Meet Jake

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"Pasa mi cita de las 4 a las 5.
Cancela la cena.
Pon mi junta a las 12:15
Despeja mi agenda para las 8 pm.
Consígueme esta reservación.
Compra dos boletos para Milán.
Necesito despejarme compra un boleto a Nueva York.
Programa la conferencia a las 2.
Saldremos en 5 segundos, ¡Ya vas tarde!."

Esta era mi vida desde hace 4 años y medio, incluso podrían ser más pero es difícil saber en qué momento pase de ser amigo de Jay a su secretario.
Lo conocí en la escuela, estábamos en la misma facultad pero no en la misma carrera. Heeseung era mi compañero de banca en Macroeconomía, una clase de tronco común.
Tenía que ser bueno para mantener mi beca y rápidamente me aceptaron como becario en la empresa del padre de Jay, nunca mantuve contacto con ninguno hasta el último semestre cuando parecía que iba a obtener un puesto antes de siquiera graduarme.

- Jake, ¿verdad? - me hablo Heeseung por primera vez fuera del horario de clase.
- Después de un semestre compartiendo clase es sorprendente que reconozcas mi existencia. - respondí un poco hostil. No me gustaba la gente que se quería hacer la interesante pero parece ser que eso no le importo.
Paso de su enorme sonrisa amigable a una más fina mirándome desafiante.
- Te hemos estado observando.-
- Y eres justo lo que necesito -
Escuché la segunda voz de la nada, volteé un poco y era Jay sentado en una jardinera completamente despreocupado.
¿Que hacia el hijo de mi jefe hablándome?
Y, ¿Que pintaba Heeseung en este encuentro?
- Tranquilo, no vengo a intimidarte - dijo Jay mientras bajaba de la jardinera y caminaba hacia mi - no es mi estilo-
- Para ser el próximo en la silla del jefe no estás haciendo bien tu trabajo - respondí sin pensar, siempre fui así de directo incluso cuando no me hablan.
Jay sonrió complacido por alguna razón.
- Salgamos, es bueno conocer a quien podría desheredarme.-

Honestamente nunca fui de la gente que salía a disfrutar la vida como algunos llaman, me gustaba mi soledad.
- En el 33, Sala VIP a las 12 - me dijo Heeseung mientras me entregaba una credencial, ni siquiera tenía nada pero supongo que eso hacen para entrar.
Me quede observándola, sabía que no íbamos a hablar de negocios y todo era una posible trampa carnal llena de excesos a las cuales no me interesa sucumbir.
Pero por un segundo quería creer en que sería yo quien tendría la herencia de Jay, así que tome la credencial y me fui sin siquiera despedirme.

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Al principio todo era Justo como me lo imaginé, había hombres y mujeres atractivos bailando en la sala VIP. Tomaban, reían y se divertían, y sorprendentemente ni Jay ni Heeseung les estaban prestando atención.
Una vez entre Heeseung se acercó a platicar conmigo.
- ¿Abrumador no? -
- Sofocante diría yo -
- Esto es aburrido, vamos a lo que nos interesa a los tres. - dijo Heeseung para después caminar sin esperar a ver si lo seguía.
¿Que clase de personas eran ellos?
Era como si el tiempo o algo no les importara, nada de nada.
Heeseung pasó entre unos guardias y segundos después Jay también entró, estaba dudando si seguir, podía salir corriendo pero mi ambición y curiosidad pudieron conmigo empujándome a entrar por ahí.

Ni siquiera me detuvieron.

Al entrar a la sala privada me sentía mejor, era más mi ambiente, un sofá con sillones de cuero, mesa de billar y unas pequeñas mesas redondas.
Solo quitaría las barras con alcohol pero era un detalle menor.
Jay me ofreció un puro, esa noche lo rechacé sin saber que eventualmente tendría mi propia colección y los usaría como él, después de una buena noche llena de éxtasis.

- Quiero que seamos amigos Jake - comenzo Jay después de regresar el puro a su caja. - No hay mucha gente en la que confiar en la empresa, no soy mi padre y nadie cree en mi. -
- ¿Y crees que porque somos de la edad o compañeros de facultad y próximo a trabajar en la empresa de tu padre es suficiente para confiar?-
- No, es porque me caes bien -
Heeseung sonrio un poco, sentía que se burlaban de mi, otra vez.
Me levante y cuando me dirigía a la salida descubrí que estaba cerrada, aquí es cuando en las películas te asesinan.
Suspire dándome cuenta de todo.
- Mi estilo es jugar con mis propias reglas y a mi ritmo - Jay se sirvió un poco de ron y le sirvió un vaso a Heeseung - Tu no eres como ellos, eres paciente, un observador, eres el mejor jugador de los becarios en la empresa y nadie lo sabe - le dio un sorbo - salvo mi padre...por eso eres el único con una oferta que sé que no rechazarás.-
- Los demás no lo saben, cuando la vacante de luz verde todos se atacarán y si saben que ya lo obtuviste...- siguió Heeseung
- Me destruirán - susurre más para mi.

Nunca había sentido tanto miedo como ahora, era fácil lidiar con uno o dos personas, incluso un grupo de compañeros pero no becarios, pasantes y gente con hambre de ascenso.
Uniéndose, por muy asegurado que tuviera el puesto, me destruirían sin piedad.

Me volteé tratando de disimular mi miedo y me encontré con la mano de Heeseung extendida mientras me sonreía.
- En serio queremos ser amigos.-
Detrás de él estaba Jay sentado en el sofá de cuero y en el asiento vacío a su lado estaba un vaso con hielo y una soda sin abrir.
- Se que no tomas - dio otro sorbo a su ron - a mi también me gusta Doctor Pepper.-
- Argh, ¿Como te pudo gustar la de crema de vainilla? - le respondió Heeseung como lo que no parecían hasta ese momento, amigos.
- Fue un momento de debilidad en tercer grado y hasta donde se, tú llegaste a probarlo con leche -
Heeseung lo miro indignado.
- Oye, yo no voy por la vida delatándote -
Se rieron un poco, de verdad parecían unidos y por lo que veía trabajaban y se protegían. Necesitaba eso.
Tome la mano Heeseung sin dudarlo, ambos sonrieron y después de un buen apretón me dio el paso para sentarme a lado de Jay.
Después de unos minutos baje mis barreras dejándome llevar, reí, lloré y confié en ellos, tanto que antes de darme cuenta realmente nos volvimos amigos y comencé a apreciar los pequeños lujos que podía darme gracias a ser amigo y protegido de Jay.

Obtuve el empleo.
Nadie me atacó.
Heeseung eventualmente obtuvo un puesto también.

Una tarde antes de cumplir mi primer año el padre de Jay me llamo a su oficina y antes que nadie me anunció su retiro, bastante conmovedor pero predecible. Cuando terminó me pidió un favor

"Cuida de Jay, no es ingenuo y se que hará el trabajo de la forma en que le enseñe.
Pero así como te necesita como futuro socio, te necesita como amigo y confidente.
Son buenos cuidándose la espalda."

No sabía que al decirle que confiara plenamente en mi significaba tener mi propio escritorio pero fuera de la oficina de Jay.
Aprendí desde cero a ser el asistente, o secretario cómo les gustaba decirme los que estaban debajo de mi, perfecto.
Logré hacer la vida de Jay más fácil complicando la mía.

Aprendí a negociar, descubrir todos los detalles de las vidas ajenas, podía mover mis piezas de ajedrez antes de darles tiempo a analizar el tablero.
Más de una vez trataron de hacer que deje a Jay pero él me daba más de lo que los demás podían ofrecerme.

Conseguir favores me costaba mucho más que solo dinero por eso mis honorarios eran estúpidamente excesivos.
Cualquiera podía venir a mí pero no todos podían costearlos, yo era la única garantía de hacer tus favores realidad.

Mi vida es estresante y así como me volví amigo de Jay para después ser el que maneja su vida caí ante la única tentación que me causaba repulsión de este mundo de excesos.
Me di cuenta que rendía mejor una vez que me deshacía del estrés, aprendí discretamente todas las tácticas que Heeseung y Jay usaban para sus noches casuales y evitar que los buscaran, solo que lo mejoré.

Era el que mejor se controlaba y el más difícil de persuadir.
Nadie me escogía porque yo tenía ese poder, decir que era un poco más deseado que mis amigos sería presumir pero considerando que para llegar a Jay, en casi cualquier ámbito salvo el sexual, tenían que pasar por mi primero era suficiente.

- Recuerdame porque vamos a una conferencia en medio de la nada a una universidad.- me preguntaba Jay algo molesto mientras esperábamos que dieran el anuncio de abordaje
- Por 3 razones:
1. Necesitamos pasantes y becarios.
2. Se hará un artículo sobre cómo incentivas a los jóvenes a emprender y...
3. Tu papá espera que lo hagas.- le respondí en mi mismo tono tranquilo.
Jay suspiro rendido y solo se dedicó a mirar su teléfono un poco, era como si esperara encontrar algo ahí.

Sospechaba que Jay tenía algo que ver con alguien sino es que tenía algo con alguien, algo serio.
Si mis sospechas eran ciertas no se como es persona logró saltarse mi filtro, eventualmente lo descubriría así como supe de Sunoo antes de que Heeseung nos confesara que tenía novio.
No sabía que en ese viaje aparentemente aburrido y rutinario conocería al único que me haría rogarle de rodillas que me escogiera, que me eligiera a pesar de saber que no tenía a nadie más.

Me había hechizado.
Quería su amor y quería que me lo diera como se debe, así que hice lo que tenia que hacer para que siempre se acordara de esto, que lo mejor que podía conseguir era nada más y nada menos que yo.

Y cuando creí que lo había conseguido desapareció.

It wasn't meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora