútil de Izuku?

Palvin: (¿Acaso no puede preguntar de manera normal sin tener que insultar?). No, no sé nada de acerca en donde puede estar Izuku.

Obviamente eso era una total mentira pero ella no le diría a nadie externo al santuario sobre el paradero de peliverde salvo si ocurriera una excepción bajo una orden directa de la Diosa Athena.

Bakugou: No te creo, algo me dice que estas mintiendo. Sé que sabes dónde puede estar ese idiota solo que no me quieres decir al igual que la gente de este lugar.

Palvin: Escucha no sé en dónde puede estar Izuku así que te recomiendo que no hagas una búsqueda inútil. Además de que con esta ya son dos veces que lo insultas una tercera ver y te arranco la lengua.

Bakugou: ¡Ha!, como si tuviera que sentirme aterrado por las amenazas de una chica rubia como tú. Tan solo dime lo que quiero saber y me iré.

Palvin: Mira "héroe", no tengo nada que decirte sí no ha mas nada que decir me iré ya que tengo algo importante que hacer.

Palvin da media vuelta y se dispuso a retomar su camino, mientras que Bakugou estaba furioso por la actitud de la chica, en su mente este se preguntaba quien se creía esta chica y como se le ocurre hablarle así al siguiente Nº 1. Y como era de esperarse la bomba parlante no se quedaría ahí parado ante tal humillación.

Bakugou: esto no se va a quedar así.

Palvin siguió caminando por Rodorio en búsqueda de una salida rápida para ir de regreso al santuario, pero con lo que no contaba era que Bakugou la siguiera. La chica estuvo caminando de manera normal de un lugar a otro con el fin de despistar a su perseguidor pero eso no funcionaba del todo bien debido a que el pelicenizo era muy terco y no se despegaba de ella tan fácilmente, luego de estar entre 20 a 30 minutos siendo perseguida Palvin logró escapar de su perseguidor utilizando una finta, un engaño, adentrándose en la calle principal que estaba llena de habitantes de Rodorio y turistas revisando los puestos de comidas y artículos y tiendas llenas la santo femenino aprovecho la multitud para poder escapar, luego esta se dirijo rumbo al santuario, pero ingresaría por otra ruta.