Capítulo 1: Inicio.

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Vivir con Satoru Gojo jamás le había dado problemas, los chicos de la universidad a menudo lo evitaban porque pensaban que si hablaban cerca de él sobre Gojo, maestro de cualquier grado, él abriría la boca y los metería en problemas, eso más que algo malo, resultó como una barrera entre él y sus compañeros, pues realmente no cualquier persona le agradaba.

Todo iba a la perfección, eso hasta que Gojo puso los ojos sobre Irlanda, la chica no lo quería, pero su tutor, incapaz de soportar el rechazo, hizo hasta lo imposible para que ella lo "aceptara", desde ese día, la imagen que tenía hacia su maestro se destruyó.

Después se enteró de la maldición que rodeaba a la familia de Gojo, aunque esta recaía más en los familiares de Yuuta, según las palabras de Suguru, hacía muchas generaciones que no pasaba en el clan Gojo, razón por la que pensaban que esta se había perdido, pero claro, Gojo siendo la excepción en todo, fue quien revivió tal maldición en él.

Megumi ignoraba cualquier avance en el plan retorcido de su maestro, sabía que estaba intentando hacer que la familia de Irlanda quedara en bancarrota, entre otras cosas, pero no interferiría, confiaba en que su maestro recobraría la cordura y se haría a un lado.

Durante el tiempo en que lo evitó, ella llegó a su vida, Denver Lewis era una chica de intercambio, su japonés era extraño, aunque lo entendía a la perfección, algo normal considerando que su lengua materna era el inglés y el español.

− Entonces... eres mitad latina, ¿Verdad?

Cuestionó Itadori con evidente entusiasmo, Megumi se mantenía a su lado, callado, pero con sus ojos fijos en la chica.

− Sí, mi madre lo es, mi padre es estadounidense, hablo a la perfección tanto el español como el inglés, tal vez mi japonés no es tan bueno, pero confío en que ustedes me ayudarán a perfeccionarlo.

Itadori asintió muchas veces, Denver sonrió por su entusiasmo.

− Dime algo en español, cualquier palabra, yo intentaré copiarlo.

− ¿Cualquier palabra? Veamos, te diré una fácil, repite "Otorrinolaringólogo"

El rostro de Itadori se arrugó al escuchar dicha palabra, dio todo de sí mismo para poder pronunciarla, pero falló cada una de ellas, al menos aquello sirvió para que Megumi apreciara la risa de Denver, ella era distinta, con una risa tan ruidosa que hacía girar a cualquiera que pasaba, también era contagiosa.

Su enamoramiento por la chica era algo que no podía explicarse, ella era linda, sí, pero su personalidad era la que lo enganchaba, como jamás se daba por vencida, jamás retrocedía, aunque era muy extrovertida, eso era algo que poco a poco empezó a llamar su atención.

Ese día en la universidad, se llevaría a cabo una carrera de unos cuantos kilómetros, todos debían asistir obligatoriamente, durante la mañana, los alumnos hacían estiramientos y se preparaban para correr, Denver mantenía una bolsa de frituras y un refresco en su mano, Megumi arqueó una ceja.

− No deberías estar comiendo así, podrías vomitar durante la carrera.

− Itadori dijo que era sencillo.

Claro que Itadori jamás menciono que él era extremadamente bueno en cualquier juego físico, una carrera no era nada para él.

No se equivocó, su compañero llegó hasta el frente en cuestión de minutos una vez y la campana de salida sonó Denver después de trotar unos metros lucía como alguien que estuviese a punto de escupir un pulmón. Megumi se mantuvo a su lado, sosteniendo dos botellas de agua por si las necesitaba.

− Deberíamos desviarnos, no creo que puedas llegar a la línea de salida.

− ¿Cómo no?, mi madre no crio a una debilucha, llegaré a rastras, pero llegaré.

Denver no mintió, al final solo caminaba, lentamente, sudaba como nunca antes, pero logró pasar la línea final de forma satisfactoria, al menos no fue la última.

Apenas llegaron a donde estaban sus amigos, ella se dejó caer en el césped, respirando rápidamente, cerró los ojos e intentó que los latidos de su corazón y su respiración volvieran a la realidad.

− Dijiste que sería fácil "maldito imbécil".

Itadori ladeó su cabeza ante las palabras en español que no conocía, solo sonrió en respuesta.

− Miren, después de la carrera nos darán algunos premios, no a todos, pero algunos recibirán cosas.

Los regalos consistían entre aparatos electrónicos, cupones de comida y ropa con el logotipo de la universidad.

− El siguiente ganador es el número 99.

Las miradas se dirigieron hasta Denver, quien usaba la camiseta con dicho número, ella a regañadientes se puso de pie y caminó hasta el coordinador, quien le entregó lo que parecía un cupón.

− Nunca hago ejercicio, cuando lo hago me gano una pizza gratis, que bendición.

Megumi negó a la vez que dibujaba una tenue sonrisa en sus labios, sin duda, Denver era increíble.

Darse cuenta de que estaba enamorado de ella fue un proceso difícil, jamás había sentido eso, si no fuese por su hermana, jamás lo habría aceptado. Lo más difícil fue darse cuenta de que la cercanía de Denver e Itadori era más de la que ella y él tenían, deseo ser tan extrovertido como su amigo.

− Me gustas.

Se confesó un día mientras salian de clases, ella llevaba una paleta de hielo en la mano, la cual se quebró y termino en el suelo una vez y se confesó, un mal preludio.

− Oh Megumi... yo, eres lindo, pero no eres mi tipo, a mí... a mí me gusta Itadori.

− Ya veo.

Se distanció después de eso, su primer amor, su primera confesión salió terriblemente mal, pero confiaba en que con el tiempo se sentiría mejor y lo superaría.

No pasó, las cosas se volvieron peores, con Gojo saliéndose de control, casándose con Irlanda a base de chantajes.

Después de que Gojo hubiese llegado con una asustada Irlanda a su casa, no pudo evitar no intentar hacerlo entrar en razón, Satoru argumentó que jamás lo entendería porque él no había estado enamorado, no fue rechazado y no perdió algo que ansiaba, Megumi respondió que sí que había tenido dichas experiencias, el rostro de quien era su maestro se transformó por completo, ahí fue su primer error.

No lo supo hasta que lo vio vagando y preguntando cosas a los demás alumnos.

Lo demás fue cuestión de tiempo, Gojo investigó la relación de ambos con otros alumnos y la vida de la chica con gente profesional.

El segundo error llegó cuando enfrentó a Yuuta Okkotsu después de la desaparición de Atlantis, Gojo lo abordó una noche después de llegar de visitar a Yuuta, el rostro sonrojado de Irlanda delataba más de lo que ella quisiera.

Habló con él sobre la desaparición de Atlantis, no lo comentó con nadie, pero hasta cierto punto notó que algo andaba mal, notó la mirada de Yuuta hacia su amiga, incluso llegó a ver a Nanami luciendo incómodo cerca de Atlantis, como si quisiera advertirla de algo... o de alguien.

− Megumi... Denver se me confesó.

− ¿De verdad?

− Sí, pero ella no me gusta, creo que se molestó y... puedo jurar que insultó mucho en español.

Megumi sonrió, sabiendo que a Denver le encantaba maldecir en español, ella alegaba que los insultos en ese idioma tenían mucha más pasión y significado, él le creyó.

− Por cierto... ¿Sabes si su familia está pasando por algo malo? Gojo pidió hablar con sus padres sobre algo importante.

Entonces lo supo, Gojo había encontrado su punto débil. Su mayor tentación, su mayor anhelo y su primer amor, Denver Lewis era el poder que lo harían ceder. Doblaría las manos por ella, sin importarle el destino que Irlanda o Atlantis tuvieran.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2023 ⏰

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Tentación [Megumi Fushiguro × Oc] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora