2.

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Wriothesley pasaba sus días en el frio pozo, ya perdió la cuenta de cuanto paso. Su mente vagaba en los recuerdos del Juez y lo mucho que lo extrañaba.

Habían pasado cinco años y perdió todo sentido en su vida, todos los días le eran igual de aburridos y deprimentes. Odiaba todo en si y solo quería a su destinado.

Era increíble que algo que duro tan poco en cinco años no lograba superarlo.

― Wriothesley, te llama el alcaide. ― Le dijo un policía.

Wriothesley asintió y salió de su celda caminando algo decaído.

Estuvo pensando hasta en morir de lo mal que se sentía por la distancia entre su destinado, diariamente, a cada hora, pensaba en el.

― ¿Me llamo? ― Preguntó Wriothesley al alcaide.

― Cumpliste tu condena. ― Informo el alcaide. ― ¿No recordaste?

― No.

― Entiendo, te haré el formulario mientras aguardamos a la devolución de tus pertenencias.

Wriothesley solo pensaba en el gran Juez, nuevamente, ¿Estará casado? ¿Su matrimonio iría bien? ¿Por qué se sentía tan mal con esos pensamientos?

Después de que le hicieran una serie de preguntas, algunos test y otras cosas, le entregaron su ropa, sus pertenencias y dinero.

No tenía donde pasar la noche, al menos era verano. Desde la comisaria lo dejaron al centro de la ciudad. Por lo que desde ahí tuvo que vagar, no estaba tan cambiado como creyo que estaría todo.

Caminaba por la ciudad sin rumbo específico, curioso por como todo estaba en la ciudad.

O era así hasta que una niña choco con él en una plaza.

― Auch ― Exclamo una pequeña pelinegra. Se había caido. Whriothesley la miro y se agacho para ver su estado.

― ¿Cómo estás? ¿Le duele algo? ― Preguntó Whriothesley a la niña de unos cuatro años.

― Me duele aquí― Respondió la niña señalando su rodilla.

Wriothesley notó que esta sangraba, se preocupo levemente, fue a comprar una botella de agua y limpio la herida, rompiendo su ropa para hacer un tipo de venda.

― Gracias, señor.

― De nada, ¿Dónde están tus padres? ― Cuestiono Wriothesley.

― Papá esta en el trabajo, ¡El cocina delicioso!

― ¿Y mamá o papá?

― Solo tengo a papá. Papi dice que mi otro padre esta en el cielo.

― Ouh, ya veo... ¿Entonces qué hacias acá?― Whriothesley seguía curando a la niña.

― ¡Jugar! Este lugar es seguro y papi viene a verme cada vez que el reloj hace tuk tuk tuk. ― La niña informo.

― ¿Cuál es tu nombre?

― ¡Brigette! ¿Y el suyo?

― Wriothesley. Pero si se te complica puedes ponerme un apodo.

― ¡Tio Wrio! ― La niñá exclamo emocionada.

― Suena bien, ¿Puedes levantarte? ― Pregunto Wriothesley a la niña, la pequeña curiosa lo pensó y se paro para dar unos pasos.

― Tío Wrio, ¿Me puede ayudar en el columpio?

Wriothesley, quien tenía tiempo libre accedió, permitiendo que la niña lo llevará a un columpio. Le pidió ayuda para que se sentará y empujará.

Estuvieron media hora así, hablando sobre cosas como programas infantiles y que deseaban al ser mayores.

Just him... (Wriollette omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora